Capítulo 44: Nuestro destino. «Final»

2.7K 255 72
                                    

4 años después.

Narra Hayami.

Estamos en víspera de Año Nuevo; es increíble lo rápido que puede pasar el tiempo.

Mei, nuestra pequeña traviesa, que para sorpresa de ambos no tuvo el Byakugan, sino unos hermosos ojos color chocolate, se escabulle por toda la casa ocultándose de mí.

Bien, puede tener mis ojos, ¡pero en todo lo demás es idéntica a Neji! Su cabello, su rostro, sus labios... es una mini-copia de su padre.

—Mei~.— canturreo, mientras busco entre la sala y la cocina la posición de mi pequeña.—Ven aquí jovencita~.

—¡No!— oigo su exclamo detrás de uno de los sofás.

—Mei...

—¡Mamá, no!— su voz, suave y aguda, vuelve a negar.

Debo ponerle el vestido, y ella odia el vestido. ¿Por qué? ¡Se ve tan tierna!

—Bueno, si no vienes, dile adiós a Pandi.— tomé el peluche de panda y lo coloqué sobre la canasta de ropa sucia.

Pandi... ese nombre me trae tantos recuerdos. Sasuke se lo regaló a Mei para su cumpleaños la última vez que estuvo en Konoha, él sabe cuánto amé a Pandi.

—¡No, Pandi!— sale de detrás del sofá y corre a como puede hasta mí.—¡Mami, Pandi es mío!

Choca contra mis piernas, a lo que la sujeto en brazos y doy una vuelta.

—¡Así te quería agarrar!— le hago cosquillas.—Señorita, ¡te pondrás el vestido!

—¡No!

Suspiro, rindiéndome ante ella. No podré convencerla.

—Tu ganas.— una enorme sonrisa se dibuja en su rostro, a lo que no resisto de tomar de uno de sus mofletes y halar de él.—¡Pequeña revoltosa!

—¡Mami!— lloriquea, soltándose de mi agarre.

—Ahora dime, ¿por qué hay una silla junto a la entrada?— cuestiono confusa.

En ese instante, y para mi sorpresa, la cerradura de esa misma puerta suena, señalando que alguien estaba por entrar. Mei se sobresalta, corriendo a la silla y subiéndose en ella.

—Mei, baja, te puedes caer.— me acerco unos pasos a ella, pero me detengo al ver cuando la puerta se abre.

Neji entra, siendo recibido por un salto de la castaña menor en su espalda. Ahora entendía, era un ataque sorpresa.

—¡Papi! Esa no la veías venir, ¿cierto?— ríe, columpiándose en sus hombros.—¡Tus defensas estaban bajas! ¡Gané!

—Mei...— Neji muestra una pequeña sonrisa, negando.—Tsk. Tendré mejores defensas para la próxima. Me tomaste desprevenido.

—¡Sí!

—Ahora, a vestirse, pequeña.— la bajo de sus hombros, a lo que ella se suelta con pereza y da un par de quejas.—Te quiero lista en cinco minutos, ¿entendido?

—¿Cinco? ¡Subir a mi cuarto tarda eso!— continúa quejándose.

—Cuatro...

—¡Noo! Cinco, cinco son mejor.— fuerza una sonrisa y desaparece de aquí.

Escucho una pequeña risa, proveniente del chico junto a mí.

—¿Qué te da gracia?— lo abrazo por los hombros, plantando un suave beso en su mejilla.

—Nada.— niega.—Solo pienso que ella es igual a alguien que conozco, no lo sé, perezosa, risueña, orgullosa...

—¡Hey!— le detengo, al saber que se refiere a mí.—No soy así.— él eleva una ceja, incrédulo.—Bueno, no siempre...— balbuceo, dándole la razón.—¿Quieres comer algo?

Our Destiny. ➳Neji Hyuga [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora