Tus brazos se movían con gracia, como si fueras una bailarina de ballet.
La canción de fondo, tu pasión, todo encajaba perfectamente en aquel sublime cuadro que había sido pintado por tu novio.
Sonreiste al ver la obra finalmente terminada, no habías posado, pero todo parecía tan real.
Te preparaste para ir a la agencia. Los chicos se habían adelantado ya que tu estabas muy ocupada ensayando tu solo.
Al subirte a la camioneta, todos los pensamientos positivos quedaron de lado, tres taxis chocaron contra el auto, generandote un gran dolor en el pie derecho. Rápidamente miraste la zona, tu pie estaba lleno de sangre.
—¿Está bien?— le preguntaste al conductor.
—Si, no se preocupe— gritó.— ¿Usted?
Evaluaste qué tan grave podría ser la lesión, y en definitiva le dijiste que debían ir a un hospital. Lo más seguro es que tuvieras le pie roto.
Las noticias llegaron a los oídos de los chicos. El Staff estaba tan preocupado como ellos. Sin pensarlo dos veces, Jungkook tomó un taxi y fue al hospital sin importarle quién lo manejaba.
Corrió por las instalaciones, preguntando por ti. La enfermera le dijo que estabas en cirugía, iba a demorar. Él quería verte, quería comprobar que estabas bien.
Sin pensarlo, las lágrimas comenzaron a a caer por su rostro. No podía hacer nada más que esperarte. Estaba lleno de impotencia.
Tres horas, fue el tiempo que estuvo sentado en una silla esperando por ti. Cuando saliste, corrió a verte. Aún estabas dormida, pero pudo comprobar que estabas bien. Besó tu frente y los chicos pudieron pasar a verte. Traían regalos, dulces, pasteles, peluches. De todo.
—Jungkook casi muere, nunca lo había visto correr tan rápido.— mencionó Namjoon.
Todos rieron por el sonrojo del joven. Había llorado y se notaba.
Al final, todos te hicieron compañía, pero tuvieron que irse.
—Está bien, podrás venir mañana.— trataste de convencerlo en vano.
—¿Y si vuelven por ti? ¿Y si te pasa algo y no estoy? ¿Y...?
—Jungkook, estaré bien. Ve a descansar, mañana tienes un concierto que de dar.
Él asintió y se despidió. Cuando estaba en la puerta viste como se volteaba.
—¿Sook?
—¿Si?— dijiste.
—Te amo.
