27

6.3K 401 66
                                    

El apellido Malfoy proviene del francés antiguo y se traduce como 'mala fe'. Como muchos otros miembros de familias inglesas nobles, Armand Malfoy llegó a Reino Unido con Guillermo el Conquistador, que se convertiría en el rey Guillermo I, monarca al que los Malfoy jurarían lealtad ya que les daría como premio por su ayuda un trozo de la tierra de Wiltshire.

Guillermo I el Conquistador

Los Malfoy siempre se han caracterizado por relacionarse con otros magos de sangre-limpia y de cierto status social, manteniendo así su creencia de que son mejores que otros magos, y especialmente de los muggles. Siempre se han mantenido apartados de la gente no-mágica, pero existían rumores que afirmaban que para mantener su gran fortuna negociaban con muggles, ya que no solo consiguieron mantener la tierra de Wiltshire, también añadieron otros lugares cercanos habitados por muggles, además de sus tesoros y colecciones de arte. Además, se dice que se relacionaban con los miembros de las clases sociales más altas del mundo muggle para así mantener una vida llena de excentricidades y diversión.

Pese a que las generaciones posteriores lo han negado, hay muchas evidencias de que el primer Lucius Malfoy era un candidato a la mano de la reina Isabel I,pero no tuvo mucho éxito, y tras el rechazo de esta, el joven le echó un mal de ojo.

Isabel I

A pesar de que cuando se impuso el Estatuto del Secreto Mágico -Ley por la que los magos debían alejarse de los muggles para mantener en secreto la magia y así protegerse- los Malfoy estaban en contra, cuando se creó el Ministerio de Magia cambiaron de bando para ganarse el favor de los nuevos gobernantes, al tiempo que negaban su anterior alianza.

Los Malfoy continuaron siendo una familia muy influyente dentro del Ministerio de Magia durante generaciones, pero nunca aspiraron al papel de Ministro de Magia ya que siempre han preferido ser 'el poder en la sombra'. Corre el dicho de que nunca verás a un Malfoy en el lugar del crimen, pese a que haya huellas suyas por toda la varita del culpable.

El alejamiento de los Malfoy de los muggles de clase alta provocó que poco a poco se unieran a la doctrina de la 'sangre-limpia', lo que también les permitía acercarse a otros miembros de la clase alta del mundo mágico. Desde la imposición del Estatuto del Secreto Mágico ningún Malfoy se ha casado con un muggle o un mago nacido en una familia no-mágica', lo que derivó en ciertos casos de matrimonios dentro de la propia familia para mantener su linaje libre de muggles.

—¿Estas lista?.— pregunto dephora dejando aún lado una de mis maletas

Hace unos instantes habíamos llegado ya a la vieja estación, la madre de dephora amablemente nos trajo no sin antes asegurarse que estaríamos bien por unos momentos.

—Estoy pensando, en como se pondría mi padre al vernos aquí.—sujeté mi brazo en el metal que se encontraba justo detrás de mí

—No vamos a estar aquí esperando a tu amado, para pensar en tu padre. Aun que no seria tan mala idea.—susurro coqueta

—Eso no ayuda, dephora.

—Relajate, estarás bien. ¡Por merlín! no quiero tener demasiado estrés y menos por tu situación. —exclamó tomándose ligeramente la cabeza

—Sigue sin ser ayuda—espetó

—¿Sería de ayuda decirte que tú rubio, esta a escasos pasos de ti?—

No tuvo que decirme ni una sola palabra más, mi cuerpo habia actuado primero haciendo girar mi cabeza en dirección a aquel chico que se encontraba a unos pasos de mí. Su semblante impecable, su lindo traje negro que lo hacia destacar en cualquier lado, sus firmes pasos que lo hacian lucir seguro de si mismo y sin olvidar aquella sonrisa que en estos momentos me regalaba.

Camine unos cuantos pasos, para poder terminar nuestra larga espera y corrí a abrazarlo. Justo draco, sostenia mi cadera. Aquella espera habia sido demasiado larga, y lo extrañaba. Si alguien me hubiera dicho que en estos momentos compartiria brazos con malfoy, jamas lo hubiera creido. Pero ahora, eso es diferente.

