-Y no te imaginas cuanto.- Lamo mis labios, su presencia me pone nerviosa y mucho más su cercanía.

-M... Me di cuenta.- Alan sonrió.

Él está muy serca de mi, tanto que puedo sentir su respiración en mi rostro, su olor invade mis fosas nasales. Dios, cuanto amo ese olor tan de él.


-No, aún no.- Dice mirando mis labios.

-Alan...- Él vuelve a sonreír. Odio estar así.

-Me gusta cuando te pongo nerviosa.-  Y así, sin más me besa.

Su boca se mueve suavemente sobre la mía, sus deliciosos labios se sienten tan jodidamente bien sobre los míos. Aguanto un gemido cuando muerde mi labio inferior. Ya traigo muchas ganas por Alan.

Este chico va hacer que me vuelva completamente loca...

(***)

Las horas pasarón volando, ya era otro día, hoy si había clase, estábamos en examen y saldríamos más temprano, anoche estudié un poco, hoy cuando salgamos íbamos directo a la piscina y aunque no me siento cómoda, no me gustan las piscinas, siento la necesidad de ir.

-¿Ya estás lista?- Preguntó Alan con su cara seria como siempre.

-Si.- Contesto.

Alan sale de la casa y yo hago lo mismo mientras voy siguiendolo. ¿Que le pasa?

No le iba a preguntar, tampoco quería ser entrometida...

Una vez dentro del auto enciendo la radio y Alan me mira, cosa que me hace sonreír.

En el camino voy tarareando todas las canciones aunque no me la sepa, me mantienen entretenida, y a Alan parece hacerle mucha gracia, por lo visto ya se le fue su bipolaridad. En el trayecto me mantuve mirando la ventana, el silencio que había no era ni cómodo, ni incomodo, simplemente uno raro diría yo. Siento la mano de Alan entrelazarse con la mía y lo miro, estaba serio y con la vista al frente. Vuelvo a mirar por la ventana y a acariciar su mano con mi dedo pulgar.

El viaje a "La piscina" se me hacía eterno, Alan aún seguía en silencio, no se que es lo que le pasa, espero que nada malo.

Mi pulgar deja de acariciar la mano de Alan y mi cuerpo se tensa rápidamente. Estamos cerca del lugar donde Steven me quiso vender. Mi vista no se apartaba de ahí, los recuerdos comienzan a invadir mi mente.

'Cuando Steven me dijo que no era su hija'.

'Cuando salí del auto intentando huir'.

'Cuando me golpearon repetidas veces'.

'Cuando me obligaron entrar allí'.

'Cuando el hombre me intentó tocar'.

'Cuando tuve la discusión con Andrea y su supuesto "Arrepentimiento".

'La cantidad de personas que querían comprarme, incluyendo a Eiden'.

Cierro mis ojos con fuerza, siento que me falta la respiración, la cabeza me da vueltas, quiero deshacer esos pensamientos, pero se me hacen imposible.

Mi Pequeño Infierno. (De Nuevo En Wattpad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora