El dia perfecto

8.8K 618 93
                                    

Imagino lo buena que hubiera sido mi vida junto a ella si no existieran los juegos, sin presidente Snow que amenace nuestra existencia, sin Gale que la pueda arrebatar de mi lado. Hubiera sido una buena vida, me sentiría todos los días de la manera en que me siento en este momento, en paz, feliz. Katniss duerme profundamente con su cabeza en mi pecho, mientras yo la rodeo con mi brazo y acaricio su cabello con gentileza, no quiero que despierte todavía, aunque los rayos de sol que entran por la ventana pronto tocaran su rostro y lo harán inevitablemente. Observo su rostro con mucha atención, siempre lo hago cuando dormimos juntos es el único momento cuando puedo verla completamente relajada. Generalmente ella se siente presionada o estresada con mi presencia le recuerdo a los juegos, le recuerdo sin siquiera mencionarlo que la amo y eso le incomoda, lo se. Katniss sonríe ligeramente en sus sueños, y es la imagen mas hermosa que veré por lo que resta del día ¡Lo que daría por verla así siempre! Lo que daría por despertar todas las mañanas de mi vida de esta manera…

Katniss empieza a moverse sobre mi pecho y sus ojos se abren poco a poco.

-Sin pesadillas- le digo

-Sin pesadillas- me confirma- ¿Y tu?

-Ninguna. Había olvidado como se siente una noche de sueño de verdad.

Me sorprendo al ver que Katniss no hace el menor esfuerzo de alejarse, se queda quieta observando como las cortinas se mueven ligeramente mientras yo continuo acariciando su cabello. Hoy es el día de preparación para nuestras entrevistas con Caesar Flickerman ninguno de los dos esta ansioso por empezar esa tortura junto a Effie y Haymitch.  Los dos nos sentamos en la cama cuando tocan la puerta y la muchacha Avox entra con una nota de Effie diciendo que, dado nuestro reciente tour , ella y Haymitch están de acuerdo en que nos manejamos adecuadamente en publico. Las sesiones de entrenamiento han sido canceladas.

-¿De verdad?- pregunto mientras examino la nota con mis propios ojos- ¿Sabes lo que significa esto? Tendremos todo el día para nosotros. – comento un poco emocionado, hace tiempo que no somos mas que muñequitos de exposición a los que llevan de un lado a otro.

- Que mal que no podamos ir a ningún sitio- dice Katniss nostálgica

-¿Quién dice que no podamos?- le pregunto pensando en el lugar perfecto para pasar nuestro ultimo día libre de los Juegos del Hambre.

El tejado es un lugar demasiado hermoso como para estar ubicado en la cima de una prisión de tributos, pero agradezco su existencia ya que es el lugar perfecto para tener un picnic. Tomamos unas cuantas mantas, pedimos un montón de comida  y subimos al tejado. Nos sentamos rodeados del jardín de flores y podemos escuchar las campanillas de viento colgadas en cercas decorativas y arboles pequeños. Es perfecto. Después de quedar satisfechos con la comida Katniss arranca unas viñas colgantes y empieza a tejer redes con ellas, mientras tanto yo aprovecho la luz y tener a mi musa en frente para dibujar su retrato. La primera pintura de Katniss con ella presente y consiente que lo hago. Pensé que tal vez me pediría que dejara de hacerlo pero en lugar de eso la descubro levantando la mirada de vez en cuando y sonriendo tímidamente.  

-Veamos- dice ella cuando he terminado mi cuadro. Es mil veces menos hermoso que verla en persona pero estoy satisfecho con mi trabajo

-¿Qué te parece?- pregunto mientras ella toca los trazos en el lienzo.

-Es horrendo- dice devolviéndome la pintura- teniendo flores de tantos colores, la línea del horizonte fundiéndose con los edificios del capitolio decides pintarme ¿a mi?- exclama con sarcasmo, casi divertida

-Pinte lo que creí que era lo mas bello que mis ojos podían ver en el momento, no había mucha competencia…- digo y me arrepiento en el instante, el día ha ido bastante bien, no debería arruinarlo con declaraciones de amor. Ella se limita a bajar la mirada y caminar en dirección de unas mantas sobre las cuales aun hay un poco de comida. 

-Atrápala- dice Katniss después de tirar una manzana que rebota contra el campo de fuerza. Es una casualidad que logro tomarla antes que toque el suelo y ella me mira divertida

-Eso no es justo, no estaba preparado- le replico.

Continuamos con nuestro juego por unas horas, nos reímos a carcajadas y corremos intentando de atrapar la manzana o intentando de sabotear al otro para que no la agarre. Hacia el final de la tarde ambos estamos exhaustos, pero contentos, nadie nos ha molestado en todo el día. Katniss tiene su cabeza sobre mi regazo y empieza a hacer una corona con las flores cerca de nosotros, mientras tanto yo juego con su cabello aprovechando que esta distraída

-Peeta ¿Qué estas haciendo?- me pregunta fingiendo enojo

-Shhh estoy practicando mis nudos- le digo intentando no sonreír demasiado

-Pero…-

-Shhh estoy concentrado, esto requiere de toda mi atención ¿sabes?- le digo y ella deja de insistir.

Una brisa sopla ligeramente trayendo pétalos de flores hasta donde estamos, algunos de ellos caen cerca del rostro de Katniss pero ella no se molesta en sacarlos, esta demasiado ensimismada mientras teje los pequeños tallos de flores en su corona. Mis manos siguen en su cabello y no puedo evitar sentirme como lo hice temprano a la mañana, podría haber tenido tardes como estas junto a ella por siempre, pero estoy feliz de por lo menos haber tenido un dia…

-¿Que?- pregunta Katniss repentinamente

-Desearía poder congelar este momento, justo aquí, justo ahora y vivir en el para siempre.- Espero a escuchar a Katniss disculpándose por no quererme de la misma forma que yo, pidiéndome que no confunda las cosas, pidiéndome ser amigos

-Esta bien- responde ella después de un minuto

-¿Entonces lo permitirás?- le pregunto sin poder ocultar mi alegría

-Lo permitiré- responde ella y es lo único que necesito para que este día se completamente perfecto.

Continuo acariciando su cabello mientras ella se ve vencida por el sueño y finalmente se duerme. Espero media hora aproximadamente, cuando el color del cielo es una mezcla de amarillo y naranja justo antes que se pueda ver la primera estrella, para despertarla

-No creí que quisieras perdértelo- le digo

-Gracias- responde ella y tal vez piensa lo mismo que yo, nos quedan muy pocos atardeceres para ver antes que llegue nuestra hora. Aunque en realidad nos queda muy pocos atardeceres para observar juntos, ella tendrá miles junto a su familia, junto a la familia que algún día formara con Gale.

No bajamos a la hora de cenar y nadie sube a buscarnos. Me alegro que respeten nuestros deseos de estar lejos de todo por lo menos por un día

-Pensé que ya estarían aquí pidiéndonos que vayamos a cenar con ellos- dice Katniss

- Me alegro que no lo hayan hecho. Estoy harto de poner a todos a mi alrededor tan tristes. Todos llorando. O Haymitch…- Digo y no necesito terminar la oración Haymitch por lo general es mucho mas duro con ella que conmigo.

Cuando bajamos del tejado, Katniss toma de mi mano y me guía a su habitación sin dudarlo. Nos preparamos para dormir rápidamente, los dos estamos exhaustos pero felices de haber hecho lo que quisimos todo el día. Ella se acurruca a mi lado después de abrir la ventana para mi, sabe que me gusta sentir la brisa nocturna. Me da un beso en la mejilla antes de cerrar sus ojos y caer en un sueño profundo.

Katniss se mueve ligeramente y el movimiento hace que la pequeña manga de su camisón se deslice dejando su hombro desnudo, lo que me hace pensar en todas las veces que compartimos la misma cama.  Ella y yo compartimos mas besos de los que puedo recordar, tenemos mas proximidad física que cualquier otra clase de amigos, pero la idea que pueda ir mas alla nunca cruzo mi mente hasta ahora. Es hermosa, muy atractiva pero antes de querer poseer su cuerpo quiero su confianza, quiero sus secretos, quiero su amor. Ser su angel de la guarda por las noches, aquel que ahuyenta sus miedos y pesadillas es la única intimidad que necesito de ella, es mas intimidad de la que pueden disfrutar algunos que nunca llegan a conocer verdaderamente el amor o la amistad.

 Mientras acaricio su cabello me niego a dormir, me niego a dejar que el dia termine, pero tiene que terminar nada es para siempre, ni siquiera lo que siento por ella, todo mi amor desaparecerá en el momento en que deje de respirar.

En Llamas: Punto de Vista de Peeta MellarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora