Perfecta ImperFecciÓn

<•> Capítulo cuarenta y seis <•>

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❤Capítulo dedicado a:

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Faltan...🙂💕

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[Ivo]

La manera en la Derek la miraba y ella a él, me hizo poner los pies sobre la tierra, así que debía suponer que en su momento la pasaron bien.
Le llegó la hora a él que se le juntara el ganado, y me llegó a mí también para que los celos estallaran un poquitico. Pues, admitía que ninguna de esas dos eran feas, todo lo contrario. Pero, ¿cuándo se ha visto un hombre tan guapo como Derek con cualquier pendeja? Porque de verdad que parecía una modelo. ¡Rubia, alta y grandes ojos azules! ¡Maldita envidiaaaaaa!

—¿Qué tal si vamos a comer algo? —propuso la chica animada.

O sea, ¡hellooooo! ¿Cómo que ir a comer algo? Si íbamos a hablar de comer entonces, no me faltaban ganas para decirle: "Oye, mira. Ya comimos gracias. ¿Quieres saber qué comí? ¡Su polla bien grande y deliciosa, perra!"

—¡Tú podrías ir con mi amiga! —añadió, señalándome—. ¡Está soltera!

¿Qué no se veía a metros de que yo lucía más femenino que esa amiga? ¡Por favor! Además, el decolorado le estaba echando a perder las únicas mechas que tenía, y el color espantoso de sus zapatos, me hacían desear salir corriendo.

—Oye, ¿te sientes bien? —preguntó Derek—. ¿Ya te hizo efecto la inyección?

Estaba tan celoso, que no me había dado cuenta de que me sentía mal. Tenía el rostro caliente y un terrible dolor de cabeza.
Asentí ligeramente y con todo el descaro del mundo, lo tomé de la cintura y me pegué a su cuerpo, refrengado mi rostro contra él.

—Supe que te casaste —comentó, regalándome una extraña mirada ante mis muestras de cariño.

¡Gracias, señora; por recordarme que todavía tengo que lidiar con otra pendeja arrastrada!

—No funcionó —contestó MÍ HOMBRE—. Estoy en... Trámites de divorcio.

—¡Perfecto!

¿Perfecto? Perfecto hubiera sido que se perdiera en el espacio exterior.

— ¡Así no me preocupo por que tu esposa se enoje!

—Lo siento, pero... Él sí está celoso, ¿no es así, amor?

Sentí cómo me sujetó de las mejillas y las estripó con ternura, luego, me besó la frente. Todo esto, ante mi confusión y felicidad extrema, pues a decir verdad, nunca imaginé que llegara a hacer algo así tan rápido.