want you back

560 34 0
                                    

Luke

No puedo dejar de pensar si aquella vez fue la última ocasión en que vi su cara.

Pues ahora son mis ojos los que ven su felicidad por medio de una pantalla. Revisé las historias de instagram. Ella, junto a una de sus mejores amigas. Luce radiante y feliz. ¿Acaso no tendría que verse miserable? Aunque siendo ella quien me dejo, no tendría porque verse miserable.

¿Son lágrimas las que corren por mi rostro? Desearía poder decir algo. Algo que no suene loco. Pero últimamente no confío en mi cerebro. No puedo, ya no tengo derecho para opinar sobre qué hace, y aunque pudiera ¿qué gano yo con eso? Y ahora, por más que trato de hacer invisible su existencia, parece que todo juega en mi contra.

— ¿Qué tal estás? — Preguntó Calum interrumpiendo mis pensamientos, y se lo agradecía.

— Aparte del dolor de cabeza, supongo que bien. — Atine a decir dudoso.

— ¿Has hablado con ella? — Inquirió.

— No, y no quiero hacerlo. No deseo que rompa más mi corazón... — Confesé.

— ¿Y te explico al menos por qué te dejo? — Cuestionó una vez más.

— ¿Por qué tantas preguntas, Calum? — Fui yo quien lo cuestionó ahora.

— Porque me estoy preocupando por ti, tarado. No queremos verte mal— Lo dijo casi en un susurro, como si no quisiera, ahora él, romper mi corazón.

— Es la mejor amiga de Michael, deberías preguntarle a él, seguro sabe más que yo. — Trate de no sonar grosero con mi mejor amigo — Y mira, es libre de hacer lo que ella quiera, nos ha quedado bastante claro.

— Bien, pero la próxima vez que pienses en tomar hasta dejar de saber de ti, no la llames. —Advirtió, marchándose de la habitación.

Pude sentir su reclamo. Los últimos días Calum era quien iba por mí cuando ni yo mismo podía soportarme.

Y es que no importa a donde vaya, yo siempre la quiero de vuelta. Tampoco importa cuánto tiempo se vaya, igual siempre la voy a querer de vuelta. Sé que ella sabe que nunca la voy a superar. Y es que aún recordaba todo: su cabello despeinado por las mañanas, su sonrisa al decir "Buenos días", la manera en que mantenía todo perfectamente ordenado, esa manía suya de andar en calcetines por toda la casa. Incluso la música a las 10 am porque decía que le daba energía y la manera en que la hacía reír.

"Te amo, y te quiero conmigo siempre", esa frase que decía a mitad del desayuno, todavía la recordaba.

Liv, aunque no me viera, estoy seguro de que sabría que me levanto todas las mañanas buscándola, y que sueño con ella cada noche. Pero de nuevo vuelve aquel día, ese día en que dijo que ya nunca íbamos a funcionar. Aventó sus cosas, lloró como si hubiera perdido a alguien.

Ahora sé que incluso cuando me fui de nuestro departamento, en lo único que podía pensar es en que me equivoqué.

Y como odiaba eso.
Y me odié por no saber la razón.
Y la odie a ella por no decirme.
Y la odio porque a pesar de todo, la amo demasiado.

𝐋𝐈𝐄 𝐓𝐎 𝐌𝐄 - luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora