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-¡DESPERTAD, PANDA DE INÚTILES!-un grito hizo que todos los soldados de los dormitorios de la primera torre se despertaran de un golpe.

Zappa, del susto, cayó de su cama y su cara chocó contra el suelo. Bonham, se levantó y, sin querer, le pisó la espalda al del pelo blanco. El pobre hombre no pudo hacer nada más que quejarse y retorcerse por el dolor, aún en el suelo. Grount, sin ganas de levantarse, se sentó en su cama y le rompió el brazo a Zappa, pasando por encima de él aún medio dormido. El desgraciado del pelo blanco tendría que ir a la enfermería. El de la cresta roja se encargó de agarrar a Luffy por el cuello de su uniforme y arrastrarlo hasta el patio de delante de la torre, donde el Capitán Bart los esperaba. Zoro fue capaz de levantarse y no perderse, ya que siguió a sus compañeros sin quitarles la vista de encima y, uno de ellos, fue muy amable por guiarlo hacia fuera.

Eran las 5 de la mañana y todos estaban con los párpados medio cerrados, aún con su cabeza entre las cálidas mantas. Y es que no estaban acostumbrados a levantarse tan temprano y, menos aún, cuando ayer dieron 30 malditas vueltas alrededor de la isla.

La voz gutural del Capitán despertó a la mayoría de novatos con un susto.

-¡CÓMO HABÉIS LEÍDO EN LOS HORARIOS, CADA MAÑANA ANTES DE ALMORZAR DEBERÉIS ESCALAR LA MONTAÑA MÁS ALTA DE LA ISLA!-les informó, a lo que la mayoría de novatos dejaron ir un suspiro de frustración. -¡EMPEZAD, NOVATOS!-les ordenó.

El efecto fue instantáneo, todos formaron y empezaron a correr a un ritmo constante con el mismo "uno" "dos" "uno" "dos" de ayer. Luffy se puso a correr, aún dormido, y Zoro no dejaba de pensar en lo bueno que sería tener un buen sake a primera hora de la mañana. Y es que eso era lo que deberían hacer cada día al despertar, ir hacia la montaña y volver a bajar para almorzar. El peliverde, a diferencia de la gran mayoría de novatos, disfrutaba del ejercicio con tranquilidad. Le gustaba probar nuevas técnicas de entrenamiento, y aún más cuando eran de la marina. Aunque, si decía la verdad, él pensaba que serían más duras y agotadoras pero, de momento, eso era demasiado fácil. Aún así, echaba de menos luchar con sus katanas al igual que el capitán de los Mugiwara tenía ganas de volver a ponerse su sombrero de paja en lugar de esa gorra marine, no era lo mismo.

¿Cuándo podrían volver a ser piratas?

***

-¡Buenos días, segunda división!-Penguin los saludó, con su sonrisa contagiosa.

-Buenos días.-respondieron todos, devolviéndole el gesto.

Eran las nueve y los novatos de la segunda división se habían levantado, duchado, e iban de camino al comedor. Robin, que se había despertado mucho más antes que los demás para poder memorizar todas las habitaciones, pasadizos y lugares de la segunda torre. No obstante, no había podido investigar el laboratorio a causa de su alto nivel de seguridad. Las cámaras habrían visto sus ojos y manos y la descubrirían. Era demasiado arriesgado. Además, el laboratorio siempre estaba ocupado por el Vicealmirante. Lo más extraño de todo, era que no había oído ningún grito horripilante de los que le habían alertado los demás marines. Había sido una noche tranquila y silenciosa. ¿Sanji-san seguiría vivo? Robin no podía evitar estar preocupada con ese asunto.

-Penguin-san.-lo llamó la mujer, sin borrar su elegante sonrisa.-¿Dónde van a almorzar los de la primera división?-preguntó, con un tono inocente.

Ya sabía donde se encontraba el comedor de Zoro y Luffy, pero quería saber si era normal que las divisiones se mezclaran y si podía hacerlo o no estaba permitido.

-Está en el primer piso de la primera torre. ¿Tienes amigos en la primera división?-cuestionó Penguin, después de un largo bostezo. Robin asintió y él le sonrió.-Puedes ir con ellos cuando quieras, incluso puedes comer allí.-le respondió una pregunta no formulada, como si le hubiera leído el pensamiento.

INFILTRADOS [Lawlu]Место, где живут истории. Откройте их для себя