10

14.3K 586 70
                                    

Sé que me voy a rayar cuando te haya probado, que mis ojos te verán de una forma diferente. Pero sigo, no pienso en las consecuencias. Y perdón por ser así de borde, que sepas que no va a malas. Sólo que prefiero jugar contigo en vez de que tú lo hagas conmigo.

Y sé que tienes un lío, pero yo no entro en eso. Tus verdades y mentiras no van conmigo. Aún así me enfada, tengo la rabia por dentro. Quiero soltarte todo, pero me mantengo en silencio. Tantas cosas que te quiero decir, pero no puedo, no sé como.

Te callé con mis labios y es que no quería escuchar una palabra más. Sólo quería saber que es lo que se siente tenerte. Te presiono con brusquedad contra la pared, mi respiración es un desastre. Y es que no quiero parar. Paso mis manos por tu cuerpo descaradamente, con ansias. Las meto por dentro de tus vaqueros te aprieto con fuerza el culo, atrayéndote hacia mi, sueltas un gemido que muere en mi boca. Tu lengua no para de probarme, me lames y se siente tan bien. La acojo entre mis labios inclinándome para hacerlo todo más profundo. Me gusta cuando te quejas cuando te beso violento, cuando arrastro mis dientes por tu labio sin la intención de hacerte daño, pero lo acabo haciendo, aún así sé que lo disfrutas porque te pegas más a mi, rozando tu centro con el mío. La fricción me volvía loca y a ti más. Tus manos se entrelazan en mi pelo y me tiras con fuerza, suelto una queja y te miro desde muy cerca. Tus labios estaban rojos, desgastados y tu pecho subía y bajaba.

"¿Este es el asco que me tienes?" Me dices y veo que sigues molesta por lo que dije antes. No digo nada, sólo te miro sin ninguna expresión. Quería que te callaras y que no me recordaras el tema por una puta vez. 

Te agarro el brazo con firmeza y te llevo hacia la cama, tú no te quejas. Me siento en el borde y tú de pie delante mía. Te miro desde abajo y me pierdo, paso mis manos por detrás de tus muslos, te aprieto contra mi para que te posiciones entre mis piernas. Levanto tu camiseta con una mano poco a poco, dejándola arriba. Te miro y veo como tragas, quiero enseñarte que no me das asco, que expresar lo que duele es complicado y a mi me sale así. No sé gestionar esto. 

Cierro mis ojos lento a la vez que me acerco a tu piel. Poso mis labios entreabiertos en tu abdomen y entierras tus dedos en mi pelo directamente cogiendo aire profundamente. Te mojo y cierro mis labios en tu cálida piel. Paso mi lengua y escucho tus jadeos.  No puedo más con esta lentitud, quiero arruinar de una vez tu cuerpo con mis labios. Poso mis manos abiertas en tu culo y te acerco lo más que puedo. Entierro mi cara en ti, succionando cada esquina. Tú te inclinas hacia atrás para observar como te devoro mientras me acaricias. Escucho como lo disfrutas y yo me pongo peor. Quiero que te acuerdes como te he tocado, quiero que sea lo único que quepa en tu cabeza. Quiero que me odies por lo que te hago sentir. Quiero escribirte que me desesperas con mis labios. Hundo mis dientes en tu piel y te miro, quiero creer que tus ojos son transparentes y sinceros. Que toda esa necesidad la sientes de verdad. 

Veo como respiras sin descanso, no sabes como. Te quitas la camiseta, sin sujetador te me presentas. Te sientas con brusquedad encima mía, de rodillas, una pierna en cada lado. Me atraganto, mis ojos perdidos en tu cuerpo. Tú sólo me miras y veo que te duele la frustración, que yo soy tu única salvación. Poso mis manos en tu culo, te aprieto con necesidad llevándote más cerca. Tus pechos a la altura de mis labios y a mi se me agua la boca. Te miro y no puedo más, pero tú menos porque me llevas hacia ellos con tu mano en mi cuello. Mis labios se chocan contra tu pecho y sueltas un suspiro. No sé hacerlo de otra manera, sólo me sale acariciarte con ansiedad.

Todo tu cuerpo es tan delicado, no quiero romperte con mis manos. Pero lo hago porque no sé tocarte con paciencia, mis manos arden, tiemblan, tengo la necesidad de hundir mis dedos, apretarte. Es que no puedo ser suave cuando te veo así, te atreves a tirar de mi pelo, a morderte el labio, a presionarme contra ti. Las ansias me comen y es que me muero por tenerte. 

Sobran las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora