Los Chicos de Al lado

Problemas

Alexandra no me habló más desde que me contó de ya saben, la Ratzia que raptaron. Para no incomodar a Alexandra y no molestar a Percy dormí en la misma carpa que la de Damien. Ya era de mañana, cuando desperté había babeado toda la almohada. Damien estaba sin remera y tarareaba una canción por lo bajo, mientras que cocinaba.

- Linda baba- Dijo.
- Gracias- Le respondí cortante pero amable. Me paré de un salto. Tome la taza de café que estaba sobre la mesa junto a Damien y, salí de la carpa.
- ¡Oye, esa era mi taza!- Gritó al darse cuenta.
- ¡Tu lo dijiste; Era!
Reí burlonamente.
  La chica rubia, en este momento no me acuerdo el nombre, me miraba con rabia, celos, no sé exactamente pero no me inspiraba confianza.

- Hola, ¿Tu eres Amanda, cierto? Se han y se escuchan muchas cosas sobre ti, ¿Te digo un secreto? Tú me caes bien. No como a ella- Señaló a la chica rubia. Lo miré. Era un chico de cabellos con rulos, ojos oscuros y piel morena.
- Ya lo he notado- Dije sin más-. Eh, disculpe, ¿Quien es usted?
- ¡Ah, claro! No me he presentado, que tonto. Soy Phoenix, pero me puedes llamar Felix. Claro, sí tú quieres.
- Claro, Félix- Sonreí amablemente.
- Sí deseas también puedes tratarme de tu, vos, y no de usted.
- Estoy de acuerdo- Reí.
- ¿Tienes alguna pregunta en mente? Lo veo en tu rostro. Ya que soy un ave, por lo menos soy intuitivo- Susurró pero por lo visto no tan bajo, porque logre escucharlo.
- ¿Que?
- ¿Qué?
- ¿Que?
- ¿Que de qué?
- ¿Que de qué dijiste?
- ¿Que?
- ¿¡Que qué dijiste antes?- Grité y una o dos personas voltearon a verme con una cara espantada.
- Ah, eso- Rascó su nuca-. Pues soy un ave.
- ¿Que tu qué?- Pregunte aún así entendiendo la pregunta.
- Pues, ¿Alguna vez escuchaste del Ave Fénix?
- Sí, pero nunca creí que fuera real, ¿Lo es?
- La, mejor dicho lo tienes enfrente de ti.
Unas llamas rojas salieron detrás de él y se fueron esparciendo por todo su cuerpo. Unas hermosas y grandes alas salieron de su espalda para elevarlo a unos metros del piso. Ahora sus cabellos se habían vuelto lacios.

- ¡Vamos! ¡Toda la transformación! ¡Queremos ver toda la transformación! ¡Por favor, la transformación!- Gritaban todos a coro.
Él giró tan rápido que todas las carpas cercanas salieron desprendidas. Las llamas se apagaron, las alas se esfumaron y, él chico volvió a ser normal. Las personas que alentaban su transformación completa dijeron un largo <<Ahhh>> y siguieron con sus cosas.

- ¿Y? No te quedes ahí parada, di algo- Dijo empujando levemente mi hombro hacia atrás.
- Impresionante- Fue lo único que salió de mi boca-. ¡AHHH! ¡ERES UNA AVE! ¡UN AVE! No puedo... Además, el... El... El... El Ave Fénix. Por...
-... Zeus. Sí, nosotros no solemos decir: "Hay Por Dios"- Se burló-. Lo siento, no debería haber bromeado con eso. Solo que nosotros usamos la mitología, es en lo que creemos.
- ¿Naciste así?
- ¿Como un pájaro? Quieres decir- Soltó una risa y yo asentí.
- Pues la verdad que no sé, tal vez sí, tal vez no. Solo hay una persona que me vio nacer y ese es un Dios, no sé cuál pero uno es...
- ¿Prácticamente no sabes si naciste humano o pájaro?- Que pregunta más extraña.
- Exactamente.
La incomodidad nos inundó al no saber qué decir.
- Oye, ¿Iras a la fogata de mañana por la noche?- Me preguntó curioso.
- ¿Que fogata o qué?
Rió.
- Cada año se celebra el día que Percy llegó y nos salvó de un Demonio. Para celebrarlo, junto al agua, que es como su "fortaleza", hay una fogata- En sus ojos había una especie de emoción mientras contaba esto.
- Debe de ser muy lindo- Dije imaginando el fuego, el agua, el calor, los árboles.
- Ni te imaginas, es... Mágico. La mejor parte es cuando el hechicero nos impresiona. Por ejemplo, el año pasado hizo que un cisne se convirtiera en una hermosa mujer. Y, hace dos años hizo que hadas tiraran polvillos a todos y, luego con espejos reflejaron en el agua y dio a otras hadas que... ¡Fue verdaderamente impresionante! Ojalá lo hubieras visto- La emoción recorría por todo su cuerpo y, se notaba ya que se desplazaba con saltos.
Yo lo veía sonriente y, trataba de seguirle el paso.
- Definitivamente iré- Reí y seguí caminando junto a él.
- También hay chicos guapos. Está permitido besarse- Se rió.