_ ¿Quién es?_ le preguntó su amigo. Un chico que se encontraba por poco días en Los Ángeles, ya que vivía en Londres.

_ Es el amor platónico de mi hermano... Se llama Tatiana...

_ No seas mala, Julianne..._ le decía la otra persona_. YDylan, no le hagas caso. Si Alan la escuchara, le cortaría la cabeza en este momento.

_ Estefanía... Si es mentira, ¿por qué a veces parece un tonto al verla cuando se despiden o se saludan? ¿No te parece obvio?... Y si a ver vamos, ¿desde cuando no le conozco una novia? ¿Y qué es lo que más le duele al decirle adiós a Los Ángeles, sabiendo que dentro de poco se irá a Yale?

_ Dios, Julianne... Jamás quisiera caer en tu lengua..._ dijo su amigo, Dylan. Mientras volvía a girar su mirada hacia mí.


   Cuando al fin la canción "You've got a way" terminó. Y Alan y yo nos detuvimos. Escuchamos a lo lejos no tan solo los aplausos de Julianne y de Estefanía. Sino también los de Dylan. Volviendo ese instante, en nuestro primer encuentro, pues al escucharlos, mi mirada fue hacia el lugar en donde ellos se encontraban. Por lo que fue la primera vez que lo vi.


_ Es mi hermana con unos amigos..._ dijo Alan al sonreírse. Al observar mi asombro_. Siempre dándonos publicidad...

_ Ya veo...


    Me acerqué junto a él al lugar en donde se encontraba su hermana. Ella no paraba de hacernos porras. 


_ Mi hermano es el mejor... ¡Gracias a Tatiana obviamente que lo convenció de que patinara junto a ella!... Sino seguiría jugando Hockey en su tiempo libre...

_ ¡Que hermanita me gasto!_ dijo al saludar a todos_. ¿Cómo estás Dylan? ¡Qué sorpresa es verte de nuevo por aquí!

_ Dylan, te presento a Tatiana..._interrumpió Julianne_. Tatiana, él es un buen amigo de nuestra infancia.


   Lo miré algo apenada. Y él se percató de aquello, sin darle importancia.


_ Es un gusto conocerte, Tatiana... Me encantó su actuación en la pista de hielo._ dijo al extender su mano derecha_. No sabía que Alan había decidido dejar un momento sus implementos de Hockey, antes de entrar a la universidad.

_ Gracias..._ dijimos Alan y yo al mismo tiempo.

_ Julianne como siempre algo impudente..._ dijo Estefanía al sonreírse_. Alan sólo está ayudándole en esta competencia. El compañero de Tatiana se lastimó y no podrá competir. Y ya se habían escrito como pareja.

_ Christian me ha dicho que ya no participará más. Está será mi última competencia en pareja.


   ¿Puede la vida jugar con dos vidas en un instante inesperado sin ninguno de los implicados percatarse del juego que se está realizando alrededor de ellos?


   Esa respuesta pronto habría saberla mi ser, sin saberlo...


_  Bueno, es hora de despedirme... Tengo que irme. Le prometí a mi madre que llegaría temprano._ dije mientras tomaba mis cosas, para pronto marcharme. A la vez que me quitaba los patines y me ponía mis zapatos de gomas.

_ ¿Quieres que te lleve?

_ No te preocupes, Alan... Gracias... Y en verdad, fue un gusto conocerte Dylan. Adiós chicos...


   He rememorado ese ayer. En mi cabeza ha habido una especie de zigzag en el tiempo. Un antes y un después de ese instante.


    Ese día inesperado en mi vida, no tan solo me encontré con su mirada, sino con un sentimiento que me haría sentirme enamorada y menos frágil de lo que pensaba que era. Y luego, en medio de otro sentimiento que jamás imagine experimentar de esa manera en que lo viví.


    Si revivo ese  recuerdo me hace daño si pienso en Dylan. Aunque no me pregunten como he logrado durante todo este tiempo tratar de seguir adelante y olvidar ese ayer. Hay verdades que jamás permitirán hacerle ver o entender cuanto lo amé... Y me lastimó ese ayer.


_ En verdad me sorprendió cuando Julianne me comentó que habías dejado el hockey por un momento... Al principio pensé que bromeaba... ¿Patinaje sobre hielo? ¿Tú?

_ ¿No te contó mis razones?... ¿O fue más allá de sus ideas?_ sonrió Alan mientras tomaba sus cosas.

_ He preferido saberla de ti..._ dijo y ambos se rieron.

_ Tuve un accidente en un juego... Una fractura y muchos dieron por hecho que jamás volvería a patinar. Nadie creyó que volvería a hacerlo... hasta el día en que conocí a Tatiana... Fue el año pasado. Era la nueva en el colegio y la compañera de clases de uno de mis amigos. Ella me hizo creer en lo inalcanzable e imposible al creer en mí. Por lo que cuando volví a ver con mis propios ojos que podría volver a patinar... Decidí regresar al equipo. Y hacerles ver a muchos lo equivocados que estaban. Y luego, al saber que su compañero de patinaje se había lastimado y la dejó sin nadie que le sustituyera... Decidí ofrecerme de voluntario. Fue mi forma para agradecerle el haber tenido esperanzas sobre mí... Gracias a sus palabras de ánimo jugué uno de mis mejores juegos con el equipo. Y me gradué con honores en el high school este año. Es lo menos que podía hacer por ella.

Si Sólo Pudieras Ver... Todo lo que SoyHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin