Capítulo 12

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Capítulo 12

     Me marché con Dylan, despidiéndonos de Alan. Sintiendo que una parte de mí se había quedado allí. Quizás la parte que siempre estaría agradecida con él.


    Pasamos el resto de la tarde juntos. Y cuando vimos que ya había empezado a oscurecer. Le dije a Dylan que no tenía problema si él deseaba quedarse en mi casa. Que a mí no me molestaba si él se quedaba allí a dormir en la habitación de invitados. Y a mi abuelo y a mi madre tampoco. En especial mi abuelo, quien le había tomado mucho cariño y se la pasaba hablando con él.


_ Déjame preparar algo para cenar...
_ ¿Te ayudó?
_ Bueno... Prepara la mesa..._ dije al sonreírle de manera cómplice.


   Sabía que lo amaba. Lo sabía a la perfección con tan solo mirar sus ojos. Y cuando sentía que estaba en casa, cuando él me abrazaba y me besaba. 


    Cenamos juntos a mi familia y luego de que él me ayudó a lavar los platos sucios. Nos dirigimos a la sala y nos sentamos a hablar. 


_ ¿Te apetece un helado?... Pues a mí sí..._ dije al abrir mi envase de helado de ron pasa con mantecado, mientras nos sentábamos en el sofá_ ¿No me dirás que no quieres ni un poco, mira que el helado también tiene sentimientos?
_ Está bien..._ sonrió y tomó un poco, de mi cucharilla.
_ Hace tiempo que no hacía esto.
_ ¿Hacer qué?_ me preguntó con cierta picardía.
_ Comerme un helado. 
_ A veces eres algo ocurrente...
_ Sí...Tú me haces querer ser ocurrente... Eres el verdadero responsable...


   Me recosté en su pecho, mientras él me empezaba a acariciar el cabello. Hasta aquel instante en que el silencio nos rodeo bajo esa atmósfera única. Éramos tan solo él y yo, tras un sentimiento que se hacía fuerte en los dos. Un sentimiento eterno. Terminamos de comernos el helado. Y cuando empezamos a observar que algo se hacia inevitable. Dylan hizo que miraba su reloj. Sabía que yo era distinta a las chicas con la que él había salido anteriormente. Y más era consciente que mi abuelo y mi madre se encontraban allí.


_ Creo que es momento de que me marché... Tú debes irte a la cama. Ya es tarde._ susurró, mientras yo le miraba con malicia.
_ ¿Harás ahora de mi papá?... Creo que ya estoy grandecita para eso..._ lo miré con cierta picardía, mientras me colocaba en frente de él_. Te dije que quería que te quedaras... Y mi abuelo y mi madre no tienen problema. Mi abuelo le encanta verte aquí.


    En el momento, nuestros labios volvieron a encontrarse, se tocaron, una posesividad nos dominó. Sentí la forma en que Dylan se dejaba llevar por ese beso que nos unía aún más que antes. Coloqué mis manos en su espalda. Su olor y el roce de su piel me tenían extasiada. Como si estuviese viviendo un sueño. Sintiendo mi vida futura, allí, en ese instante. Sin imaginar la verdad que se me avecinaba como una tormenta.


_ Te amo..._ le susurraba, al acariciar su cabello con picardía, mientras ambos rompíamos aquel beso _. Te amo... No sé qué has hecho en mí...
_ Ni yo... No sé que has hecho en mí..._ dijo al rozar mi mejilla derecha_ ¿Te gustaría ver lo que estoy viendo?_ susurró al mirarme con dulzura_. A un bello ángel...


    Nada es eterno. Lo había escuchado. Aunque yo no era partidaria de aquello. Creía en el amor. Era una eterna y fiel enamorada a la idea de cuando amas, estarás siempre con esa persona cuando el sentimiento es mutuo y real.

Si Sólo Pudieras Ver... Todo lo que SoyWhere stories live. Discover now