Our Destiny. ➳Neji Hyuga [2]

Capítulo 24: Danzo Hokage.

Narra Hayami.

Estamos en mi carpa, ahora es lo único que me queda de mi casa. Ayer fui a los escombros de la misma, buscando todo aquello que pudiera seguir funcionando, encontrando algunas fotos y recuerdos preciados. Son como las siete de la mañana y no puedo volver a dormir, odio que la luz del sol queme mis ojos y me impida seguir durmiendo. Aunque es inútil intentar dormir más temprano, siempre me acuesto tarde.

Neji dormía plácidamente junto a mí; yo abrazaba su cálido cuerpo, ocultando mi rostro contra su pecho desnudo, a lo que él me abrazaba de la cintura. Un pequeño camino de baba recorría su boca, pero aún se veía tan... ¡adorable!

Una sonrisa se formaba en mi rostro, mientras veía de forma intensa a Neji, me causaba emoción de verlo tan cerca. ¿Por qué? No lo sé, pero me encanta.

Se veía tan tranquilo, mucho menos que despierto.

Alto... ¿Él pensará lo mismo de mí cuando duermo?

—Neji...— comienzo a acariciar su suave cabello.—¿Estás despierto?

Él abre con dificultad uno de sus ojos, para seguido soltar una risa. Vuelve a cerrar su ojo y suelta un suspiro.

—Ahora sí.

—Lo siento. Pero ahora que estás despierto...— me siento en el futón del piso en que dormimos, de piernas cruzadas y con un risa inocente.—¿Salimos a caminar?

Escucho un fuerte ronquido.

—¡Es lo más falso que he escuchado en mi vida!— tomo mi almohada y le golpeo en la cabeza.—¡Toma clases de actuación!

—¡Ya, ya!— sostiene mi brazo, evitando que le siga golpeando.—Está bien, ya estoy despierto...

Suelto una risa y me coloco de pie, para seguido ir a buscar algo de ropa para cambiarme, al ya tenerla en mis manos volteo a Neji, quien se colocaba su camisa. Él me miró confuso, esperando a que continuara.

—Hmp.

Me volteo algo avergonzada, comenzado a quitarme la camisa, seguido el pantalón. Escucho como unos pasos se acercan a mí, no evito colocarme aún más roja.

—Parece que me has facilitado el trabajo.— susurra cerca de mi oído, para seguido acariciar mi cintura.

Yo volteo a él, soltando una sonrisa de boca cerrada, para unir nuestros labios en un largo y dulce beso, el cual fue subiendo de volumen, tomando más intensidad.

[...]

—Buenos días, chicos.— saludo a Fumiko, quien caminaba junto a Hisoka.

Neji iba junto a mí, al notar que nos acercamos se coloca serio.

—Hola, Hayami.— me saluda ella.

—¿Saben algo de la reconstrucción de la aldea?— le pregunto.

—De hecho, vamos para allá a ayudar.— informa.—Pero me ha llegado un chisme enorme.— Fumiko toma mi brazo y me separa de los chicos.

—Chicas...— suspira algo nervioso Hisoka.—Una vez que están juntas es difícil separarlas.

—Lo sé.— responde Neji de la misma manera.

—Hayami.— ella llama mi atención.—¿Sabes la noticia?

—¿Cuál?

—Tsunade-sama ha sido retirada del puesto de Hokage, ya que está en coma.— susurra.

—¿Qué?— me sorprendo.—No, no pueden hacer eso, ¿qué sucederá con la aldea?

—Esa es la peor parte.— frunce el ceño.—Hay un tipo al que nombraron sexto Hokage. No muchos saben de él, pero se hace llamar Danzo.