»La noche«

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Tercera persona

Se iba a morir, eso pensó cuando despertó y sintió que sus entreñas ardian como un día de verano y era invierno, pero su cuerpo vivía adelantando un día caluroso de verano, sus ojos redondos chispeaban un gris deseoso y Jungkook maldeciría la vida si no fuera que tenía que ir al colegio.

Suspiro y se recosto en la cama apretando los ojos intentando olvidar las punzadas leves en su espalda y vientre bajo, sintió las piernas temblarle y quería maldecir a la vida por hacerlo así, cuando recayó en algo.

Su entrepierna.

Se destapó de un tirón viendo esa zona en específico, cuando corroboró que no tenía una erección se relajó. Se levantó de la campaña con pereza logrando eficazmente olvidar los dolores de su cuerpo, por el momento.

Fué directo a tomar una ducha y quizás solo quizás, talló su cuerpo más de la cuenta, intentando quitar el aroma dulzón y empalagoso que lo envolvía, no logrando nada pero sí dándose cuenta qué, no estaba lubricando aún y eso era una buena señal.

Terminó de ducharse, demorando cinco minutos más de lo usual, pero no tenía mucha noción de su espacio temporal aún.

Caminó en dirección a la sala, dándose cuenta de que había vuelto a tener sueño aún después de esa ducha fría, sus feromonas volcaron la barrera de olor a jabón corporal y llegaron a Taehyung, Jungkook era consciente de esto, el mayor no tenía un olfato tan bueno como el de él, pero era mejor que el promedio entre los humanos y era sorprendente para ser de rango beta.

Bueno, un beta que genéticamente es un Alfa, pero eso era otra cosa que aún no se terminaba de entender.

"Hyung, Buenos días" Alzó la mirada viendo a Jungkook, perdiéndose en la pequeña y casi imperceptible gota de sudor que apareció en un frente y calló deslizándose tentadoramente por su cuello.

Sintió que los pantalones le aprentaban y que su pulso subía lentamente.

Le devolvió el saludo a Jungkook intentando ocultar su entrepierna bajo la mesa del comedor, fingiendo que leía unos papeles mandados por el hospital, había ido mucho a distintos hospitales pidiendo respuestas a su condición médica.

Pero poco o nada podía entender de esas hojas con el aroma de Jungkook definiéndose en su cabeza, aquella dulzura lasciva advirtiendo el celo que atacaba al menor.

Le habían explicado, que el aroma de los omegas se hacía dulce en tres ocasiones.

Cuando tendrían un celo

Cuando estaban embarazados

Y cuando iban a morir.

Creyó que jamás podría identificar la diferencia entre cada tipo de dulzor, es decir, ¿Cómo iría a saber que algo dulce podía ser tres cosas diferentes? Sumándole su sentido del olfato no tan refinado, sería un desastre.

Pero no, podía decir que un omega embarazado olía muy distinto a uno en celo, eran cosas totalmente diferentes.

Y con todo y su deficiencia olfativa lo podía jurar.

Lo vió beber zumo directamente del cartón e ir a uno de los estantes por una galleta para acompañar y luego irse a su cuarto para llamar a alguno de sus compañeros y pedir que dieran justificación por faltar, quizás un par de días, se pidió lo que restaba de la semana y se tiró en su cama.

Cerró los ojos intentando darse un masaje en los hombros, para relajarse y dejar de pensar en que el dolor estaba subiendo de intensidad, sin ser insoportable, pero doliendo a fin de cuentas.

Una Noche Dulce. | TaeKook | [+18] «Omegaverse.»Where stories live. Discover now