Bad Welcome

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Las bodas se han considerado como acontecimientos llenos de alegría, unión de familias y lazos entre personas que se aman; o eso le había explicado su madre a Wonsik cuando fueron a la boda de una prima de sus amigas. Más él, en esos momentos, no percibe nada de aquello.

La iglesia es demasiado grande y está aglomerada de personas a rebosar. Trajes pomposos, joyas extravagantes, sombreros de etiqueta, autos ridículamente caros e incluso algunos niños se pasean con muecas de superioridad por el recinto; muy a lo contrario a lo que le es familiar. El pequeño Kim sabe que esta de sobra ahí, los murmullos y comentarios hirientes sobre el hijo del novio se dejan oír sin consideración y ni una pizca de misericordia hacia el niño, sus oídos zumban ante las carcajadas que pega el grupo de señoras que conforma a las damas de honor, entre ellas Jung Jessica, la desagradable hermana de la novia quien sujeta de lo hombros a la sirvienta Taeyeon, corrección, ama de llaves de la familia Kim-Jung, y mano derecha de Jung Krystal. Las dos mujeres se volvieron cercanas para los cuchicheos por lo que no era de extrañarse que no se apartaran en ningún momento.

Wonsik ve llegar la limosina que trae a Krystal consigo, y a las personas ocupar su lugar en la capilla, suspira con pesar mientras sostiene la almohada donde pondrá los anillos que se encuentran en el bolsillo de la chaqueta, acomoda su corbatín y entra detrás de algunos invitados para dirigirse a un costado del altar para ver a su padre dar el "si" mientras su mente regresa a la tarde del anuncio oficial de la ceremonia, y la noticia fatal.

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Los días de Wonsik habían sido grises y le daban muchas razones para refugiarse en su habitación. Las frecuentes altas y bajas emocionales del pequeño lo enviaron una mañana directo al psicólogo por orden directa de su instituto. Sus "padres" fueron avisados inmediatamente. Krystal se horrorizó ante la noticia e incluso soltó unas lágrimas que el pequeño Kim no supo si eran reales o falsas. Su padre se demostró disgustado por el hecho, más proporcionó un "pequeño" donativo a la escuela para evitar que otras personas supieran que el primogénito de Kim In Sung estaba quedando loco al igual que su difunta esposa porque sí, antes de quedar en cama la madre de Wonsik acudió al psicólogo frecuentemente a espaldas de su esposo, fue inevitable que el señor Kim se enterará por parte de terceros, razón por la que optó mantener a su esposa recibiendo cuidados en casa y no el tratamiento de su enfermedad en el hospital.

Kim Wonsik balanceaba los pies inquieto aún sentado en el sofá que da frente al ventanal, un mal presentimiento lo embargaba y no lo dejaba tranquilo desde las primeras horas de la mañana, mucho antes que su madrastra le informara que tendrían visitas al anochecer, razón por la que debería estar presentable y tratar de mostrar una sonrisa o por lo menos un intento de ello. Krystal se traía algo entre manos, era obvio, ¿Pero, exactamente qué? La mujer desde hace algunos días mostraba una sonrisa que el niño no sabía cómo describir porque no veía el cinismo de siempre en esos labios, ¿Algo había ocurrido y no estaba enterado?

Con esa duda sembrada en su cabeza, los siguientes 24 minutos transcurrieron con suma lentitud para el pelinegro. A las 8 de la noche llegaron las visitas: los familiares de Jung Krystal acompañados de las amigas de la misma. Con solo echarles una mirada el pequeño Kim comprendió que lo estirado y cínico era de familia, la viva prueba de ello era la hermana de Krystal, Jessica, la cultura no dudó en tratarlo de la peor manera, inmediatamente supo que en el futuro la odiaría. Después de que los recién llegados saludaron y se presentaron con Kim In Sung, pasaron directamente al comedor. Taeyeon ya había servido la comida, Wonsik apenas toleró degustar el platillo frente a él, se obligó a acabar con su porción por la autoritaria mirada que su padre le dirígia constantemente. La criada retiró los platos media hora después y sirvió champagne en las copas de los adultos. A Wonsik sólo le asentaron un vaso de agua helada.

