┊ . ˚𝘉𝘢𝘯𝘨𝘵𝘢𝘯 𝘚𝘰𝘯𝘺𝘦𝘰𝘯𝘥𝘢𝘯 ✧ ⋆｡˚

𝙎𝙚𝙤𝙠𝙟𝙞𝙣

— Aish! — soltó un resoplido volteandose y agarrándose los cabellos. — Sabes que? Si así va ser de ahora en adelante, bien — dice y sale de la habitación dejandote confundida.

Unos minutos después regresó con una bolsa plástica.

De un momento a otro comenzó a tomar cosas de tu escritorio y las metió en la bolsa plástica. Desde papeles arrugados, lápices, envases de Ramen instantáneo y vasos plásticos, también se llevó consigo algunos cuadernos y documentos de la escuela y que eran importantes.

— Que estás haciendo?! — preguntaste histérica tomándolo de los brazos para que parará.

— Botando tú basura — dice aún botando todo y removiendose para que sacarás tus manos.

— No ves que hay cosas importantes ahí? Jin para — le gritaste.

— No! A ver si esto te enseña a ser más organizada — grita igual.

— Están mis cuadernos ahí y los apuntes de la prueba — dijiste ya con algunas lágrimas en tus ojos.

— Compra otros — dice como si nada.

Viendo que no se detenía por más que estuvieras agarrando sus brazos y sus manos para que se detuviera te resignaste y las lágrimas brotaban de tus ojos, sin sollozar.

— Basta Jin...— susurraste con la voz quebrada.

Este simplemente se fue con todo en la bolsa, dejando tú escritorio vacío, sin nada.

Apoyaste tu espalda en la pared y resbalando en esta te dejaste caer en el suelo. Las lágrimas comenzaron a bajar, llorabas pero era un llanto silencioso.

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No sabías cuántas horas habían pasado, dos, tres? Lo único que sabías era que estaba oscureciendo y que estabas en aquella oscura habitación aún desplomada en el suelo.

Jin en ningún momento volvió a entrar en la habitación, ni si quiera se escuchaba algún ruido proveniente en algún lugar de la casa. Ja, como si te importará, el fue el inmaduro que boto tus cosas. Esa presión en el pecho de desepción y molestia continuaban presentes.

Te levantaste del frío piso y te encaminaste hacia la puerta entre abierta de la habitación. Saliste a paso lento y sin hacer mucho ruido bajaste las pequeñas escaleras que conducían a la planta baja. Silencio, silencio era lo único que se escuchaba en la casa.

— Jin — lo nombraste suavemente asomandote por la cocina.

Nada.

Seguiste buscando por toda la casa y no había rastro del mencionado.

Subiste otra vez las escaleras y entraste a la pasada habitación. Tomaste una pequeña mochila y abriste el armario sacando algo de ropa de este.

Era el momento justo de irte, al menos por un tiempo prolongado.

Ya con algo de ropa y otras cosas incluida tú laptop, bajaste las escaleras apresurada. Tenías que irte antes de que llegara Jin.

Eran las 5:05 PM, lo que significaba que aún habían autobuses transitando por las calles. Llegaste a una parada de autobús a unas cuadras de tu casa y viste justo que el autobús venía. Hiciste una seña para que parará. Subiste a este y te sentaste colocando tus auriculares. En el transcurso del vieja estuviste mirando por la ventana las habitadas y alumbradas calles de Seoul.

El viaje sería largo desde Seoul a Daegu por lo que decidiste tomar una siesta cuando subiste veinte minutos atrás al tren.

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