Capítulo 24.

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 ¿Cómo está la cosa? ahora se supone que yo tengo la culpa de sea lo que sea que pasa por la cabeza de él. Salté del asiento como si me hubiera quemado las nalgas o algo, no estaba para nada contenta con cómo iban las cosas. Es que no voy a estar poniéndome a calcular si el ritmo acelerado de mi corazón era por miedo o porque él me estaba gustando, Loki es un ser imposible para mí. No creo que él fuera a comprometerse a no hacer maldades solo porque cree que yo le gusto, era ilógico.


 –Para con esto Loki, sabes bien que yo no pude haberte hecho nada –muerdo mi labio inferior desesperada –Eso que pasó días atrás fue un error y no puede pasar otra vez, nunca más, nunca.

Tú no decides eso.

 –¿Ah no? ¿Quién entonces, tú?

 –No.

 –¿No verdad? Deberías irte, esto ya pasó los límites, ¡te volviste loco!


Loki se levantó igual que yo, di un paso atrás intimidada. De verdad que mi rechazo no le daba nada de gracia, desvié la mirada hasta la maceta como si esperase una señal divina o algo que me dijera que hacer en estas situaciones. Sentí su mano fría rodear mi cuello, uno de sus largos dedos formó un circulo en mi cuello cerca de la nuca, un suave circulo que hizo estremecer mi cuerpo, sentía mi aire faltar. Con la mano contraria sostuvo mi mejilla izquierda y me besó, un beso en la mejilla derecha que me dejó sin aliento.


Subí mis manos hasta rodear su antebrazo y miré directo a sus ojos que tenían la pupila ligeramente dilatada, nos quedamos así por unos segundos. Loki levemente inclinado por la diferencia de estaturas, presioné mis labios al notar como él pasaba la lengua sobre los suyos.

 –Tienes que irte...

 – ¿Realmente quieres que me vaya? –negué con la cabeza, ¿qué está mal conmigo? El pelinegro sonrió ladino, no era su típica sonrisa de burla, no. Esta era más de sentirse complacido, se aproximó a mi rostro presionando levemente mi cuello, puse mis manos sobre su pecho y me alcé de puntillas para efectuar aquel "error" que habíamos cometido días atrás.

Disfruté esta vez tanto como él lo había hecho la vez pasada, cerré mis ojos y me dejé abrazar por sus fuertes brazos que me atrapaban como vallas de seguridad.

 –Tienes que irte –repetí una vez nos separamos, si bien era cierto que no quería que se marchara, mi fidelidad estaba con los buenos y Loki por todo el odio que sentía en su corazón... él no era benevolente y yo no tenía el valor suficiente para traicionar a mi equipo –tampoco quería–, ellos quienes me dieron una vida aquí. Me fue soltando con parsimonia, como si no quisiera despegar nunca sus brazos de mí y eso me dolió. Cruzó sus manos tras la espalda asintiendo a mis palabras, asumiendo que finalmente yo escogía a mis amigos antes que un sentimiento que era reciente –Loki... No vuelvas por favor –susurré apenada, ni siquiera podía mirarlo directo a los ojos porque sentía que rompería a llorar y era yo misma quien creaba una tormenta en el vaso de agua –No vuelvas a buscarme nunca.

 –Sabes que eso no va a pasar Nirvana. Aunque ruegues o supliques por ello, no va a pasar.




(...)


¡¿Avengers?!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz