"Quiero que te pongas mi ropa" dices como un bebé. Y yo sonrío mordiéndome la sonrisa. Te doy un beso en la mejilla muy fuerte, tanto que suena por todo el cuarto.

Me sueltas en el suelo y yo sólo estoy con las bragas puestas. Y a ti te gusta eso, así es como más te gusto. Vas al ropero y me sacas una sudadera que para mi es grande, te muerdes el labio porque tienes ganas de vérmela puesta. Me la pones con toda la delicadeza y después me ves.

"Me encantas cariño" dices agachándote para luego abrazarme. Giras tu cara a la mía para pasar tus labios muchas veces por ella. Te la aguanto con las dos manos y muy rápido te la muevo para chocar tus labios contra los míos. Muevo la cabeza en todas las direcciones arrastrando mis labios con los tuyos, y es que a veces me entran esos ataques de tenerte así, tan bien.

Me terminé de vestir y ahora estábamos paseando por la calle. Tu brazo estaba por mis hombros y los míos envueltos por tu torso, mi cabeza en tu pecho. Te juro que no me había sentido más feliz en mi vida, estoy tan tan completa...tú eres la razón de todo.

El aire era húmedo, estábamos entre montones de personas, pero tú sólo me miras a mi. A veces miro hacia arriba y conectas nuestras miradas. Y ahí es cuando me pierdo y creo que tropiezo, pero tú me tienes sujetada fuerte, sé que contigo nunca más voy a caer.

Paramos en los semáforos y tú acercas tu cara a la mía para besarme, no dejas de hacerlo hasta que la luz se pone en verde. Estar entre tus labios es lo único que pido. Pasas tu lengua porque lo que quieres es mi sabor, el tuyo sabe tanto a casa y te juro que sabe tan bien.

"Quiero que te quedes conmigo en mi cuarto, no me fío nada" me dices más seria pero todavía cerca de mi cara. Sé que te duele, más que a mi. Y es que ya me doy igual, sólo quiero que tú estés bien.

"Sólo quiero estar cerca tuya" Veo como aparece tu sonrisa, cierras el espacio entre nosotras y me das un beso muy suave, sólo me capturas y te presionas lento.

Seguimos andando y siento como me cuidas, me tratas tan delicado. A veces me giras la cara hacia arriba con la mano para besarme mientras caminamos.

Y al cabo de un rato te noto tensa, paras de hablarme un momento. Y yo sé que a veces todo se te pasa por la mente, que nada está olvidado.

"Quiero que me digas una cosa y no me mientas por favor" casi me suplicas, lo dices con dolor. Y yo sé que le tienes miedo a las mentiras, te he hecho tanto daño. Lo siento cariño.

Yo sólo afirmo preocupada con la cabeza para que sigas. Veo como te cuesta tragar, te cuesta decirlo. Y yo te toco la cara, intento calmarte con mis ojos. Y veo como lo que tienes en la cabeza te hace daño.

"¿Te ha hecho algo en estas dos semanas?" Te escucho y prefiero no mirarte, pero lo hago, te aguanto la mirada porque quiero ser sincera, porque te quiero.

Yo sólo suspiro, preparada para contarte lo que sea. Es que quiero que lo sepas todo, pero es que no te contaba las cosas porque sé que sufres por mi. Y yo no quiero eso. Pero ahora lo tenía que hacer todo diferente.

"Fue una vez cuando venía del trabajo y por lo visto me siguió. Cuando estaba abriendo la puerta apareció y me cogió del brazo. Quería que me fuera con el, menos mal que estaba mi compañero de trabajo en la casa, si no, no sé lo que fuera pasado"

Cuando termino te miro atentamente, veo que estás tensa, seria. Paro de andar para prestarte más atención. Envuelvo mis brazos por tu cintura pegándome a tu cuerpo.

"Pero ya está cariño, ya estoy contigo ¿no?" Digo con mi mano acariciando tu cara y tú sólo asientes con la cabeza todavía seria.

"Sólo me importas tú" digo acercándome a tu cara para besarte. Quiero calmarte con mis besos. Presiono mis labios contra los tuyos pausadamente, los entreabro para capturarte pero tú no me lo devuelves.

Sobran las palabrasWhere stories live. Discover now