XXI. Doku, "Veneno"

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Justo cuando acababa de lanzar el primer kunai de la nueva ronda, vio una figura masculina, llena de gallardía y fuerza pasar por en frente de los blancos, sintió un ligero temor, pero aquel hombre atrapó con precisión el proyectil. -¡Buen disparo Yui!, veo que no pierdes el tiempo y ya estás practicando...- Oishi miró a su alumna con una mezcla de orgullo y ternura. Los ojos del ninja se detuvieron en el pecho de la adolescente, quien respiraba con agitación por el esfuerzo realizado, pero él no se quedó allí por la condición de la muchacha, sino por el encanto juvenil que emanaba de aquella figura que lo traía medio loco desde hace unos meses, -Por Dios... cada vez me cuesta más trabajo disimular cuanto me gustas fierecilla...-

Yui, apoyada de lado contra la pared del recinto, miró a su maestro con un ligero toque de diversión, pues su intuición femenina era más precisa que cualquier método ninja de observación, tras un par de segundos, dejó lucir esa bella sonrisa suya y con pasos delicados y seductores caminó hacia Oishi mientras lo retaba: -Maestro Oishi, ¿miras de ese modo a todas tus alumnas, o sólo a mí?, a mí me gusta la exclusividad...-

El ninja, sintiéndose atrapado tragó saliva tan fuerte que tal vez pudo oírse a varios metros de distancia. Sin embargo, de forma rápida logró recuperar la compostura, y adoptando una pose de autoridad, habló a Yui:

-Yui, debes prepararte, por órdenes de Mi Señor Higuchi harás parte de la comitiva que viajará a Edo para rendir los tributos al Shōgun, y serás la escolta personal de Mi Lady Nodoka... así que tienes una hora para empacar tus mejores galas, mientras preparo para tí el equipo necesario. Luego de que todo esté en orden, debes reportarte con Mi Señor Higuchi en el patio de armas.-    

-Ohhh, eso es algo que no esperaba...- Yui se quedó pensativa un rato, pero luego, con velocidad reaccionó e hizo un gesto de saludo hacia su maestro y preguntó: -Maestro, ¿Y tú en verdad crees que estoy lista para ello?, ¿Vendrás con nosotros cuidando a Mi Señor Higuchi?-

-No, yo me quedaré atendiendo otros asuntos concernientes a la situación con el Castillo de la Tormenta...- Yui no pudo evitar una mueca de disgusto al saber que debería viajar sin la cobertura de Oishi para su primera misión real, -Desde hace meses no cruzo ni siquiera la mirada con Mi Lady Nodoka, y ahora debo estar junto a ella durante un largo viaje a Edo, que durará quién sabe cuánto tiempo..., ¿seré capaz de soportarlo?-  


Unas horas más tarde, con el sol cerca del ocaso, ya todo estaba preparado para emprender el viaje a Edo. Nodoka hacía una última y obsesiva revisión al ajuar para presentarse ante el Shōgun, frente a la mirada atenta y divertida de Lord Higuchi. De repente, la favorita puso cara de espanto, -¿Dónde diablos están mis perfumes? No hay ni uno sólo de ellos dentro del arcón...- Con furia y confusión miró a las concubinas de menor rango, quienes eran las encargadas de que todo estuviera en orden para ella. Las jovencitas estaban aún más confundidas que la dama, se miraron las unas a las otras en busca de una explicación. Cuando Nodoka estaba a punto de barrerlas del lugar con un grito, apareció, corriendo a toda prisa Masako mientras gritaba con alarma desde la distancia: -¡Mi Lady Nodoka!...- Tras correr casi cien metros, la sirvienta llegó jadeando hasta Nodoka y dijo, -Casi no lo logro, encontré sus perfumes en una mesa de su aposento mientras limpiaba, por fortuna ustedes aún no han partido. No creí posible que usted hiciera un viaje de tal importancia sin llevar sus amados y costosos perfumes para matar de envidia a las damas de la corte en Edo...-

El rostro de Nodoka se iluminó cuando escuchó las palabras de la mujer a quien venía tomando un profundo aprecio... le estaba salvando la vida, pues en realidad era capaz de hacer que el viaje se cancelara si no encontraba sus valiosos perfumes. Lord Higuchi contempló la escena con una mirada divertida, mientras le daba a Masako una gran sonrisa de agradecimiento.

La calma y alegría del ambiente era total, hasta que con paso veloz se puso frente al Daimio, Oishi quien iba acompañado por Yui. La muchacha estaba vestida con su kimono color salmón favorito y lucía como una estrella refulgente en medio del ocaso que se acercaba. Lord Higuchi no pudo evitar mirarla de arriba a abajo sorprendido, todos alrededor de ella se quedaron mudos, pues a pesar de llevar ya más de un año dentro del Castillo entre las Nubes, jamás llegaron a imaginar siquiera que la "fierecilla", como todos la llamaban de forma cariñosa fuese en realidad tan hermosa.

-Mi Señor Higuchi, estoy a sus órdenes...- puesta de rodillas, la jovencita lucía aún más encantadora. -Ponte de pie Yui, no es a mi a quien debes servir durante este viaje...- El Daimio dirigió de inmediato la mirada hacia su favorita mientras Yui ya se encontraba de pie, entonces la bomba cayó sobre Nodoka:

-Dulce Nodoka, durante estos meses he dispuesto que Yui tuviese un adiestramiento especial con Oishi, con el único propósito de que fuese una escolta adecuada para tí... el día de su puesta a prueba ha llegado, de ahora en más ella será tu sombra y no tiene permitido estar lejos de ti bajo ninguna circunstancia, así mismo no consentiré que la alejes...-

El rostro de Nodoka lucía como si fuese tallado en piedra, no reveló la más mínima emoción al exterior, pero el interior fue un caos completo, -¡Maldición!... ¿otra vez ella en mi órbita?, y debo soportarlo durante todo el viaje a Edo...-


Para quienes se encontraban alrededor de la escena, no fue ninguna sorpresa la decisión de Lord Higuchi, puesto que sabían sobradamente lo que había sucedido durante el intento de secuestro de hace varios meses. Sólo una persona se mostró alterada, aunque de forma imperceptible. Esa persona dejó escapar un ligero resoplido: -Hmpf... así que la concubina tiene una escolta personal, eso no lo esperaba. Pero tampoco es algo imposible de solucionar... para cuando el "Fuego Voraz" haga contacto con Lady Nodoka, no habrá nadie en el mundo capaz de salvarla del infierno de su propia lujuria, y eso será su perdición... Sin embargo, el asqueroso Nomori me debe una explicación, ¿por qué no fui puesta al tanto de esta niña y de su status?-  

Una hora más tarde, la comitiva se puso en marcha, decidieron emprender el viaje de noche, ya que el clima sería más fresco para todos, en especial para Nodoka, y así evitarían miradas indiscretas durante el viaje. Luego de que la dama y Yui entraron en su carruaje privado, la niña, de frente a la dama, le dedicó una leve sonrisa mientras decía de forma despreocupada: -Mi Lady... pierda cuidado, seré su sombra, pero no tengo la mínima intención de interferir con usted y Mi Señor... si alguna vez hubo una posibilidad de que fuéramos cercanas, eso ya desapareció...- La dama tan solo la miró de lado mientras bufó: -Espero que sepas mantener tu lugar y no nos hagas quedar mal delante de la corte del Shōgun... pásame mis perfumes.- Dicho esto, Yui acercó los frascos a la dama, quien de inmediato repasó el contenido de los mismos. Estando convencida de que no faltaba ninguno, los dejó a un lado y se dispuso para dormir mientras Yui no le quitaba la mirada de encima.

-Ahh este será un viaje muy largo...- Yui se lamentó.

SHIRO NO HANA "LAS FLORES DEL CASTILLO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora