Cap. 14 | Azul

2.4K 208 82
                                    

—¿Quieres decirme en qué demonios estabas pensando al verte a solas con Karidis?

El rostro de Darren está tan rojo que pienso que en cualquier momento puede empezar a echar espuma por la boca.

—¿Qué? Yo no me cité con él, solo fui al hipódromo a visitar a Patch.

Él parpadea confundido. —¿A quién?

—A Patch, es el caballo que mi madre me regaló.

—¡Jesús, Ember! —exclama—. ¿Tienes idea de lo que sentí cuando vi que ese infeliz te estaba tocando?

Muerdo mi labio, mirando la angustia, desesperación y los celos llenar su mirada, este hombre es todo y más de lo que me merezco.

—¿Piensas que tendría algo con ese tipo? —pregunto, sentándome a horcajadas sobre él y acariciando sus mejillas.

—No. Pero sé que él si quiere algo de ti.

—No lo conseguirá jamás, porque el único hombre al que yo quiero está aquí, frente a mí.

—¿Sí? —inquiere.

—Sí —afirmo, rozando nuestros labios antes de profundizar el beso.

Las manos de Darren aprietan mi cintura y siento su erección chocar contra mi centro, despertando mis terminaciones y haciendo que un dolor agudo se instale en mi entrepierna.

—¿Vas a hacerme el amor, Darren? —pregunto, rezando e implorando porque su respuesta sea afirmativa.

Sus ojos azules se encuentran con los míos y sé que sí. Darren va a volver a hacerme el amor.

Sus manos van a mis nalgas y las aprieta, levantándose del sofá conmigo envuelta a su alrededor, sin dejar de besarnos, sube las escaleras, llevándome a su habitación.

Tengo la cruda necesidad de sentirlo dentro de mí, de tenerlo firmemente presionado contra mi cuerpo, estoy muriendo de ganas de volver a estar con él, pero Darren rompe el beso y me deja sobre mis pies, lo miro confusa, hasta que él señala con un gesto de sus ojos hacia la cama.

Mi corazón golpea contra mis costados cuando miro la habitación, está llena de pétalos de rosas, velas aromáticas y pequeñas luces que cuelgan del techo, la cama está adornada con un enorme corazón de rosas rojas.

—No puede ser... —mascullo.

—La primera vez es algo importante para las mujeres y dado el hecho de que no me diste tiempo, decidí que tenía que hacer algo para la segunda vez que te tuviera en mis brazos.

Lo miro asombrada y un poco atolondrada. Este hombre es una caja llena de sorpresas.

—¿Te gusta?

—Me encanta —respondo, tratando de controlar mis emociones y mis lágrimas que amenazan con resbalar por mis mejillas.

La razón de que esté así, con unas inmensas ganas de llorar no son a causa del detalle tan hermoso que tuvo para conmigo, no; estoy así por la expresión en su rostro, por la calidez de su mirada y por la forma en la que me sostiene contra él.

Darren Dixon es tan condenadamente romántico que no me sorprendería terminar enamorándome de él, si es que no lo estoy ya.

Me embarga una sensación de felicidad que me provoca escalofríos.

—Ember te mereces esto y más, pero por el momento, solo puedo pedir disculpas de esta manera —dice, mirándome fijamente con sus hermosos ojos azules.

Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|Where stories live. Discover now