valentine

422 32 0
                                    

Luke

Liv tenía esa facilidad de convencer a las personas de lo que ella quisiera, una sonrisa de ella te alegraba y te calmaba. Nada podía salir mal cuando ella sonreía.

Las personas interesadas en el departamento se despidieron, satisfechas por la atención que les habíamos brindado, aunque lo cierto era que la atención había sido de Liv, ella se encargó de que quedaran felices.

— Se fueron muy alegres y decididos a comprarlo... — Me habló tranquila.

— Como no hacerlo, fuiste una buena anfitriona — Le sonreí mirándola a los ojos, esos ojos que me hicieron caer.

— Hice lo que pude — Sonrió devuelta — En fin, necesito que firmes para poder entregar el departamento...

— Claro, no es problema — Forcé una sonrisa, extendiendo mi mano para tomar los papeles — ¿Puedo preguntarte algo?

— Claro, Luke, ¿Qué sucede? — Me extendió los papeles con una pluma —

Nostálgico, plasme mi firma en aquellos papeles, dudando de si era una buena decisión y pensando en todo aquello que ahogaba mi mente y que le pasaba factura a mi corazón. Eran tantas preguntas que quería hacer, pero ninguna me parecía la correcta.

— ¿Me darías otra oportunidad? — Pregunto finalmente. Mi corazón se acelera.

El rostro de Liv palidece. No dice nada, solo me mira y sus ojos parecen al borde de las lágrimas.

— Olvidalo, Liv.— Le sonreí — Olvida el momento de hace unos minutos y esta pregunta. Me tengo que ir, quedé con los chicos de ir al estudio. ¿Necesitas algo más o ya es todo?

— Si, ya es todo. Si surge algo más, te llamo. — Respondió con voz baja, evitando el contacto visual — Adiós, Luke.

Ni siquiera pregunté si ya había leído mis cartas, en este punto ya no me importaba. Ella ya era feliz, y si pudo avanzar, yo también tenía que hacerlo. Aunque me perdiera de repente en el proceso o aunque no sepa como olvidarla. Tenía que avanzar.

La vi por última vez, guardando en mi memoria su imagen y despidiendo así todo rastro de ella.

Amaba esa luz en sus ojos, aunque ya no brillarán por mí. Nos amábamos. Y en aquel departamento lleno de recuerdos, siempre buscábamos la manera de matar el tiempo. Incluso si ya no tenía amor para ella, cada día me enamoraba más.

Nadie podía vencernos.

𝐋𝐈𝐄 𝐓𝐎 𝐌𝐄 - luke hemmingsWhere stories live. Discover now