Capítulo 10: Yace el rojo en las mejillas.

3.8K 331 25
                                    

Narra Hayami.

Todo fue mejor de lo que esperaba con la aldea, hay muchos voluntarios a proteger estás tierras con sus vidas. Aunque claro, no es necesario, para eso están mis amigos y yo. No me arriesgaré a perder a alguien.

Suspiro y vuelvo a la cabaña, los chicos están fuera, le hablé a Shiro que les explicara un poco más del lugar, es importante que sepan de cada rincón de la zona, para que así puedan proteger cada posible punto ciego de la misma. Sé que debería hacerlo yo, pero en este momento estoy pensando en cómo haré para que entre todos podamos cubrir toda la zona.

Entro, y como dije, la cabaña se encuentra en completo silencio, no hay nadie dentro.

—Deseo dormir.— bostezo antes de entrar a mi habitación y sentarme sobre el escritorio color azul que hay, y mirar un par de papeles sobre éste mismo.—No, no puedo hacerlo.— me niego a cerrar mis ojos, aunque ya tenía mi cabeza sobre el escritorio a punto de dormirme.

—Hayami.— escucho mi nombre detrás mío, lo que causa que me sobresalte y voltee a esa persona.—Lo siento, creí que necesitarías... ayuda.

—¿Ayuda? ¿Yo? Claro que no.— niego algo avergonzada y nerviosa, limpiando mi mejilla de la cual corría un pequeño camino de baba.—No deberías estar aquí, Neji, deberías ir con los otros.

—El viejo lobo me dijo que fuera contigo, algo mencionó sobre el tiempo, una nota y los otros viejos lobos.

¿Otros viejos lobos?

Lo olvidé. Tengo una reunión con Kirioyi y los otros en el bosque. Qué pesado, ni respirar puedo.

—Bien, gracias.— cierro mis ojos con fuerza y los froto con mis manos frustrada. A este paso no me extrañaría la migraña.

Sueno a una abuelita de sesenta años hablando de dolores de cuerpo, migraña, y pronto, artritis. Agh.

—Neji, ¿me acompañarías?— propongo abriendo mis ojos, noto que su expresión es levemente sorprendida, pero se mantiene neutro.

—Como quieras.— yo asiento cansada, tomó mis cosas del escritorio y camino en dirección a la salida de la cabaña. Neji camina detrás de mí.

[...]

—No decimos que tu trabajo esté mal hecho, solo que... no creemos que puedas cargar con toda la responsabilidad.— habla uno de los lobos.

—¿Qué no puedo? Soy capaz de muchas cosas, y esta es una de ellas. Es mi deber, no puedo simplemente decir que no lo quiero y ya. No.— refuto.

Neji estaba mirando la escena desde lejos, alguien había tocado el tema de la seguridad de la aldea. Creen que necesitan a un gobernante que esté con ellos todo el tiempo, y tienen razón, pero como ya es claro, yo no puedo hacerlo.

—Hayami-sama, hay que considerar la situación, poniendo de ejemplo lo que sucedió hace una semana.— habla Natsu.

—Y estoy trabajando muy duro para acabar con ello, o bueno, todos lo estamos haciendo.— le contradigo.

—Bien, dejemos las cosas así.— nos detiene Kirioyi.—Hayami, tu trabajo ha sido de mucha ayuda y te lo agradecemos de corazón. Sobre el otro tema, ya habrá tiempo para resolverlo, ahora tenemos cosas más importantes que hacer.

—Correcto.— continúo.—Vuelvan con rapidez a sus cargos, e infórmenles a los que cubren las entradas que restrinjan el paso, nadie sale ni entra de aquí sin un permiso únicamente mío.

—Sí, Hayami-sama.— responden los presentes antes de todos retirarse.

Los únicos que quedamos fuimos Neji, Kirioyi y yo. Suelto un suspiro exasperante y miro al cielo.

Our Destiny. ➳Neji Hyuga [2]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora