Cap. 27 | Definir

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Escucho con atención y completo silencio. Del otro lado de la línea telefónica, tengo a uno de mis mejores amigos y al parecer no está viviendo una buena situación ahora.

—¿Cuándo llegarás? —pregunto, esperando la respuesta mientras firmo un documento—. Okey, iré por ustedes al aeropuerto.

Cuelgo la llamada y tomo las carpetas para dirigirme a la junta.

Todo parece ir muy bien en cuanto a la recuperación de Ember, aún no hemos dejado el Green Fields porque Jeremy todavía tiene que comprobar ante el juez que Ember ha cumplido con las pautas estipuladas en el testamento de Scarlett St. James.

La reunión transcurre de lo más normal, hablamos sobre el incremento en la bolsa de valores, sobre los nuevos clientes que el banco está teniendo y de muchas otras cosas más, a pesar de ya no estar llevando las riendas del Golden Bank, como accionista tengo que asistir a este tipo de reuniones y dar mi consentimiento para algunas cosas.

—Darren, necesito hablar contigo —informa mi padre, una vez que la reunión ha terminado—. Te espero en mi oficina.

Asiento y me encamino hasta los baños del último piso, me mojo la cara, inhalo y exhalo, tratando de serenarme y de armarme de paciencia y coraje, porque estoy seguro que el hablar con mi padre terminará en una discusión.

Salgo del baño y me dirijo a la oficina de Avery Dixon, con intención de no discutir con él.

—Adelante —su voz suena amortiguada por la puerta.

Inhalo y exhalo nuevamente antes de abrir y entrar. —¿Quieres hablar conmigo? —inquiero—. ¿Sobre qué?

—He hablado con Braxton, me ha dicho que quiere abrir una nueva cuenta en el banco pero a nombre de otra persona, ¿qué sabes sobre eso?

Parpadeo sorprendido. —Nada. Yo no sabía que Braxton quisiera abrir una nueva cuenta en el Golden, y mucho menos que fuese a nombre de otra persona, ¿cuándo hablaste con él?

—Ayer —mi padre, toma la carpeta de piel y me la entrega—. Me habló por la tarde y esta mañana Jeremy Ferragni me trajo esta carpeta.

Leo los documentos pero sigo sin poder entender absolutamente nada.

—¿Qué más te dijo?

—Nada realmente, solo me pidió que abriera esa cuenta.

—Pero debe ser una broma, ¿para qué demonios querría esta nueva cuenta?

—Sabes que no tendría problema con hacerlo —habla mi padre—. El problema está en que la cuenta no será a su nombre y la cantidad con la que piensa abrirla e invertir es muy grande.

—No hagas nada —digo—. Hablaré con él y luego te diré si puedes o no proceder con lo solicitado.

—De acuerdo —accede—. Ahora, pasando a otro tema, ¿Darren, qué has pensado acerca de lo que hablamos?

Suspiro y niego con la cabeza. —Sabes cual es mi respuesta, no he cambiado de opinión.

—Hijo, por favor... es momento de que...

—Dame tiempo, necesito equilibrar todo en mi vida y por el momento, hacerme cargo del banco no está en mis planes.

—Bien... solo promete que lo pensarás, no quiero que alguien más tome el puesto que por derecho te corresponde.

—Papá...

—Estoy muy viejo y cansado como para seguir al frente del Golden.

Una opresión en el pecho me hace tragar duro. —¿No te has sentido bien? —la preocupación es notable en mi tono de voz.

Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|Where stories live. Discover now