Capítulo 7: Heridas

5K 592 195
                                    

SeokJin despertó por un insoportable dolor que empezó a sentir en el cuerpo, se levantó con cuidado para no hacerse más daño, pero de todas formas sentía punzadas en su trasero que iban y venían. Se recargó en el espaldar de la cama tratando de calmar su respiración y miró todo a su alrededor hasta que se topó con el bulto que dormía a su lado.

No pudo evitar sollozar cuando los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente. Se sentía asqueado y usado. Ese maldito pelinegro había hecho con él lo que quería para satisfacerse a sí mismo sin importarle como SeokJin se sintiera. Le había quitado su primer beso y ahora su virginidad, nada más falta que Jungkook, si lo desea, le termine quitando la vida.

SeokJin sollozó un poco más fuerte al sentir como el semen del azabache escurría de entre sus piernas, ese líquido viscoso era la prueba concreta de que nada había sido una simple pesadilla. Paró sus lamentos ya que no quería que Jungkook  despertara y lo vuelva a herir, ya había tenido suficiente.

Con cuidado, se destapó pero se arrepintió al instante, ya que vio la sangre seca en sus piernas y las sábanas, eso lo hizo sentir peor de lo que ya estaba. Pero se dijo a sí mismo que no era tiempo para lamentarse, primero saldría de ahí y ya en su casa lloraría todo lo que quisiera.

Se puso de pie y buscó sus pantalones que se encontraban tirados en algún lugar de la habitación, se los colocó con cuidado ya que aún le dolía la parte inferior de su cuerpo, el pelinegro había sido muy brusco con él. El castaño trataba de hallar su camisa hasta que recordó que el azabache la rompió en su desperación por quitarle la ropa, no podía ir a su casa sin algo que cubriera su torso, miró por todos lados y solo se topó con la camisa de Jungkook. Lo pensó por unos instantes hasta que decidió usarla, no porque quisiera, sino porque no tenía opción. Por último tomó sus zapatos y su chaqueta donde tenía su celular y las llaves de su hogar.

Se acercó a la puerta pero antes de salir miró por última vez al pelinegro quien dormía profundamente que hasta parecía una piedra. Lo analizó por unos minutos y soltó un suspiro de tristeza.

-Te odio Jungkook, eres la primera persona que se robó mi primer beso, mi virginidad, mi inocencia, pero también eres la primera que realmente se ha ganado mi odio. Te repudio.- 

Salió del lugar a paso rápido, el frío caló sus huesos pero eso no le importaba, quería llegar a su casa pronto. Miró al cielo, podría deducir que tal vez eran las cinco de la mañana, así que sin más se marchó.

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Jungkook, al oír el sonido de la puerta cerrarse, abrió los ojos y miró al techo de su dormitorio.

-Así que soy la primera persona que realmente odias- suspiró- Te diría que no me importa, pero sería una mentira si lo hago-.

Jungkook cerró los ojos tratando de dormir de nuevo pero las imágenes del castaño sollozando mientras arañaba su espalda llegaban a su cabeza, una sonrisa se formó en su rostro y sintió como su pene despertaba.

Llámenlo pervertido, imbécil o como quieran, no es como si a Jungkook le importara lo que piensen de él.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

SeokJin no fue al colegio una semana, sentía que si alguien lo miraba todo el mundo sabría lo que le pasó, la gente lo despreciaría más.

Pero no podía esconderse para siempre, tenía que enfrentar su realidad. Lo pensó por unos días y la mejor solución que se le ocurrió fue acusarlo con el director Kwon, es una persona que le ha demostrado ser todo un profesional, tal vez el hombre le crea y lo ayude con esto.

Hablemos claro, Kim (KookJin)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon