Sobran las palabras

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Sé que te voy a parecer una arrastrada en ocasiones y que mis visitas frecuentes son innecesarias. Pero es que llevo una semana sin aparecer, sé que tienes mi numero y que no te has interesado en llamarme ni 5 minutos. Me jode. Me cansa. Pero sigo.

Todas las noches me ahogo en mis sueños pensando en ti. Y después me despierto y estoy sola ¿Miras el cielo de la noche y piensas en mi? Porque yo me he dado cuenta que lo hago cada vez. Sólo quiero comprobar que no es sólo cosa mía. 

Me quitas el tiempo, me robas espacio en mi mente. Pero no me importa. Me haces sentir que puedo ver a kilómetros. Los mismos que estoy recorriendo ahora. Me pillo el metro porque es más rápido y sé que sales a las 10 y que son las 9:45. Llevo algunas cervezas de más, pero voy bien. Las justas para atreverme a ir a verte otra vez. 

Llego y me pongo al otro lado de la carretera, apoyada en una farola en frente tuya. Me gusta mirarte desde aquí, lo rápida que eres, sabes lo que haces. No quiero parar. Nunca. Pero tampoco quiero que te rayes, esto no es obsesión. Sólo que eres diferente y eso me interesa más.

Te das cuenta que estoy aquí y me saludas con la mano. Yo sólo le doy una calada al cigarro. 9:55. No hay clientes, estarás recogiendo. Cruzo y me voy a nuestro sitio, donde te vas para tus descansos. 

Después de un rato te veo salir, tus compañeros se van y tú te quedas. Mi mente da vueltas y tú ya estás aquí. Quiero decirte que si me distancio es por las mierdas que tengo en la cabeza, no me he ido. Sólo me distancio emocionalmente cuando paso por mierdas. 

"Hola" susurras mientras te acercas a mi, posas tu mano tan suave en mi mejilla y me besas en la otra, parecía que te querías quedar. Es tan dulce, notar tus labios cálidos en mi fría cara. Aunque sea por segundos, los sentí largos, ahora me siento mejor. Yo sigo fumando porque me pones nerviosa y porque hoy me siento más atrevida de lo normal. Puto alcohol. 

"¿Estamos bien?" Me dices mordiéndote el labio nerviosa. Pues nunca estoy segura. Pero de lo que si, es que lo único que quiero es sentir tu calor y nunca más sentir este frío de mierda. 

"¿Paso por tu cabeza alguna vez?" Te suelto. Porque tú vives en la mía, te juro. Abres la boca para decir algo y después la cierras. Cobarde. Era una simple pregunta de 'si o no'.

"Alguna vez" Tiro el cigarro al suelo y me acerco a ti lentamente. Hacía tanto frío que cuando soltaba aire salía como humo. El mío y el tuyo se fundían. Te aparto el pelo casi acariciándotelo.

Te toqué la cara, mi tacto era frío y tu piel cálida pero a ti te daba igual. Sé que estaba siendo un poco mala, que te estaba llevando a tus límites. No parabas de desviar tu mirada a mis labios, no parabas de suspirar. Sufrías por dentro. Las grandes mentiras son las que te haces en tu cabeza, dentro de ti sabías lo que querías. 

"Cuanto" Quería escuchar de ti todo lo que no había escuchado esta semana. Por una puta vez se tú la que diga algo. 

 Y ahí estábamos frente a frente, tu mirada se sumergía en la mía. Tú tragabas fuerte. Sólo dime algo. Me agarras la otra mano, fuerte y sólo lo puedo sentir yo como la aprietas, como reprimes tus ganas en ella. 

"Te pienso demasiado" Me evitas y miras al suelo. Me muero por dentro cuando me dices eso, te juro que te quiero coger esa cara y besarte y no soltarte. Pero no era tan fácil, esto del amor era tan difícil contigo.

Acerco mi rostro más, ahora ese humo golpea tu cara. Era demasiado la atracción, se sentía por todos lados. Era tan obvio que me extrañaba que todavía no lo hubieras aceptado. 

"¿Has bebido?" Me separo un poco, para mirarte mejor ¿Lo notas? ¿Tanto he bebido?

"Un poco" Tú sonríes un poco, alzando las cejas. Y yo te imito. Estábamos mal de la cabeza ¿no?