Bad Tie

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Narra Hakyeon

Despierto por mero reflejo y lo primero que veo a mi lado es a él; su pecho sube y baja con parsimonia, sus gloriosos cabellos plateados-antes de un bello e intenso negro-están completamente desordenados y sus rosados labios, entre abiertos. Me dedico a admirarlo en silencio entre la escasa penumbra mientras memorizo cada uno de sus rasgos e internamente me recuerdo que debo despertarlo y asegurarme que se marche a casa, pese a que sé que a él  le pesa poner un pie bajo el mismo techo con aquellos seres monstruosos que acechan su vida.

Sólo un poco más, por favor... Ruego mentalmente al cielo, que se torna de los típicos colores del principio del amanecer. Me resigno a lo inevitable y disfruto los últimos instantes a compartir la cama con la única persona que realmente puedo disfrutar el contacto sexual. Me acerco un poco más a él y le sacudo el hombro reiteradas veces.

-Ravi, despierta, tienes que irte.-Susurro, mi consciencia me regaña ya que sé que con ese tono nunca me escuchará. Elevo más el timbre de mi voz y lo intento otra vez:-Mocoso, despierta o te levantaré a patadas.-Dicho y hecho, le propino un fuerte empujón al sexy chico que casi consigo que caiga de bruces al suelo pero debido a sus hábiles reflejos la situación acaba distinta.

-Buenos días para tí también, N-hyung.-Sonrió Wonsik, divertido por mi actitud.

-No me digas hyung, sabes que lo detesto.-Protesto al salir de la cama a la vez que me doy la tarea de buscar mi ropa y ponérmela.

-De acuerdo, a cambio de que no vuelvas a llamarme mocoso. Ambos somos adultos. Ya no tenemos 10 años.-Susurra mientras se termina de abrochar la camisa y pantalones.

-Con la condición de que pagues el desayuno.-Las palabras salen por sí solas, ni siquiera las medito. Estoy a punto de cambiar de tema pero él me interrumpe.

-¿Starbucks o el puesto andante de café frente al río Han?

Sonrío abiertamente para él al escuchar las opciones.

-Sabes que siempre escogeré la segunda opción.

-Lo sé,pero quería asegurarme que no cambiarías tu lugar.

-Corrección, nuestro lugar.-Dije genuinamente feliz.-¡Andando! ¡No he comido en un tiempo el Tteok de la señora Min!

Wonsik sujetó firmemente mi mano y salimos corriendo de los cuartos del club de Heechul y Siwon. No tardamos en llegar al exterior del almacén y subir al auto e ir rumbo al lugar destinado. Desde el inicio del trayecto encendí la radio del Mustang y puse a todo volumen mi estación favorita, que un rato después fue sustituida por la estación de radio favorita de Wonsik hasta que llegamos cerca a la orillas del río Han. Apenas detuvo el vehículo bajé del mismo con emoción y corrí a acércame a las aguas en lo que esperaba que Wonsik trajera nuestro desayuno.

La melancolía me atrapa desprevenido y mi reflejo en las aguas cristalinas trae recuerdos relacionados a cierta persona a mi mente.

Conocí a Wonsik cuando tenía 14 años. Se podría decir que gracias a él sigo aquí, vivo. En ese entonces estaba bastante asustado: mi padre era un hombre de vicios,por lo que le costaba mantener un trabajo y mi madre, sin estudios ni preparación alguna, se veía obligada a recibir todos los golpes de un colérico borracho cada vez que éste llegaba de mal humor debido a que no conseguía ni un solo centavo para pagar la renta. O al menos así fue hasta que mi progenitor descubrió una forma de poder pagar sin dinero nuestra estancia. Mi madre gritó y suplicó a mi padre que reaccionara, o que por lo menos fuera ella quien cubriera la cuota; aquello molestó a aquel hombre y en consecuencia ella recibió un golpe más de tantos, solo que ese fue el peor de todos: perdió la visión de uno de sus ojos. Todavía continua en mi mente la escena en la que me encontré con ella después de ser abusado por el casero: su cara estaba hinchada y llena de moretones, sus delgados labios cubiertos de sangre y partidos; reptaba por el piso, sus ojos derramaban un sin fin de lágrimas mientras hipaba y llamaba a gritos mi nombre. Yo me quedé inmóvil, cansado y adolorido por lo ocurrido, más el verla a ella rota, quise morir,deseaba hacerlo con todas mis fuerzas. Mi madre llegó a mí arrastrándose, se abrazó a mis pies y me pidió que la perdonara e hizo un sin fin de promesas que no alcancé a escuchar pues mis ganas de desaparecer me desconectaron del mundo.

Y así, ocurrió lo mismo interminables ocasiones hasta que el hombre que destruyó mi inocencia se cansó de mí y echó a mi familia a la calle. Todo empeoró. Para sobrevivir, mi padre optó por venderme a algunas horas a otros hombres. Mi madre no podía intervenir, ni valerse por sí misma. Un día, ella me dijo que iría por ayuda mientras caminaba torpemente hacia un rumbo desconocido. Nunca volví a saber de ella.

Continué vendiéndome para tener derecho a un poco de comida en el sucio departamento que consiguió mi padre, él dejó de trabajar, ¿Para qué iba a hacerlo si prostituir a su único hijo le daba dinero suficiente para sus bebidas y comidas? Lo odié con todo mi ser, pero me odié aún más a mí por no poder acabar con mi misería, aún tenía la esperanza de que mi mamá regresara.

De entre todos los vicios de mi padre, su favorito era el juego de apuestas: vivía por el. Y lo llevo a su fin, al endeudarse con Heechul, que comenzaba a  ser un mafioso peligroso; él mismo fue a nuestro "hogar" acompañado de otros tres hombres a reclamar su pago, evidentemente no tenía ni un won y me ofreció a cambio; luego, todo pasó demasiado rápido, mi progenitor se encontraba en el suelo con un agujero en la cabeza,los hombres restantes se quedaron paralizados pero Heechul no, al contrario, sus labios se le curvaron en una sonrisa al mismo tiempo que se daba la vuelta, dejando ver a un niño un poco más pequeño que yo.

-Mi niño, estoy orgulloso de tí.-Dijo maravillado el hombre de gabardina fucsia.

No me moví, pensé que también era mi fin.

-¿Qué estás esperando?-Cuestionó el chiquillo.-¡Vete! ¡Se libre!

Libre. Lloré después de escuchar aquella palabra.

-¿Por qué no estás feliz?

-¡No tengo a donde ir!-Gemí.-Mamá también murió...

-Me tienes a mí.-Dijo firme el niño.-¡Yo ahora cuidaré de tí, hyung!

Hecchul sonrió de forma misteriosa, se acercó a mí y sujetó mi cara entre sus dedos.

-Tienes un color de piel maravilloso,¿Cómo te llama?

-Hakyeon-Hipé.

-N-Dijo en voz alta y firme-Ahora serás N, mi hijo.-Me sujetó de la mano y se la dio a Wonsik, quien me sonrió brillantemente-Y este será tu hermano, Ravi.

Y así fue. Nos volvimos mejore amigos. Y con el tiempo, naturalmente, me enamoré de él.

- Bad Liar - WONTAEKWhere stories live. Discover now