XII

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Fiel a su palabra, Liam había tratado de hacer una diferencia en sus interacciones. Ya no había un aire cortés en sus conversaciones, las cosas fluían con una familiaridad que Niall pensó que nunca volverían a lograr, el único inconveniente era el nivel en que su cerebro evaluaba constantemente las respuestas de Liam, preguntándose cuan falso estaba siendo en cualquier momento dado. Era algo complejo decir lo agradecido que estaba por haber recuperado algo de su amistad, pero también se sentía resentido de que no fuera del todo real. 

Aunque durante los últimos días, junto con sus conversaciones, Liam había dejado de censurar si sus cuerpos se tocaban o no. Debería ser una gran victoria, el hecho de que Liam pudiera superar sus incómodos recuerdos, pero en el giro más irónico, ahora era Niall quien se alejaba, lo hacía disimuladamente cuando estaban parados uno al lado del otro, rehuyendo de algún toque en el hombro o el codo. Pues el olor de Liam lo seguía volviendo loco, era como música​ que se volvía más fuerte por las mañanas y noches, y después de todo lo que sucedió, simplemente no podía soportar estar cerca de él sólo como amigos. Se había fastidiado de aquella situación. 

Estaba tan cansado de todo aquello que programó una cita con el médico en dos días, necesitaba que Liam supiera de una vez por todas que no estaba embarazado. Necesitaba poder tomar sus supresores de nuevo. En todo este tiempo había empezado a comparar los aromas de alfa, beta y omega con colores,  era gracioso, pero así lo sentía. Estar cerca de Liam sin sus supresores era como vivir la vida en un color  demasiado llamativo, cada nota vibrante de él le golpeaba todo el tiempo. Necesitaba el mundo seguro, aquel blanco y negro sin olor que había conocido para mantener su propia cordura. 

*****

- ¿Has visto mis lentes? - Revolvió las cosas en el mostrador, preguntándose si tal vez hubiera puesto el correo u otros papeles encima de ellos... 

- ¡Los tengo! - anunció Liam victoriosamente desde el pasillo. Niall soltó un suspiro de alivio, ya sintiendo la presión de llegar al trabajo a tiempo. Había estado un poco más perturbado desde que había hecho su cita con el médico, después de todo, aquello siempre había representado la verdad y con ello el final de todo esa situación de Liam con sus estúpidas afirmaciones sobre que estaba embarazado. Aunque debía aceptar que el ir allí mañana lo estaba aterrando de sobremanera. ¿Qué pasaría si todo este tiempo hubiera estado equivocado?  

Niall hizo a un lado esos pensamientos. Necesitaba ir al trabajo, era lo que tenía que hacer, pero primero necesitaba sus lentes. Escribió un recordatorio en su teléfono móvil para llamar esta tarde y pedir más información sobre su cita médica. Se dio vuelta justo a tiempo para ver a Liam caminar con ellos y antes de que pudiera levantar sus manos para agarrarlos, Liam los abrió y los llevó lentamente hacia adelante. 

- Ya está - dijo Liam. Niall dejó de respirar mientras Liam avanzaba lentamente, deslizando sus manos contra sus sienes, detrás de sus orejas para finalmente asentarse suavemente en el puente de su nariz. Por un momento o dos, las puntas de sus dedos habían rozado la piel justo antes de la línea del cabello.

- Siempre he dicho que me agradas con ellos - comentó Liam, estrechando su mirada como si estuviera juzgando la dignidad de ellos. Niall dejó escapar un suspiro tembloroso, el corazón le latía con fuerza cuando su cerebro finalmente volvió a conectarse. Logró sonreír y lo hizo de manera convincente. 

- Gracias.- Golpeó sus nudillos contra la clavícula de Liam y dio un paso atrás, tomó el maletín que se encontraba en el mostrador y caminó hacia la puerta. - ¿Nos vemos en la noche? - preguntó, con tono vacilante. 

I'm Here Right Be Side You - NiamWhere stories live. Discover now