Capítulo 60: Odioso

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- Que pasó haya? - escuché a Calle

- Por qué todos tus pretendientes tienen que ser odiosos? - suspiré pesadamente y escuché como soltó una pequeña carcajada

- No es gracioso Calle - fruncí el ceño sin mirarla

- No tenías porque ponerte así amor - tomo mi mano pero yo la aparte

- Vi como te brillaban los ojos al verlo, por eso no me agradó desde el inicio - torci la mirada

- Entonces porque empezaste a hacer bromas con él sobre si forma de hablar? -

- A eso se le llama ser hipócrita - la mire

- Ay gorda, no me brillaban los ojos, o sea nada que ver contigo amor - mi miró de reojo, suspiré y me acomode nuevamente en mi asiento, entramos al estacionamiento y bajamos, entramos al ascensor, subimos y por fin llegamos a nuestro apartamento con Ramón quién daba saltitos por todo el apartamento y eran tan tierno y pequeño que me hacía olvidarme de mi enojo

- Hola precioso - dije con voz tierna mientras lo cargaba, me empezó a lamer toda la cara mientras se movía como una lombriz con sal 

- Ay que perro tan precioso, que perro tan precioso - sonreí y lo acariciaba, lo baje y caminé a la habitación quitándome el saco y lanzándolo al piso

- Gordi, sigues molesta? - se acercó

- Si - respondí seca y saque mi celular comenzando a buscar información sobre este tipo

- Amor no te enojes, no me brillaban los ojos al verlo -

- Ajá - seguí en mi celular y encontré una página donde hablaban de él, ahí encontré muuuucha información como por ejemplo que acostumbraba meterse en problemas, ayudaba también a la gente pero a su conveniencia

- Agg, qué tipo tan desagradable - bufé

- Ahora quién? - Calle se sentó a mi lado

- Tu Juanito no es tan buena persona como aparenta - le di el celular y caminé al armario sacando una blusa para ponermela de pijama

- Vaya, no me lo esperaba, pero ay gorda, enserio ¿crees que me gusta? -

- Pues no sé, tú dime - me voltee y me desvesti frente a ella quedando en ropa interior para ponerme el camisón

- Pues no, no me gusta, teniendo toooodo esto, ¿Por que fijarme en alguien más? - sonrió y provocó una risita en mi

- No sé, tú dime - me aguante la risa y me voltee a mirarla seria

- Ay pues claro que no tontita - soltó una carcajada y me avento una almohada

- Calle!!! - ya no pude más y solté la carcajada tomando la almohada de nuevo y lanzándole contra ella

- No señora - dijo entre risas tomándome de las manos quitándome la almohada y mirándome fijamente

- Mejor dame un beso - sonrió

- Que no te lo mereces - dije en voz tierna y haciendo un puchero

- Perdón? - me miró sorprendida, reí y me separé de ella alejándome

- No, venga para acá, usted no me va a hablar así - rió y me tomo de la cintura tirándole a la cama y haciéndome cosquillas

- Oye no, espera - dije entre risas

- Pídeme perdón - me tomo los brazos y los levantó mientras yo tomaba aire

- Perdón - torci los ojos molestando

- Ahora te voy a soltar y me darás un besito ¿Capichi? - sonrió pero yo seguía haciendo pucheros

- ¿Capichi? -

- Pues bueno - infle mis cachetes haciendo los pucheros más dramáticos

- No, no dije pues bueno, dije ¿Capichi? -

- Pues bueno......Capichi - me soltó y me crucé de brazos

- Ay esa carita - sonrió y me dio un beso en los labios

- No hay nadie además de ti - me miró y me abrazó

- Pues más te vale - reímos y nos quedamos ahí amándonos olvidandonos por un momento de todo y de todos, solo éramos ella y yo en esos momentos siendo felices, como antes, como pronto volveríamos a serlo de nuevo



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