Sobran las palabras

22

Y después de todo vuelvo a ti. En cada golpe el pensamiento se hacía más fuerte, todo tan reciente pero a la vez tan olvidado cuando volviste. Tan sólo hace falta a un gilipollas para recordar lo que tanto olvidamos.

Te sujeto fuerte contra mi pecho, te juro que no te suelto, quiero tenerte aquí. Y tú sólo descansas en el, no te despegas ni un momento. Cierro los ojos e intento olvidar el dolor que me hiciste sentir hace un tiempo, mientras te aprieto más y más fuerte. Noto tus manos cerrándose en la tela de mi camiseta, apretándome contra ti. No me quieres dejar ir, hay algo en ti que sabe todo lo que hay detrás de esos golpes. Noto como levantas tu cabeza de mi pecho, alcanzas el lado de mi cara con tu mano y entierras tu rostro en mi mejilla. Siento tu respiración en ella, que se te hace difícil. Y yo te aguanto más fuerte contra mí, como si fueras a desaparecer y cierro mis ojos muy fuerte, para no ver nada y sentirte, para olvidar todo. Siento como presionas tus labios en mi piel, pausadamente, sé que me intentas calmar con tu cariño y de alguna forma lo haces. Es que eres lo único que me hace estar mejor. Me besas repetidamente, murmuras que no pasa nada, que estás aquí. Entre besos me calmas y yo sólo suspiro cada vez que escucho tu voz. 

"¿Estás enfadada conmigo?" susurro y noto como niegas con la cabeza, después te apartas y me miras desde muy cerca. Te noto preocupada, cansada y yo te juro que no sé que quieres.

"No, pero no me gusta lo que has hecho Nat" Me lo dices tan suave, tus ojos pasan por toda mi cara, pero todavía no sé que quieres. 

"¿No te gusta que te haya defendido?" lo digo cansada, molesta y es que no sé que quieres de mí. No sé como quieres que reaccione cuando alguien habla de ti de esa forma. 

"Si me gusta Natalia, pero así no. No puedes ir pegándote con todo el mundo cada vez que digan algo de mí o de nosotras" Cuando te escuché giré la cabeza hacia otro lado, evito mirarte porque estoy jodida. Sólo me quedo fija en la pared. No me entiendes y me jode. Tú suspiras cansada y yo más molesta cada vez. Aun así sigo teniéndote contra mí, te juro que me falta algo cuando no estás cerca. 

"No puedo reaccionar de otra forma cuando es de ti Alba, es que no lo entiendes" Te lo digo frustrada pero a la vez con la voz suave y calmada. Pego mi frente a la tuya mientras te lo digo, necesito que me entiendas, que reacciono así de mal porque te quiero. 

"Si lo entiendo, pero tengo miedo de que la próxima vez seas tú la que esté en el suelo. No quiero que te hagan daño, sólo hazlo por mí, por favor"  Me lo dices de la misma forma, tan frustrada. Aún así pones tu mano en el lado de mi cara, me aguantas con necesidad y sé que quieres que me tome lo que me dices en cuenta. Que es importante para ti. 

"No sabes lo que me ha entrado por dentro cuando te ha llamado de esa forma...nada de eso es verdad" Te lo digo mirándote fijamente a los ojos, seria. Después termino y giro mi cara para besarte la mano que estaba en mi mejilla mientras nuestras miradas siguen conectadas. Veo como suspiras ante mis caricias y eso me hace hacerlo más, con ansias pero calmada. 

"Creo que el tiene razón" Lo dices apenas sin voz, derrotada. Y yo seguidamente niego con la cabeza muchas veces. No quiero que pienses eso de ti, eres todo lo contrario, eres tan mía. Me entran ganas de llorar cuando hablas así de ti, me da impotencia de que no te veas como yo te veo a ti. 

Sólo me miras y poco a poco quitas tu mano de mi cara, yo te la agarro para que me prestes atención, fuerte para que notes que estoy aquí y que no me creo eso. 

"No, no tiene razón Alba. Para de decir esas mierdas, lo que hiciste no te define. Sólo que no estabas en un buen momento de tu vida y ya." Termino firme y llevo tu mano entrelazada con la mía a mis labios. Vi que estabas a punto de llorar, todo se te acumulaba. Tenías una carita de pena...es que se me parte todo por dentro.