Capítulo 34.

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Tres años después.

No podía concentrarme en el trabajo.

Mi cabeza estaba que explotaba.

¿Será?

Involuntariamente lleve mi mano a mi vientre, hace cuatro días tenía la sospecha de que estoy nuevamente embarazada, se que tendría que ir al médico para que me hagan unos análisis o como mínimo hacerme un test casero en casa pero no podía y esto le molestaba mucho a Adam porque mis dudas lo volvían loco.

Jazmín era la única de la familia que sabía, mi mejor amiga había asegurado que sería una buena madre pero yo no estaba tan convencida de eso porque a veces sentía que no era una gran mamá.

Mackenzie había llegado a mi vida hace casi tres años, esa pequeña terremoto rubia de ojos color avellana es nuestra completa perdición, ella es muy parecida a mi sólo de Adam tiene el color de sus ojos en cuanto el carácter debíamos reconocer que era muy fuerte una completa mezcla entre Salvatore y O' Donnell, un gran dolor de cabeza para todos.

Tenía miedo que ella tome mal la idea que por ahí pronto tenía un hermanito, se que son absurdas ideas mías pero no quiero que se sienta desplazada.

La amo al igual que a su padre.

Ellos son lo más importante de mi vida.

Son mi familia.

Debía terminar con mis dudas ahora mismo pero lo necesitaba a él a mi lado para ello, como siempre está  cuidando de mí.

Lo necesitaba.

Adam siempre será el amor de mi vida.

Hace casi tres años que estamos casados y seis de que estamos juntos, lo nuestro es mágico.

El amor que nos tenemos crece cada día que estamos juntos, verlo con nuestra hija es lo mejor del mundo es un gran papá, un poco consentidor por eso Macky siempre se salía con las suyas porque él muchas veces se las permitía.

Sin darme cuenta seguía acariciando mi vientre plano pensativa, definitivamente quería ser mamá nuevamente, fue una etapa muy linda transitar un embarazo además que el mejor día es cuando te ponen a tu bebé en el pecho y lo conoces por primera vez, como dicen muchas mujeres que el parto es una cita aciegas donde conocerás al gran amor de tu vida.

No se equivocaron.

Una estúpida sonrisa se formó en mi rostro, debía ir hasta la oficina de Adam y ambos sacarnos las dudas de una vez por todos, si estaba embarazada sería una gran noticia.

Si podemos con una niña, con dos también podremos.

Juntos siempre superarimos todo.

Escucho un pequeño ruido proveniente de afuera de la oficina que me hace fruncir el ceño, estaba sola todos se habían ido a almorzar a excepción mía que prefería estar lejos de los olores que me daban mucha náuseas.

Caminé lista para ver que pasaba y la sorpresa me la llevé yo al ver a mi papá con sus cuatro nietos caminando sin hacer ruido para que nadie se de cuenta.

Papá no cambiaría.

- Papá - digo con seriedad.

- ¡Mamita! - grita Mackenzie al verme para correr a mis brazos.

- Hola pequeña guerrera - la saludo dándole muchos besos.

- Hola tía - me saluda el pequeño Julián y me agacho para darle un beso en la mejilla.

- ¡Tía! - chilla Ellie corriendo a mis piernas para abrazarlas.

- Hola tía - también me saluda el pequeño Nick algo malhumorado.

Solamente Tú (6°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora