Capítulo 10 "Romeo y Julieta" Parte 1

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CCINO

La puerta se cerró. El silencio se hizo presente. Gire mi vista hacia donde Error parecía leer algo, completamente absorto, pues parecía (o fingía) no haber notado nuestra presencia...

Frente a mis ojos se extendía el tan conocido lago. Tan tranquilo y hermoso como siempre, que me recibió con un recuerdo especial: Asgore echándome agua a la cara con una sonrisa, y mi madre, en la orilla cargando a Gtart y observándonos, con una sonrisa tan grande y resplandeciente que provocaba que sonrieras incluso en el fin del mundo.

Este lugar había visto las últimas sonrisas de mi madre, los últimos vestigios de lo que alguna vez fue mi familia. Era triste y a la vez reconfortante volver aquí.

El viento me pegó en el rostro y me estremecí levemente. Nigthmare pareció notarlo, pues se acercó a mí y me rodeo con un brazo. Miré su mano, todavía roja y marcada por lo que le había hecho Gaster, y luego giré a mirarlo a él. Sonrió levemente, y tomo mi mentón, me acaricio la mejilla con el dorso de los dedos.

– ¿Por qué lloras?– me preguntó de repente, mientras su mirada me recorría de arriba abajo – ¿Estás bien?

Me removí un poco y me limpié las mejillas, mire mi mano. Hasta ese momento no había sido consciente de que lloraba. Sonreí amargamente.

–Sí. No pasa nada– conteste mientras me tallaba con fuerza las manos –Es solo... recordé algo.

Una sombra pasó por el rostro de Nigthmare. Pero un segundo después, sonrió y se acercó a mí.

–No he podido darte un beso decente en todo este tiempo– susurro – ¿Podría hacerlo ahora?

Lo mire mientras me sonrojaba violentamente. No le conteste, pero Nigthmare sonrió como si hubiera encontrado algo en mis ojos, y se acercó a mis labios. El roce de sus labios con los míos volvió a causarme una corriente eléctrica que me hizo estremecer.

Me sujeto con delicadeza el rostro y me pegó más a él, suspire mientras me besaba. Un roce superficial nunca me había parecido tan profundo. Entre abrí los ojos, como si de un momento a otro Nigthmare fuera a desaparecer, pero él seguía ahí, trazando con su boca la mía, un camino que querría recorrer por siempre. Volví a cerrar los ojos y a dejarme llevar.

Nos separamos por falta de oxígeno, no me soltó el rostro. Mis mejillas estaban tan rojas como las de él, y, tuve que ahogar una carcajada al ver como se avergonzaba incluso más que yo.

–Tengo mi primer recuerdo aquí– me susurro con una media sonrisa – ¿Y tú? ¿Tendrás algo bueno que recordar? ¿Algo que no te haga llorar?

Asentí nerviosamente, bajando la mirada.

–Será un hermoso recuerdo.

–Ccino.

– ¿Si?

– ¿Para qué me has traído aquí?

Aguardé un segundo. Después me separé un poco de su rostro y mire el lago, con un suspiro me senté sobre las piedrecillas. Nigthmare me miro con detenimiento, la boca entrecerrada, parecía que consideraba mi movimiento como un insulto, así que gire a verlo y le sonreí.

–Siéntate– le pedí amablemente. Nigthmare me observo inquisitivo, pero al final se sentó –Este lugar es muy especial para mí.

– ¿Sí?

Asentí mientras miraba el agua, tan tranquila, solo se movía cuando el viento la rozaba delicadamente.

–Siempre vine aquí con mis padres y mi hermano. Es... se puede decir, una parte de mi infancia.

Remember meWhere stories live. Discover now