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VII «Conociendo a Ángela»

Al llegar a la torre, los de seguridad ya estaban esperándolos para ayudarles a bajar y llevar las cosas dentro. Estaba un gran pasillo que recorrieron con paso normal hasta el elevador.

Tony les ordenó a los de seguridad que no los acompañaran, Ángela no se dio cuenta ya que observaba la gran fila de botones que tenía el elevador donde señalaban los extensos setenta pisos que tenía la torre Avengers.

Ángela se sorprendió cuando Tony presionó el número cincuenta para ir a ese piso, sus pensamientos rápidamente volaron; se dio cuenta que estaba emocionada y asustada por estar en un lugar desconocido junto con un montón de desconocidos.

Cuando se abrió la puerta caminaron a través de otro pasillo, ésta vez Tony le ayudó a llevar dos de sus maletas junto con una mochila rosa; Ángela contuvo una risilla, Tony se veía muy gracioso. Ella llevó, con un poco de dificultad, las otras dos maletas que le hicieron arrepentirse de todo lo que había traído ya que estaban muy pesadas.

Había puertas a lo largo del pasillo y cada vez que pasaban por una, Ángela pedía al cielo que fuera esa la de su habitación para poder descansar al fin.

Pero su agonía continuó hasta la última puerta, la más grande y estéticamente mejor que el resto, al final del pasillo. Stark la abrió, entró y dejó las cosas a un costado de la puerta, después dejó que Ángela pasara y por fin dejara las cosas en el piso.

Escuchó que Tony saludaba, así que levantó la vista. Por primera vez pudo apreciar aquella bella habitación de estar, era muy lujosa y elegante. Recorrió la vista hasta posarla en la sala donde estaban el dios del trueno, el capitán América, Black Widow y Hawkeye. Ella los miró avergonzada y junto con una sonrisa salió un torpe “Hola”.

—Dejate de tonterías, Bloom. Sigueme, te mostraré tu habitación —Tony trataba de no reír, se giró y caminó—. ¡Ah! Y si quieres que te muestre la torre pídele a alguien que te de el recorrido, o averígualo tu sola, es divertido....

Mientras se alejaba era cada vez más distante su voz.

Ángela bufó y comenzó a tomar todas sus cosas pensando en lo aun más pesadas que serían todas juntas.

—Lady Ángela, ¿me permite ayudarle? —La voz de Thor tomó por sorpresa a Ángela quien levantó la vista asombrada y lo vio sonreír amigablemente.

—Oh, eh. Claro, gracias —Se hizo a un lado y dejó que el dios del trueno tomara la mayoría de maletas.

—Steve, sé caballero y ayúdale también —El tono de voz de Nat reflejaba burla.

—Sí, vamos Rogers. Ayúdale —Clint secundó a Nat.

Ángela los ignoró y le alegró ver que Thor tampoco se metió en la plática, así que ella se inclinó para tomar la maleta pero alguien más ya lo estaba haciendo, levantó la vista soltando un "oh" de sorpresa.

El capitán estaba tomando las dos maletas inexpresivo pero cuando vio a Ángela pareció ponerse nerviosos.

—Yo, eh... ¿Puedo ayudar? —La voz de Steve le pareció un poco débil.

Él se aclaró la garganta. Ella sonrió levemente.

—Sí.

Steve asintió y dio la vuelta siguiendo a Thor que ya había comenzado a caminar, ella fue detrás de ellos con paso lento.

Giró su vista brevemente a Nat y a Clint quienes la miraron con una sonrisa; La agente le guiñó el ojo haciendo a Ángela rodar los ojos.

En la sala había una puerta que llevaba a los dormitorios, ella pasó a través de la puerta y vio al pasar, puertas con diferentes decorados, cada una tenía el nombre con el estilo del dueño.