Capítulo 29.

24K 1.6K 81
                                    

Cuatros meses nos llevó encontrar el departamento ideal hasta que cuando perdíamos las esperanzas apareció el piso perfecto justo en el centro de la cuidad donde teníamos todo cerca, nuestros trabajos y la Universidad, además que según Adam le gusta la ubicación porque está bastante lejos de la casa de mis padres lo que significaba que tendría muchas menos oportunidad que nos moleste.

Papá es papá.

Se que tarde o temprano ambos se llevarán bien, en el  fondo se quieren aunque no lo desmuestren.

- ¿Lista? - escucho la voz de mamá en la entrada de mi cuarto.

Estaba sentada en mi cama observando toda la habitación donde pasé de todo estos veintidós años.

- Lista - murmuro.

Una parte de mi estaba completamente triste por dejar mi casa pero por otro lado estoy súper feliz por este gran desafío que voy a enfrentar.

Un poco loco todo pero tenía sentimientos encontrados en este momento.

- Cambia esa cara hija - exclama ella dándome un abrazo. - Sólo estaremos a quince minutos de diferencia con un simple llamado estaré ahí para darte los besos y abrazos que necesites - murmura algo melancólica.

- Lo sé mamá - musito abrazada a ella.

- ¿Viste que esta vez no fui tan dramática? - me pregunta riendo.

- Él dramático es papá - acoto sonriendo. - Pero a comparación de la vez que Demian se fue de casa en verdad hay que reconocer estas siendo muy madura - agrego ganándole una mirada mala de su parte.

- Fue una reacción de madre - se justifica - Es mi primer bebé y se iba de la casa ¿cómo querías que tomé eso? - exclama.

- ¿Y conmigo que te sucede? - pregunto.

- Dolor y a la vez felicidad, cuando seas madre lo entenderás pero se que serás feliz además tengo que dejar que abran sus alas y sobre todo entender que estan creciendo para hacer su vida -
- Todavía te quedan dos más en casa - digo tratando que no este triste.

- Si - se ríe - al ritmo que vamos a esos dos los tendré hasta los treinta en casa - acota graciosa.

- Dante de seguro lo tendrás toda la vida si lo dejas - afirmo porque conociendo a mi hermano y la comodidad que tiene en esta casa dudo que alguna vez quiera irse.

- No importa mientras ellos sean felices los dejaré que vivan en casa -

- El idiota llegó - dice Sebastian entrando a mi habitación.

- No le digas de esa forma - digo poniendo los ojos en blanco.

- Fueron las palabras de papá - declara levantando sus manos.

- Y tu las repites - ironizo.

- Ya que te irás ¿me dejarías tu habitación? - pregunta.

- La habitación queda como está ahora - sentencia mamá frunciendo su ceño.

- ¡Pero mamá! - exclama. - Íbamos hacer un gimnasio con Dante - argumenta.

- ¡Están locos! - responde ella enojada.

- Lo siento querido hermanito - me burlo divertida.

Él se cruza de brazos ofendido y suspira mirándonos a ambos.

- Llevo años ignorando esa mirada querido hijo no podrás conmigo - agrega viendo la actitud de su hijo más chico.

A lo que hacia referencia mamá es que cuando nos enojamos todos hacemos lo mismo, tendemos a poner la misma mirada que papá y cruzarnos de brazos bien de forma dramática.

Solamente Tú (6°SAI)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant