Mi luz eres tú // ALBALIA // NATALBA // ALBEILAN

Capítulo 22 - She used to be mine (2/2)

¡Habemus besus!
Que disfrutéis el capítulo (siento la tardanza, últimamente estaba cero inspirada)
Echadle un vistazo a mi otro fic de Albalia: The Warmest Colour 

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¡Dejadme en los comentarios qué os ha parecido!

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NATALIA
Martes 16 de Octubre

Me desperté con el corazón acelerado. Había tenido una pesadilla horrible. Noemí me entregó una carta de mi novio, en la que no hacía más que culparme de toda la mierda que le estaba llegando a raíz del programa, y cuando intenté hablar con mis compañeros de la academia todos habían desaparecido. Corrí a cámara lenta, buscándolos en cada una de las aulas. Alba estaba en la habitación del piano con las manos en la cara, sollozando. Cuando al fin conseguí llegar hasta ella me gritó que me alejara, con los ojos llorosos.

Había sido tan real que una lágrima se me escurrió por la mejilla. Me eché la mano a la frente y me quedé observando el techo, intentando descifrar el mensaje del sueño.

— Nat, cariño. ¿Estás bien? — Alba se acercó preocupada.

— Acabo de tener una pesadilla horrible. Era tan real...

— ¿Quieres contármelo antes de salir? — me ofreció su tiempo con unas caricias, sentándose a mi lado.

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ALBA
Después del desayuno

— Ah mira, que al final no te enseñé como quedó la canción — le dije a Joan al mismo tiempo que salía corriendo a buscar mi móvil.

—¡Me parece fatal que no me haya enseñado su puta canción! —gritó Natalia desde el vestuario.

Cuando volví al baño Natalia estaba con Joan.

—Ya está cortada, ahora falta subirla.

—¡Ah, que no la has subido todavía! — exclamó Joan peinándose delante del espejo.

—No

—Gracias por enseñármelo Alba, yo también te quiero — soltó Natalia con un tonito indeseable.

—¿Tú me has enseñado lo tuyo? —coloqué el móvil en el hueco del lavamanos, apoyando las manos en los laterales y mirando hacia el sumidero.

—Pero si lo he grabado hoy — noté la rabia en su voz, ¿estaba picada conmigo?

—Pues yo acabo de... voy a subirlo y estoy pensando aún si lo voy a subir o no. Ese es mi dilema —me giré hacia ella, que estaba sentaba en el banco del baño con la mirada fija en su móvil y una expresión más seria de lo normal.

Ay joder, no tengo por qué recriminarle que no me haya enseñado su canción. Tiene razón... yo la grabé antes que ella. Pero me da tantísima vergüenza enseñársela... Cogí el móvil y me acerqué lentamente a ella sin despegar los ojos del móvil. Le acerqué el teléfono y se le iluminó la cara.

—Me da vergüenza.

—¿Y por qué te avergüenzas de enseñármelo a mi y a la Mari no?

—Porque tú eres mi amiga amiga amiga amiga — puse la mano en su muslo, y me senté a su lado —y María también pero María se que es más crítica conmigo al principio — aparté la mano y miré hacia el suelo avergonzada.