Capítulo 36.

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POV Sebastián.

Estoy tan jodidamente nervioso, siento que mis manos sudan excesivamente, estoy en la habitación que comparto con julio y esta dormido desde hace ya un buen rato, se ve tan tierno cuando duerme que acelera mi corazón de una manera exuberante, sus labios rosados me insistan a besarlos, ¡¡joder este niño me vuelve loco!!.

Me acerque más a la cama donde julio dormía para poder ver su rostro más de cerca, pero antes de llegar hasta él tropecé con un juguete que estaba en el suelo y comenzó a ser un ruido escandaloso que terminó por escucharse en toda la habitación y despertó a julio de su sueño.

—¿qué pasa?. —pregunto julio todo Soñoliento tallando sus ojos con sus manos.

—solo tropecé con el juguete. —dije todo nervioso. —sigue durmiendo, yo iré a jugar con Lupita. —di media vuelta dispuesto a irme pero julio me lo impidió.

—no te vayas. —dijo en voz baja. —ven acuéstate conmigo un rato hasta que me duerma. —yo asentí y camine hasta su cama para acostarme a su lado.

—¿y ese cambio tan repentino?. —pregunte pues julio siempre está peleando conmigo en todo momento. —es raro en ti. —dije y él desvío su visita hacia otro punto de la habitación.

—es solo que... que ya me canse de pelear, solo es eso. —dijo con un notable sonrojo en sus mejillas. —pero si queres que te trate como antes pues eso hare. —tome su mano y la bese suavemente.

—me gusta que me trates bien. —tome su menton con mi mano y lo obligué a que me viera a los ojos. —me gusta este julio. —sus mejillas se tiñeron de un intenso color rojo.

—yo.... yo solo... quiero dormir. —dijo y me quito mi mano de sus menton y se dio la vuelta dándome la espalda.

—no escapes de esto. — musite y él se dio la vuelta lentamente hasta quedar de frente a mi. —yo estoy igual de confundido que tu, en estos años hay niñas que andan tras de mi, pero a ninguna le di oportunidad, las novias que he tenido realmente no me hacen sentir nada, pero en cambio contigo es diferente, tu eres un niño que despertó en mi un bello sentimiento que nadie más había despertado. Siempre pensé que el amor de mi vida sería una chica, pero ahora más que nunca estoy seguro que el amor de mi vida eres tú. —julio comenzó a llorar ante mis palabras.

—tengo miedo, no sé que es esto, jamás había sentido esto, es algo raro, algo bello pero a la vez complicado, tu eres especial para mi pero no se como hacer para asimilar esto. —dijo julio aún llorando. — no es fácil.

—¿quieres descubrir estos sentimientos conmigo?. —dije y extendi mi mano hacia julio.

—si quiero. — él tomó mi mano con fuerza.

Nos quedamos viéndonos a los ojos por un tiempo hasta que nuestros rostros se fueron juntando poco a poco hasta que unimos nuestros labios en un dulce beso que despertó en mi un millón de emociones y sensaciones que jamás crei que estubieran dentro de mi.

Nos besamos por un largo tiempo hasta que sentimos que el aire nos faltaba, decisimos el beso y un hilo de saliva se apareció entre nuestros labios.

Las mejilla de julio estaban más Rojas que nunca y mi cara, bueno mi cara me ardia demaciado de la vergüenza a haber besado al niño que tanto me gusta, pero ese beso lo vale tanto.

—julio, Sebastián, dijo papá que bajen a comer. —dijo Lupita parada en la puerta, nosotros solo dimos un salto del susto al verla parada ahí con una sonrisa pícara en el rostro.

—¿desde cuando estás ahí?. —pregunte a mi hermanastra.

—desde que se besaron. —dijo toda roja. — julioestan. —guiño el ojo derecho y se fue corriendo.

El Corazón Nunca Se Equívoca. [Aristemo].Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt