𝐋𝐈𝐄 𝐓𝐎 𝐌𝐄 - luke hemmings

lie to me

Luke

Los días cada vez pasaban más rápido, y con ello el dolor parecía disiparse, quedándose muy atrás con una parte de mi corazón. Una parte de mí ya había entendido que me merecía ese dolor, sin embargo, la otra parte solo quería hacer que Liv supiera que había logrado su cometido.

Sentado, tocando acordes en mi guitarra, muy alejado de todos, un sonido conocido me hizo regresar a la tierra.

Una llamada entrante.

Liv.

Confundido e intrigado, contesté.

— ¿Bueno? — Hablé claro, esperando no arrepentirme por contestar la llamada.

— Luke, soy Olivia... — Hablaron del otro lado de la línea, quizá más dudoso que yo.

— Lo sé, así apareces en mis contactos — Respondí lo obvio.

— Bueno, es que yo pensé que, ah. — Soltó un suspiro — Tenemos que vernos mañana, hay unas personas interesadas en el departamento que adquirimos hace meses. Lo quieren ver.

— Entiendo, ¿A qué hora? — Pregunté lo más normal posible.

— A las 3, espero enserio puedas ir.

— Ahí estaré, tranquila. — Aclaré.

— Entonces nos vemos mañana. Adiós, Luke.

Y justo después de eso, todo parecía volver a caerse. Los recuerdos regresaban, las risas y esas promesas que habíamos hecho. Por más que tratará de convencerme de que todo iba mejorando, los hechos me demostraban que no. ¿Quién podría olvidar al amor de su vida de un día para otro?

Solo disfrazaba mi dolor.

Seguía en el mismo sitio. Sin avanzar.

Entonces comencé a escribir. Al principio sin sentido, pues sólo buscaba la manera de sacar todo lo que pensaba. Y de repente, los escritos empezaron a tener sentido. Las oraciones se volvieron estrofas, y los acordes en la melodía que le hacían compañía.

La noche tomó el lugar del cielo claro, y aunque no quería detenerme, tenía que hacerlo. Mañana la volvería a ver.

Me alisté para dormir, esperando que mañana en vez de empeorar, todo mejorará.

Mi celular sonó, y somnoliento, solo acerté a contestar.

— ¿Uhm?

— Siento despertarte, Luke. — Habló aquella dulce voz — La cita es a las 12, hubo un pequeño cambio de planes.

— Te veo en un rato. — Y colgué. No quería atormentar mi mente con su voz en mi cabeza.

Chequé la hora y justo eran las 10:30 AM. Me tenía que dar prisa.

Me metí a bañar lo más rápido posible, para después ponerme los clásicos jeans negros, botas y una playera blanca. Tomé mi cartera, llaves y celular. El cabello se me secaría en el camino.

11:00 AM, con algo de suerte podría llegar a tiempo.

Salí de mi departamento, para emprender aquel viaje a un lugar lleno de recuerdos.

Cuando llegué, Liv se encontraba ahí, parada frente a la entrada de la casa viéndola. ¿Le dolería tanto como a mí?

Salí del coche dirigiéndome a ella, pero no pude decir nada. Me quedé perplejo contemplando la imagen: tan similar a cuando compramos el departamento.

Liv se dio la vuelta, sonriéndome.

— Justo a tiempo, eh. — Sonó divertida, queriendo quitar tensión al encuentro.

— Solo quiero acabar lo antes posible. — Contesté firme. No debía mostrar tristeza. Al menos no con ella.  Verla solo me hacía caer más profundo en la tristeza.

— Entiendo... — Asintió ligeramente con su cabeza — Entonces tienes suerte, ahí vienen los compradores.

Solo le sonreí, dándole paso para que pudiera atenderlos. Ella siempre fue mejor que yo con las palabras. Pero ante eso, me di la vuelta para acompañarla.

Se presentaron con nosotros, y en cuanto pudo, Liv comenzó el recorrido para ellos. Yo solo observé de lejos.

Y lo pude notar nuevamente.

La vi luciendo completamente nueva. Se veía feliz. Como en aquella ocasión que cambiamos los boletos de avión para que se quedara conmigo, solo porque quería más tiempo con ella.

Y entendí que era mejor no haberla conocido, porque ella es muy difícil de olvidar. Y yo aquí limpiando el desastre que me dejó.

— Liv...— La llamé alejado de la feliz pareja.

— ¿Mande?— Contestó dirigiendose a mí.

La observé, y un suspiro salió de mis labios.

— ¿Me amas?

Se que no lo harías, pero, por favor, miénteme.