Cap. 19 | Ángel Guardián

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Intentaría muchas cosas si de eso se tratara, pero no es así, no hay nada que pueda hacer para recuperar lo que alguna vez tuve y perdí.

Sandra y Paula fueron dos mujeres importantes en mi vida y las perdí a ambas... Ahora comienzo a creer lo que por tanto tiempo estuvo circulando en todo Houston; estoy maldito.

Todo lo que amo, todo lo que toco, termina muriendo.

Tal vez es mejor que Ember tome distancia, tal vez es mejor que ella se aleje de mí, puede que eso le permita seguir con vida.

No podría soportar perderla a ella también, eso acabaría con mi vida, me volvería completamente loco si algo le sucediese por mi culpa.

La primera vez que conocí a Ember, supe que ella sería la chica más importante en mi vida, supe que la amaría hasta el último día de mi existencia.

Pero, aún queriéndola como la quiero, no estoy dispuesto a verla agotar el último latido de su corazón por mí... ya he tenido suficiente con perder todo lo que he amado.

A Sandra la perdí justo el día de nuestra boda y creí que nunca lograría superar ese dolor, hasta que comencé a mirar a Paula con otros ojos y pasó de ser mi mejor amiga a convertirse en mi esposa. No solo las perdí a ellas, también perdí a los bebés que llevaban en sus vientres; a mis hijos.

De nada me servía rogarle a Dios por sus vidas, él las arrebató de mi lado, él no ha hecho otra cosa más que quitarme todo lo que he amado y si continúo al lado de Ember, sé que tarde o temprano, él me la quitará.

El avión aterriza en Nevada dos horas más tarde, sin mirar a nadie alrededor, bajo y tomo mi maleta de la cinta, dirigiéndome hacia las escaleras.

Una sonrisa se expande en mis labios al leer el cartel que sostienen un par de tipos vestidos como muñecos Ken.

—Aquí viene Dixon —exclama el rubio.

—¿Qué demonios hacen con ese cartel? —pregunto—. ¿Podrían bajarlo ya?

—Oh, vamos niño bonito, disfruta de tu bienvenida —Kian esboza una sonrisa petulante.

—Me alegra verte Darren —expresa Adam, pero no puedo pasar desapercibida la tristeza en sus ojos.

—A mí igual —digo—. ¿Así que volviste a la UFC?

Adam se encoge de hombros y asiente, restándole importancia al asunto.

Nos dirigimos al auto y en el trayecto hacia el hotel, conversamos de todo un poco, recordando viejos tiempos, hablando sobre nuestros días en la universidad, aunque después de aquel curso, todos nos separamos y tomamos caminos diferentes.

Kian es dueño de Images Publishing, una compañía de publicidad y marketing en Atlanta. Adam es el heredero de la naviera más importante en el país, aunque después de su separación y la traición que sufrió por parte de Lauren su entonces prometida, abandonó todo y se refugió en un lugar que todavía es desconocido para mí. Max por su parte, también sufrió la traición de su exesposa y se volcó por completo en el trabajo, logrando eclipsar a las demás compañías arquitectónicas, Armstrong Buildings Inc., se ha colocado en la cima gracias a años de esfuerzo y dedicación que Max ha puesto en ello.

Braxton, quien es parte de mi familia, también ha tenido que luchar muy duro para dejar atrás el apellido de su padre, forjándose un futuro por su propia cuenta, logrando tener la editorial más importante no solo en Carolina del Norte, si no también en el país entero.

Todos y cada uno de nosotros hemos tenido que trabajar muy duro para lograr el éxito del que hoy podemos disfrutar, Jeremy y Aiden son los únicos abogados en nuestro grupo, y ellos al igual han tenido buenos y malos momentos, hasta que decidieron abrir una firma hace un par de años atrás, y tal fue el éxito que Jeremy se quedó en Houston y Aiden se quedó en Nueva York manejando la sede que abrieron allí.

Daddy Issues© #ProyectTMYLM |TERMINADA|Where stories live. Discover now