Cap. 35 | Un Mes

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—Darren... —sollozo—. Tienes que llamar a Darren y... decirle que estoy en el hospital... Auch... —Violeta asiente y la pierdo de vista cuando me suben a la ambulancia.

El dolor es algo insoportable, siento como si me estuvieran cercenando con millones de objetos filosos; es un desgarre que se desprende desde el fondo de mi alma y le prohíbe el paso de aire a mis pulmones.

Inhalo y exhalo como me dicen los paramédicos, pero nada logra controlar mi pánico y el dolor sigue expandiéndose por cada parte de mi cuerpo.

Comienzo a ver puntitos blancos y rojos a mi alrededor, aprieto en puños el borde de la camilla y grito; lo hago tan fuerte que estoy segura que los demás automovilistas pensarán que están asesinando a alguien en esta ambulancia.

Cierro los ojos y lo primero que viene a mi mente es el rostro sonriente de Darren, sus cálidos ojos azules y esa expresión de tener al mundo en la palma de su mano; el mundo que quiso darme y que por estúpida perdí.

Los oídos me zumban y veo todo borroso a causa de las lágrimas, siento que me mueven y de repente, ya estoy atravesando un pasillo de paredes blancas y azules.

—¿Cuánto tiene? —escucho vagamente una voz masculina, alguien le responde pero no alcanzo a entender qué es lo que dice—. Busquen al doctor Hillsong y la doctora Gordon...

Gimo cuando siento el pinchazo de la aguja en mi muñeca. Escucho un par de murmullos de algunas voces desconocidas.

—Da... Darren —sollozo.

Alguien se acerca a mí. —Tranquila Ember, ya hemos llamado a Dixon... —un par de ojos azules conocidos se cuela en mi campo de visión—. Necesito que te calmes, estás alterada.

—Jack... son —balbuceo.

—Estoy aquí —responde—. Em, tu ritmo cardiaco está muy elevado, no podremos intervenir si no te tranquilizas.

—Mis... mis bebés.

—Em, es por ello que necesito que tu presión se normalice, tu fuente se ha roto y estás teniendo contracciones.

—Quiero a Darren... por favor, llámalo —suplico, sintiendo las lágrimas derramarse de mis ojos.

—Él viene en camino, ya lo hemos localizado —informa—. Ahora, necesito estabilizarte, de lo contrario...

—Haré lo que me... pidas.

—Bien. En cuanto logremos controlar tu ritmo cardiaco, te prepararemos para que entres en labor de parto.

Jackson se marcha dejándome a solas con un par de enfermeras de mediana edad que me miran con ternura.

🌈

—¡Ah! —el grito sale desde lo más profundo de mi garganta, la cual siento que está en carne viva.

—Respira —susurra Darren en mi oído, apretando más mi mano.

Intento llenar de aire mis pulmones pero mi cerebro ha olvidado el proceso para hacerlo.

—Emmie, vamos... puedes hacerlo cariño —la suave voz de Darren se cuela por mis oídos y sus maravillosamente hermosos ojos azules aparecen en mi campo de visión.

Inhalo y exhalo, gotas de sudor cubren mi frente y la parte superior de mis labios; cierro los ojos y aferro más las manos de Darren, enterrando mis uñas en su suave piel.

Con un grito de guerra, pujo un poco más hasta que siento que algo dentro de mí baja y deja un espacio vacío.

Mi pecho se hincha de emoción cuando escucho el llanto de mi bebé.

Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora