CAPÍTULO 1

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Aria's pov

Siempre había soñado con tener un amor como en los cuentos de hadas, con un hombre que me amara para siempre, y con el que viviría un hermoso final feliz. Desgraciadamente con el paso del tiempo me di cuenta que eso era algo casi imposible de conseguir, los hombre en la vida real no eran nada parecidos a los que habían en los cuentos de hadas... Ellos podían llegar a ser todo menos unos caballeros, solo buscaban el llevarte a la cama para después dejarte, y si no les dabas lo que querían terminaban yéndose con la primera que veían, incluso podía ser alguien mucho más joven que tú; como le pasó a mi mamá.

Estaba iniciando mi primer año de secundaria cuando nos enteramos de todo.

Como era costumbre mi familia y yo salimos el sábado al cine, pero esta vez mi papá no pudo ir por cuestiones del trabajo, así que solo fuimos mi mamá, mi hermano Mike y yo. Al término de la película mi mamá nos llevó a comer a nuestro restaurante favorito, y nos la estábamos pasando tan bien que el tiempo se nos fue volando, tanto que terminamos llegando muy tarde a la casa. Las luces estaban apagadas, por lo que supusimos que mi papá aún no había llegado, pero de pronto al entrar a la casa escuchamos unos ruidos extraños provenir de la habitación de nuestros padres, mi mamá, mi hermano Mike y yo fuimos a revisar que había producido esos extraños ruidos, la sorpresa que nos llevamos cuando entramos a la habitación.

Esa noche nos enteramos que mi padre había estado engañando a mi mamá con una de sus alumnas desde hace dos años, y también fue el día que mi mamá echó a papá de la casa. Ahora ellos están divorciados y solo vemos a papá los fines de semana, las cosas cambiaron mucho ese día, y desde entonces empecé a dudar si existía el amor verdadero. Y los novios que había tenido no me habían ayudado mucho a creer nuevamente pues siempre resultaban ser unos patanes de lo peor.

El día de hoy me encontré a mi ahora ex-novio besándose con una de mis compañeras de salón. Estaba destronada, tenía tantas ganas de llorar, así que rápidamente me fui a la biblioteca de la escuela, ya que ese era el lugar menos concurrido que había y ahí podría llorar sin miedo a que alguien me viera. Me escondí en la parte más profunda de la biblioteca, y comencé a llorar sin parar pues pensé que ahí nadie me vería... Que equivocada estaba.

- ¿Estás bien? - Pregunto una dulce voz.

Alce la mirada con lagrimas aun recorriendo mis mejillas, y la sorpresa que me lleve al ver a una hermosa castaña mirándome con preocupación reflejada en sus bellos ojos color marrón.

- Si, estoy bien - Respondí algo cabizbaja.

Ella se sentó a mi lado y muy amablemente me ofreció su pañuelo para que limpiara las lágrimas que aún brotaban de mis ojos.

- No llores - Colocó suavemente su mano sobre mi mejilla y con su pulgar limpio la última de mis lágrimas -. Te ves más bonita con una sonrisa en tu rostro - Me miró directamente a los ojos y me dedico una pequeña sonrisa.

Ese gesto por algún extraño motivo había provocado un leve sonrojo en mi rostro, así que rápidamente desvié mi mirada para que ella no lo notara.

Ella se quedó a mi lado escuchando atentamente el motivo por el cual había comenzado a llorar, y me consoló hasta que logre tranquilizarme. Había sido tan amable conmigo que sin darme cuenta en qué momento el estar con ella me propició una gran paz.

Y aunque esa fue la primera y última vez que hablamos. Desde ese día yo siempre estuve al pendiente de ella, y entre más la conocía, más se me hacía una chica increíble. Jamás había conocido en mi vida a alguien tan inteligente, bonita, trabajadora, seria, determinada, carismática e incluso era amable con todos... Fue por ello que me era imposible apartar la mirada de ella.

Con el paso de los meses entre más sabia de ella mis sentimientos iban cambiando lentamente y al final sin darme cuenta en qué momento pasó... Ella había comenzado a gustarme.

Decidí que lo mejor era contárselo a mis dos mejores amigas, Hanna Marin y Emily Fields. Nos conocíamos desde que éramos pequeñas, pues nuestras madres son las mejores amigas, por lo cual pasábamos mucho tiempo juntas desde pequeñas, tanto que nos habíamos hecho inseparables.

Les tenía una gran confianza, sabía que ellas me entendería y no me juzgarían. Al contrario me darían todo su apoyo y me ayudarían a saber cómo enfrentarme a esto que estaba llegando a sentir por la gran Spencer Hastings.

My True Love (Sparia)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang