Capítulo 30.

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- ¡Mich!- Alzo la cabeza y veo que es María; al principio se notó feliz por verme, pero después se dio cuenta de lo que estaba haciendo y su cara cambió por completo.

- ¿Quién es ella?- Me preguntó María sin importarle que Nadia estuviese desmayada, y yo ni siquiera le respondí a su pregunta ya que seguí arrastrando a Nadia a la cabina.

- Tienes que regresarnos a 1983, rápido, para llevarla al hospital.

- ¡Pero puedes llevarla aquí! ¡¿Por qué la...?!

- ¡No sabemos si ella aun sigue viva en este año! ¿Y si sus familiares escuchan que ella está en el hospital y al verla se espantan por verla joven en vez de mayor? Tal vez suene gracioso, pero es serio esto, así que regresamos ahora mismo.

- Bueno entonces ponla en la cabina y la regresas.

- ¡No! Yo también regresaré.

- ¡¿Pero por qué?!

- Ella vive sola, y si regresa sola nadie la va a atender; debo regresar, por favor ¡presiona el maldito botón ya!- Mientras hablaba yo la acomodaba en la cabina para que luego entrara yo y cerrara la puerta.- ¡Rápido!- Le grito a María ya dentro de la cabina.

- ¡¿Qué tal si no se desmayó y pasó algo peor?!

- Si sigues preguntando menos tiempo de ayudarla tendré, ¡PRESIONALO!

Se quedó parada viendo lo alterada que estaba.- Sólo déjame decirte... ya has echo muchos cambios.

- La miré fijamente después de lo que dijo.- Sí, eso ya lo sé... Ahora hazlo.

Siguió viéndome, luego cerró los ojos y los abrió repentinamente.- No hables, sólo con presionar el botón regresarás al mismo lugar del que viajaste.

Me quedé pensando en lo que dijo.- ¿Y por qué las veces pasadas no me dijeron eso?- A pesar de que me escuchó no me contestó, y presionó el botón para viajar.

Y volvimos a lo mismo...

...

Cuando llegamos me mareé un poco, pero después acomodé a Nadia en el suelo y fui por un vaso con agua.- Ay, perdóname amiga.- Se lo eché en la cara y funcionó, logró despertar.

- ¡Nadia! ¿Estás bien?- Estaba tosiendo hasta que abrió más los ojos y me vio, pero al hacerlo rápidamente se alejó de mí.

- ¡No me toques!- Se levantó y se fue cerca del sofá.- Aléjate.

- Nadia, yo...

- ¡No! Aléjate de mí.- Me decía mientras sus brazos los movía en frente de sí misma para protegerse de mí con la respiración agitada.

- Escucha, sé que estás asustada y algo confundida, pero por favor déjame explicarte ¿sí? Te lo diré todo, pero necesito que te relajes primero... y, te prometo que ya no habrá secretos.- Conforme iba hablando ella fue tranquilizándose y parece escuchar con mucha atención cada palabra.- Déjame aclararte todo; sentémonos y hablemos con calma... ¿te parece?- Terminé de hablar y Nadia movió su cabeza de arriba a abajo y se sentó en el sofá de forma en la que rodeó sus piernas con sus brazos mientras yo me senté del otro lado y comencé mi relato, desde un principio hasta el final, todo lo relacionado con el tema se lo conté sin vergüenza ni más mentiras; mi identidad con ella se había revelado y ella no podía creerlo y en verdad que la comprendo; si estuviese en su lugar estaría igual de espantada por haberme enterado de que vivía con una persona que ni debe existir.

- Lamento todo esto Nadia, no debí involucrarte... no tenía que involucrar a nadie, se suponía que, debía sobrevivir dos semanas aquí pero, no sé ni quién tuvo la culpa; si yo por no saber cómo ser independiente o... de Gael por no prepararme mejor pata esto.

Sin Importar El Tiempo... [David Bryan]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα