Capítulo 15

157 25 8
                                    

Nuestros padres han estado hablando por lo menos media hora sin interrupciones tratando de cerrar cada tema por separado pero al mismo tiempo, mezclándolos y volviendo a empezar sin resolver nada. El papá de Ale está realmente disgustado con toda la situación; el padre de Chris se muestra calmado pero al mismo tiempo sus intervenciones tienen un tono de profunda decepción.

Se escuchan frases como «su comportamiento es inaceptable» «no podemos seguir tapando el sol con un dedo» «si siguen así no van a entrar a una universidad decente» «esto es culpa de... » Siempre con un nombre diferente.

Y nosotros solo escuchamos sin poder protestar o refutar alguna acusación. Viendo como esta familia que se ha mantenido unida por años, ahora se está despedazando gracias a nuestro comportamiento rebelde y unas bromas que se han salido de control y han repercutido en otro miembro.

Aprovechando que no nos involucran, Chris me escribe un mensaje.

Chris: ¿Crees que terminen hoy?

Gise: No sé...

Chris: Mis padres están considerando cambiarme de colegio a pesar que es mi último año.

Gise: No puedes dejar que nos hagan eso.

En cuanto envío esa línea me doy cuenta que acabo de abrir la puerta que quería mantener cerrada.

Chris: Podemos seguir viéndonos. No es como si ellos pudieran prohibirnos la amistad.

¿Amistad? Este pelirrojo me está confundiendo cada vez más.

Gise: ¿Le dices amistad a besarme delante de todos?

Alzo la mirada para ver su reacción; su manzana de Adán sube y baja y luego cierra los ojos con parsimonia. Sus dedos empiezan a escribir en el celular de forma lenta y luego veo que borra varias veces.

Chris: Terremoto, sabes que te quiero ¿no?

Gise: Sí, solo no sé si me quieres de la misma manera que yo te quiero.

Chris: Yo te he amado desde siempre, Gise... solo que...

Y deja el celular un momento para mirarme. Leo el mensaje mientras mi corazón se infla de emoción, pero es su rostro el que no trasmite la misma alegría. Se ve pensativo y hasta asustado. Con nerviosismo, vuelve su atención al celular para seguir escribiendo, pero sus dedos no se mueven. Simplemente se queda mirando la pantalla, meditando su siguiente acción.

Gise: ¿Qué? No puedes dejar la frase hasta ahí.

Apurada, intento que me mire pero está agachado. Puedo notar que ha leído mi línea y ahora aprieta sus labios con frustración.

—¡Creo que así no van a llegar a un acuerdo! —grita Gabi interrumpiendo todas las conversaciones de la sala.

Los adultos se quedan callados por un momento, fijando su atención en mi hermana que se ve molesta por tanta demora.

Si yo fuera ella, me quedaba callada.

—Gabriella, hoy le tiraste comida a tu hermana y a tu prima —apunta mamá con un tono lleno de reproche.

—Muy merecido —dice mientras echa hacia atrás un mechón de su cabello.

—Son familia —interviene tía Ny —. Eso no se le hace a la familia.

—Ella me ha hecho bromas —intenta hacer ver.

—Se ha hecho pasar por ti, no te ha tirado nada —me defiende papá.

Lo que haría por élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora