Capítulo veinte.

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"Mira en mis ojos, me estás matando. Todo lo que quise eras tu"

Punto de vista de Nicolás.

Primero que todo, estoy destruido. Quisiera poder retroceder el tiempo para que el puto accidente no pasara.

El Jaime no debería estar en ese hospital, debería estar aquí, conmigo.

Deberíamos estar abrazándonos, besándonos, amándonos.

Sé que es bastante hipócrita de mi parte decirlo, pero necesitaba verlo, a pesar de estar evitándolo todo este tiempo.

Estaba acostado en mi cama, mirando el techo como aweonao, escuchando en mi reproductor de música "The Kill - 30 Seconds to Mars".

Mientras tarareaba la canción, las lágrimas salían de mis ojos sin permiso.

Estaba sufriendo.

Decidido me levanté y salí de la casa.

¿A dónde planeaba ir?

Caminé sin rumbo por unos minutos, hasta que sin darme cuenta ya estaba subiendo el ascensor, al departamento del Jaime. A nuestro departamento.

Apenas entré, fui a nuestra habitación. Observé todo a mi alrededor, cada detalle.

-Nicolás: Las cosas no debían salir así -Dije en un susurro.

Mis ojos ya estaban empezando a cristalizarse. Me senté en el borde de la cama, recordando todo lo que el Jaime y yo vivimos juntos.

Esto solo me hacia más daño.

Punto de vista de Jaime.

Se preguntarán que ha pasado en estos días, y si les soy sincero, nada interesante.

En cuanto al Nico, él ha dejado de venir, no responde mis llamadas ni mensajes, simplemente desapareció. Mierda, lo extrañaba.

Hoy sería el último día que estaría en el hospital. No saben cuanto deseaba salir de aquí.

Me encontraba mirando por la ventana de la habitación, pensando en las todas las cosas que han pasado en tan poco tiempo.

Aún no se la razón por la cual ocurrió el accidente. Me he estado preguntando qué fue lo que realmente pasó. Entiendo eso de que fue un descuido por ir distraído, pero sentía que algo más había pasado.

Sacudí mi cabeza tratando de alejar esos pensamientos.

Unos minutos después escuché unos pasos acercándose a la habitación, para luego escuchar la voz de el doctor que me estuvo atendiendo estos días.

-Doctor: Hola, Jaime.

-Jaime: Hola. -Dije sin mirarlo.

-Doctor: Deberías empezar a ordenar tus cosas, en unas horas más te vas de acá.

-Jaime: Sí, enseguida.

El doctor comenzó a darme recomendaciones que no me interesaban, aunque para ser sincero nada me interesaba demasiado estos días.

Las horas pasaban y yo aún me encontraba en la misma posición de antes, teniendo discusiones mentales.

Una enfermera entró a la habitación diciendo que ya estaba todo listo, que podía irme. Salí de la habitación sin siquiera despedirme.

Hace un rato el Edgar había llamado diciendo que me acompañaría hasta mi casa, pero lo rechacé. Quería estar solo.

Salí del hospital, respirando aire fresco después de mucho tiempo. Caminé dirigiéndome a mi casa, pensando en cómo mi vida cambió tan drásticamente. Actualmente mi vida parecía telenovela venezolana.

Ya enfrente de mi casa, entré. En ese momento un recuerdo pasó por mi cabeza.

Flashback...

-Jaime: Soy homosexual.

Un golpe en mi cara me hizo caer al piso.

-Papá: ¡Yo no quiero un hijo maricón!

Fin del Flashback.

¿Les confesé a mis padres que era homosexual?

¿Por eso mi papá me miraba con asco?

Un dolor de cabeza se apoderó de mi, por lo que subí a mi habitación. Acababa de darme cuenta de que mis padres no estaban.

El recuerdo seguía dando vueltas en mi cabeza. Decidí salir a tomar aire.

Me encontraba caminando por el centro de la ciudad, con la cabeza dándome vueltas.

Sin saber como, terminé frente al Mall. Otro dolor de cabeza se hizo presente.

Flashback...

Estaba con el Nico en las escaleras de emergencia. Su mirada reflejaba todo el dolor que sentía, nunca había visto tanto dolor en unos ojos. Su mirada demostraba que necesitaba ayuda, necesitaba desahogarse. Antes de que pudiera darme cuenta, estaba poniendo mis brazos alrededor suyo. Hasta que unas palabras salieron de mi boca.

-Jaime: Nunca voy a olvidar que tú fuiste el que estuvo conmigo cuando estaba hecho bolsa por esa mina, gracias... por siempre estar ahí pa mi.

Fin del Flashback.

Decidí alejarme de ese lugar. Estaba decidido, iría donde el Nico.

Estaba dirigiéndome a un paso bastante apresurado a su casa. Al estar al frente de esta, toqué la puerta repetidas veces, pero nadie abría. El dolor de cabeza volvió a hacerse presente, pero esta vez más intensamente.

¿Cuándo acabaría?

Flashback...

Me encontraba frente al Nico, con el rostro empapado de lágrimas. ¿Por qué terminó conmigo? ¿Qué hice mal?

Sin decir nada, me alejé de él, saliendo por la puerta.

No tenía idea de lo que estaba pasando. El Nico era mi pareja, ¿Verdad?

¿Por qué no me detenía?

Dentro de mi había una pequeña pizca de esperanza, no quería que él me dejara. Pero me dejó.

Caminé con una mezcla de rabia y tristeza, sin importarme la lluvia que caía ni lo que pasaba a mi alrededor.

Y en ese momento pasó, vi el auto acercándose a mi peligrosamente, pero aún así no hice nada.

No me moví.

No reaccioné.

Sólo esperé el impacto.

Fin del Flashback.

El dolor de cabeza provocó que acabara de rodillas en el piso. Era realmente insoportable.

Me levanté débilmente del piso.

Supuse que no había nadie en la casa del Nico, cuando una última posibilidad hizo una aparición en mi mente.

Mi departamento.

Salí prácticamente disparado, sin importarme el dolor de cabeza o todas las emociones que sentía al mismo tiempo.

Ya no me importaba nada más, sólo importaba Nicolás.

Ahora si que estaba seguro, de verdad amaba a ese aweonao.

Mientras subía el ascensor hasta el piso correspondiente me hacía preguntas como: "¿Qué le diré?", "¿Qué estará haciendo?" "¿Cómo reaccionará?"

El ascensor se detuvo y corrí apresuradamente hacia mi departamento. Noté que la puerta estaba abierta.

Mis sospechas eran correctas.

Entré y busqué desesperadamente a Nicolás.

Me dirigí a mi habitación y ahí estaba mi amado.

La persona que amaba estaba llorando.

Estaba sufriendo.

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