Kim In Sung se puso de pie y levantó su propia copa.

—Me alegra que todos estén presentes aquí esta noche. Sé que apenas comenzamos a formar vínculos entre nosotros-Se refirió a él y a Wonsik, miró a su único hijo un instante y luego prosiguió-sin embargo, considero que eso no es ningún impedimento para llamarnos familia y formar una, por lo que el motivo de esta cena es ni más ni menos que una celebración a todos nosotros y para anunciar que la familia seguirá creciendo-Kim In Sung sostuvo la mano de su pareja y sonrió-todo gracias a está mujer, que pronto me regalará la dicha de volver a convertirme en padre.

Los abrazos y felicitaciones no tardaron en presentarse. El mundo de Wonsik colapsó en esos momentos. Volver a convertirse en padre. La bilis subió por garganta del menor, su piel se volvió más pálida de lo normal. Otro hijo. Cuando su madre estaba viva no pudo volver a concebir y su padre cambió su trato hacia ella después de saber que no podría darle más hijos.

El pequeño apretó sus uñas en las palmas de sus manos hasta clavarselas. El carraspeo de su padre y los ojos curiosos de los presentes lo presionaron a mostrar alguna reacción sobre la noticia: quería gritar y reclamar a su padre por todo lo que ocurrió, ¿Por qué le había hecho eso a su madre?, ¿Dónde acabó el amor que le profesó en el pasado a la mujer más dulce del mundo?, ¿No le importó en lo más mínimo destrozarla?, ¿Por qué acabó con ella?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Wonsik hizo lo que últimamente había aprendido a la perfección. Sonrió y mintió. Fingió alegría.

—¿Enserio tendré un hermanito?—Krystal asintió contenta al ver un brillo en los ojos del niño, atribuyendo el mismo a la emoción por la noticia, pero ni ella ni las demás personas en la mesa supieron que ese brillo en los ojos del muchacho eran lágrimas de dolor que no se podía permitir liberar.

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La ceremonia transcurre demasiado rápido para Wonsik, e inevitablemente llega la parte en la que se ve obligado a participar. Cada paso que da hacia la pareja le parece tan irreal, por un momento parece sentir el corbatín demasiado apretado hasta el punto de cortarle la respiración y sus pequeños brazos se ponen rígidos por el peso de la almohada, que aunque es ligera, para Wonsik pareciera una pesada caja de adornos de cristal: en cualquier momento podrían romperse y clavarsele en las manos.

Entrega las alianzas con extrema lentitud y con la misma regresa a su lugar. Los aplausos resuenan al eco de la iglesia al mismo tiempo que las campanas justo cuando los novios se besan. Y la ceremonia se da por terminada.

Y desde ese día, el tiempo pasa rápidamente como si el mismo tuviera prisa.

El cuarto dónde su madre pasó sus últimos días es oficialmente cerrado.

La habitación de invitados es renovada por completo y equipada con todo lo necesario para la llegada de un bebé.

Wonsik necesita hablar con alguien, decir cómo es que se siente en realidad, pero no hay alguien que pueda escucharlo. No están sus tías, su abuelo o el tal Kibum.

Wonsik extraña a su madre, quiere a su madre de vuelta, y llora por su regreso.

Wonsik es abofeteado y castigado por su "comportamiento infántil".

Wonsik no entiende cómo su padre pudo dañar tanto a su madre.
Tampoco comprende cómo es que puede lucir tan feliz junto a Krystal  y el bebé que ella carga en brazos y mirarlo con tanto orgullo, cuando a él lo más que le da es una mirada por encima del hombro.

Wonsik desconoce a ese hombre que se hace pasar por su papá.

- Bad Liar - WONTAEKDove le storie prendono vita. Scoprilo ora