Capítulo cuatro.

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"Es una pena  que actuemos como desconocidos, no intentes cambiar lo que nos hemos convertido"

Punto de vista de Jaime.

Habían pasado 4 días desde el carrete del Edgar y para ser sincero, estaba pa la cagá.

Ver al Nico con esa mina me destruyó.

No podía creer que me hiciera esto, y se que no tengo ningún derecho en decirlo pero de verdad creía que podía pasar algo entre nosotros dos.

Eran como las seis de la tarde y sentí mi celular sonar al otro lado de la habitación. Con mucha paja me paré a buscarlo, estaba listo para rechazar la llamada, pensando que era el Nico. Él me había llamado mínimo unas seis veces solo esta tarde, pero me equivoqué, era el Edgar.

Seguramente el weon estaba súper preocupado y él no se lo merecía, tenía que decirle que estaba bien.

-Jaime: ¿Aló?

-Edgar: Por fin contestas cabro culiao ¡estaba terrible preocupado!

-Jaime: Ya, no le pongas tanto color - Dije sentándome en la orilla de mi cama.

-Edgar: ¿como no quieres que me preocupe weon? ¡primero te sientes mal, subes a mi pieza, a los dos minutos te veo bajando llorando y sales de mi casa de un portazo y luego desapareces por 4 días! En todos los años que nos conocimos, jamás te había visto llorar.

Y era verdad, a mi nunca me ha gustado expresar mis sentimientos y menos me gusta que me vean llorar. Siento que demuestro debilidad y que lo único que consigo en las personas es que me tengan lástima.

-Jaime: No me recuerdes lo que pasó por la cresta, la pasé super mal.

Se produjo un silencio incómodo.

-Edgar: Jaime... ¿Pasó algo con el Nico? Él ha estado igual de desaparecido que tu y tampoco me contesta.

Me quede helado, no sabia que responder y el Edgar tomo mi prolongado silencio como un "si".

-Edgar: cuéntame, tu sabes que puedes confiar en mi weon. -Dijo con tono tranquilo.

-Jaime: Pasó que... E-El Nico se metió con la mina qu-que me gusta.

No sé por qué chucha le dije eso, fue lo primero que se me ocurrió, pero la verdad, no me sentía capáz de decirle mis sentimientos hacia el Nicolás al Edgar y no es porque no confíe en él, es solo que preferiría que el Nico fuera el primero en saberlo, pero de aquí a que se lo cuente va a pasar bastante tiempo.

-Edgar: Chucha weon - Tenía voz de afligido - ¿Estas muy enojado con ese weon?

-Jaime: No weon pero preferiría permanecer alejado de el un tiempo.

Y esa era la verdad, tal vez el tiempo haga que estos sentimientos tan raros desaparezcan y todo vuelva a la normalidad. No ponerme nervioso cada vez que el Nico aparezca o que ya podamos estar juntos sin pensar en las grandes ganas de chantarle un beso.

-Edgar: Bueno... cualquier cosa me llamas nomás, aquí tienes un amigo.

-Jaime: Weon tierno - Dije soltando una risa simpática - Gracias Edgar.

Punto de vista de Nicolás.

 Era la décima vez que llamaba al Jaime y me rechazaba la llamada. Estaba mas urgido que la chucha.

No sabia que cresta le había pasado, El Edgar me dijo que lo había visto llorar mientras se iba de su casa, pero nada más.

Hablando del carrete, meterme con esa mina no sirvió de nada.

Solo hizo que mis sentimientos hacia el Jaime fueran más fuertes porque mientras estaba con ella, lo único en lo que pensaba era en él.

Estaba resignado, el weon rechazó de nuevo mi llamada.

¿Pa que tiene celular si no va a contestar nunca el maricón de a peso?

Tenía una idea, lo pensé unos segundos para estar cien por ciento seguro de lo que iba a hacer. Estaba decidido, iba a ir a la casa del Jaime, no quedaba de otra, y me daba lo mismo que él viviera al otro lado de Santiago. Yo hoy veía al Jaime si o si.

Punto de vista de Jaime.

 Me había duchado y ahora estaba tomando once. Me había hecho un pan con huevo, estaba a punto de comérmelo y en una maniobra bien aweona, se me cayó todo el huevo a mi taza de té.

Jaime culiao aweonao, dan ganas de pegarte por la cresta. Pensé.

Estaba limpiando mi cagá y tocaron el timbre. Abrí pensando que podía ser mi mamá que siempre me visita, pero no, era el Nicolás.

Cuando lo ví ahí parado en mi puerta, fue una de las cosas mas dolorosas que he vivido. Solo podía imaginármelo con esa maraca revolcándose en la puta cama.

-Nicolás: Hola... - Dijo casi en un susurro.

-Jaime: ¿Que wea estai haciendo acá?

-Nicolás: ¿Puedo pasar?

Lo dudé por unos segundos, pero después me hice a un lado, dejándole espacio para que pasara.

Jaime culiao masoquista, sabes que te duele verlo pero igual lo haces pasar a tu casa, weón. 

-Nicolás: ¿Que te pasó? Te llamé caleta de veces y no contestabas nunca.

-Jaime: ¿Podrías parar de fingir que estas preocupado por mi y decirme la verdadera razón del por qué cruzaste toda una ciudad para venir aquí?

-Nicolás: Esa es la verdad...

-Jaime: ¡Para weon! ¡Para de tenerme lástima, para de fingir que te preocupo!

-Nicolás: ¿Por qué cresta estas actuando así? - Me miró a los ojos, yo instintivamente corrí la mirada, si seguía admirándolo no aguantaría más y lo abrazaría.

-Jaime: Ya weon me tení chato. -Estaba intentando hacerme el duro y creo que estaba funcionando. - ¿Por qué no te vas a comer con la maraca de la fiesta del Edgar mejor?

Punto de Vista de Nicolás.

 -Jaime: Ya weon me tení chato ¿Por qué no te vas a comer con la maraca de la fiesta del Edgar mejor?

Cuando dijo eso no pude evitar ilusionarme, sonaba súper celoso... o sea que ¿siente algo por mi?

-Nicolás: ¿Por qué actuas como un celópata culiao?

-Jaime: ¿Qué mierda tienes en la cabeza para creer que estoy celoso? ¡Estoy enojado!

-Nicolás: ¡¿Y por qué mierda estas enojado?!

-Jaime: P-porque te metiste con la mina qu-que me gusta.

Y en ese momento todo se derrumbó.

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