Mi luz eres tú // ALBALIA // NATALBA // ALBEILAN

Capítulo 9 - VeranOT parte 1

Contexto para comprender el capítulo:
"VOLVEMOS AL PASADO"
Espero que os guste la nueva perspectiva y que no me matéis por no subir el capítulo de TOXIC :D

NATALIA

31 Agosto, Terrassa, Barcelona.

-Buf, hace un calor de mil demonios - dijo Miki aireándose su camiseta favorita de Muse.

-Como tengamos que esperar 10 minutos más con éste soletón me pego un tiro - dije apuntándome a la sien con una pistola imaginaria.

-Mira, allí hace sombra, ¿te apetece tomar algo?

-Buah, te quiero Miki. ¡Vamos, vamos! -Aceleré el paso agarrándole del brazo y llegamos a la terraza del bar que había señalado. Miki se sentó a mi izquierda y yo me quité las gafas, que me habían dejado un pequeño surco de sudor.

-Dentro tienen aire - dijo Miki asomándose desde su asiento. Movió el torso y la cabeza, aunque sus manos siguieron pegadas a la silla.

-Pero tenemos que quedarnos a la vista para que esta gente nos localice - dije pegándome al respaldo de la silla y apartándome del foco solar.

-Cierto... Miki tapeó la mesa con los dedos y seguidamente alzó la mano para avisar al camarero.

-¿No te parece una pasada que vayamos a reunirnos antes de entrar a la academia? És incraipla -soltó en catalán - estoy taaan contento de que nos llevemos todos taaan bien.

-Sí... - una sonrisa apareció gradualmente en mi rostro mientras zapateaba el suelo a un ritmo constante. -Estoy flipando- respondí mirando a Miki directamente a los ojos. Tenía las mejillas sonrosadas y por las patillas se le escurrían unas gotas de sudor.

-¿Que voldrieu pendre? Preguntó el camarero sacando una libreta del mandil.

-¿Dos cañas? - Miki me miró levantando ambos dedos.

-Yesss - Una consonante sibilante se me escapó al afirmar con la cabeza.

-Dos birres, si us plau.

El camarero nos dejó la carta de las tapas y se marchó.

-Miki ¿eres consciente de que entiendo el catalán?

-¡Anda! ¡Pero si hablas mi idioma! - bromeó poniendo cara de asombro.

-Pero qué toNto eres - le di un toque en el hombro.

-Es que me lo pones a huevo, Natalia -añadió Miki forzando un tono de enfado y apartando el aire con la mano derecha. Volví a reirme y el mantuvo la cara de serio, lo que me hizo más gracia aún.

-A Helen ya la tengo muy quemada así que ahora, tú, eres mi nueva víctima.

-Pues la llevas clara, chaval - respondí viniéndome arriba y mirándole con superioridad. Miki no pudo contener la risa.

El camarero volvió con dos sensuales cervezas bien frías y nos preguntó por las tapas. Elegimos un par al azar y nos dejó un cuenco de barro con olivas. Le dimos las gracias y un minuto después volvió con las tapas y las tachó de la comanda. Brindamos y le dimos un buen trago.

-Buf, qué gustazo. Coloqué el vaso sobre la mesa y miré a Miki. Cogió el móvil y comenzó a teclear con rapidez.

-Están a punto de llegar, Joan acaba de escribirme. Voy a pasar la ubicación por el grupo.

Noté la vibración del móvil y lo desbloqueé con desesperación. ¿Y si era ella?

-¡Uala chica, qué capacidad de reacción!