-- Luces hermosa.- susurro cerca de mi oido, provocando miles de sensaciones en mi.

- Te he extrañado.- acaricie su mejilla, antes de darle un sonoro beso en sus labios.

-No lo hagas más, aqui estoy.- tomó mi mano suavemente para juntarla con la suya

-Podrian parar, es demasiado romeo y julieta para mi.- exclamó dephora pasandome mis maletas, no sin antes saludar a draco de manera educada.- Espero y se cuiden y hablo con doble sentido par de niños, me voy antes de que mi madre venga a darles una pequeña charla.

Dephora, se despidio calidamente de mi. En ocasiones podia ser un gran martirio para mi, pero en momentos como estos la adoraba y nadie cambiaria aquello. Draco tomó mis maletas para poder cargarlas no sin antes recibir mis regaños del porque no dejaba que lo ayude, pero sabiamos que draco era todo un caballero y estaba muy lejos de hacerme cargar algo.

- Un sirviente de la familia ha venido por nosotros, espero no te moleste linda.

- No tienes porque preocuparte, esta bien.- susurre tocando tiernamente su hombro recibiendo una sonrisa por su parte

Habiamos caminado unos cuantos minutos, cuando observamos un gran coche negro, saliendo de él un hombre que parecia demasiado alegre de vernos, el cual observo a draco llevar mis maletas y en cuestión de segundos ya las tenia guardando en el cofre.

-Mikaela, el es Rupert Zcol. Ruper ella es mi novia Mikaela Jones.

-Es un placer conocerla señorita Mikaela, el joven Malfoy me ha hablado mucho de usted que ya ansiaba por conocerla.- dijo tan sonriente que no pude evitar sonreir y abrazar a draco

-Lo mismo digo rupert, eres muy amable.

Rupert, nos ofrecio entrar al coche. Antes de ponernos en marcha a lo que seria por unos dias mi hospedaje en la mansion de los Malfoy. Draco, pudo sentir mis nervios por lo cual tomo mi mentón para mirarme a los ojos y darme un lento y fugaz beso.

- Les agradaras .- respondio acariciandome la espalda

- ¿Y si no pasa así?

- Si eso no pasa, no debes preocuparte. Por que tu estas conmigo, no con ellos pequeña

Y ahi estaba, draco. Si alguien escuchara aquellas palabras que podian derretirme en cualquier momento, nadie seria capaz de creer que draco se comportara de tal manera con una chica. Y me sentia afortunada, draco no es de las personas que sueltan sus sentimientos de una manera rápida. Estaba enamorada de draco, y eso ni el destino podria cambiar.

-Hemos llegado, chicos.- aparcó el coche a unos escasos metros de la mansión

Tomé fuertemente el brazo de draco, antes de bajarme y continuar el camino. Rupert, se habia molestado al llevar mis maletas a lo que seria mi habitación, no sin antes desearme suerte. Y vaya que la necesitaba, siempre habia sido segura de mi misma pero justo en esta situación nadie podria serlo. ¿como alguien podría permanecer tan estable al conocer a sus suegros?
Maldigo, por no saber un buen hechizo para esta ocasión.

-Padres, hemos llegado.- exclamó draco mientras nos acercabamos a lo que seria una sala

-Por acá hijo.- aquella voz, si no mal recordaba seria Narcissa.

Miraba todos los retratos, grandes personajes de la dinastía Malfoy se encontraban ahí. Sabia que eran muy importantes para su padre, y sobre todo para la dinastía. Las fuertes pisadas de draco, rezonaban por toda la casa. En cambio las mias, no emitian ningún sonido. Más nos acercabamos, sin pensarlo me encontraba enfrente de dos de las personas mas importantes del mundo mágico.

-Madre, padre. Ella es la chica de las cual les estuve hablando, y tengo el honor de presentarla como mi pareja.- pronunció con un semblante serio, pero con bastante orgullo en sus palabras.

- Mikaela Jones, es un gusto poder conocerlos. Les agradezco, por permitirme estar algunos dias alado de draco, y de ustedes.- sentencie estrechando sus manos,

Perversa Situación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora