Los platillos gourmet puestos sobre la mesa eran interminables. Mientras Rebekah y Freya le servían un poco de todo lo que había en la mesa a Scarlette, Elijah no lograba apartar su mirada de la pelinegra. Más allá de su físico y de sus bonitos almendrados ojos grises, él podía percibir un extraño e intrigante misterio en ella. Uno que no podía comprender, ni descifrar. Los segundos pasaban y podía jurar que de ella emanaba alguna fuerza ambigua, la cual logró inundar su mente con miles de dudas, miles de preguntas y cero respuestas.

-Muy buenas noches a todos- escuchó Scarlette una voz masculina proveniente de donde se encontraba Elijah. -Mira Scarlette él es nuestro hermano Kol- decía Rebekah señalando al chico. Scarlette posó la vista en este. -Es un placer conocerte Kol- le saludó sonriendo.

-No, el placer es todo mío...Scar-

Sus intensos ojos marrones la miraban de forma penetrante, su nariz perfilada, la forma de su perfecta mandíbula entre cuadrada y alargada le daban un toque muy masculino a su salvaje y atractivo rostro.

En sus labios una sonrisa un tanto perversa se dibujó, avivando en Scarlette el más adormecido recóndito de sus retorcidos sentimientos. La oscuridad en ella se hizo presente nublando su mente de incontrolables pensamientos distorsionados que al instante pudo rechazar.

-Buenas noches familia- otra voz masculina le hizo regresar en si. -Mira Scar él es Niklaus, mejor conocido como Klaus. Uno de los hermanos más rebeldes de la familia-

-Vaya que descripción la tuya hermanita- comentó el hombre sonriendo con un poco de sarcasmo e inmediatamente rodó sus ojos hacía la invitada de la noche. Scarlette fijó su mirada en él.

Unos punzantes iris azules y una mirada profunda acompañada de un gesto arrogante en todo su rostro. Un cabello rubio oscuro, unos labios rosados y una piel pálida fue todo lo que vio. Detalles que despertaban en ella una tempestad de total confusión. Provocando el peor de los malestar de angustia en ella. Mezcla de inquietud, adrenalina y desespero. -¡Por fin logro conocerte Klaus Mikaelson!- pensó con el pulso elevado ante su futura víctima.

El híbrido sonrió. -Nuestra prima perdida. ¿Quién diría que un día como hoy por fin te conoceríamos?-

Scarlette guardó silencio sin emitir algún sonido o hacer algún gesto con la cara. -Digo lo mismo Klaus- comentó Kol dandole un sorbo a una copa llena de sangre. En eso Scarlette vio a una bonita adolescente, con el cabello castaño claro y unos redondos y hermosos ojos azules salir de la nada. Se acercó a Hayley para abrazarla. Luego miró a la joven bruja con una angelical sonrisa.

Scarlette sintió como si en su alma una especie de luz hubiera opacado toda la oscuridad de un antiguo, tormentoso dolor escondido en lo más profundo de su ser. La niña se dirigió hacía ella sin dejar de sonreír. -Hola-

Por las mejillas de la pelinegra comenzaron a rodar algunas lágrimas de felicidad. Felicidad que el destino le había negado por mucho tiempo. -Hola preciosa, pareces un ángel- comentó Scarlette por lo bajo. -Tú eres la famosa prima perdida, ¿no?-

Scarlette asintió con la cabeza. -Mi nombre es Hope- se presentó la pequeña Mikaelson limpiando con su mano las lágrimas de la ojigris. La chica agarró la suave mano de la niña y la llevo a su boca para besar sus largos y delgados dedos.

-Y mi nombre es Scarlette pero puedes llamarme Scar-

Todos observaban la bonita y particular escena confundidos. Elijah ladeó la cabeza intentanto discernir lo que estaba sucediendo entre ellas. Era como si una a la otra se entendieran. De tal manera que parecía como si nadie más pudiera penetrar en esa barrera de la peculiar conexión que súbitamente surgió entre ambas.

Two Moons: City of WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora