Ágata, la venganza tiene nombre - [𝑬𝑵 𝑪𝑶𝑹𝑹𝑬𝑪𝑪𝑰𝑶́𝑵]

7

Se llega la tarde y Ágata está levantando un poco la casa para que no se vea más fea de lo que ya es. Por otro lado Jade está tratando de hacer su tarea, tratando porque no hace más que mirar sus apuntes y pensar que su madre ya no está con ella. Se le derrama una lágrima del ojo.

No es fácil superar la pérdida de tus seres queridos en tan poco tiempo, para Ágata y Jade a sido difícil y más en las condiciones en las que viven.

―Apúrate a hacer tu tarea para que no termines tarde.― Anuncia Ágata a su hermana lo cual ella asiente.

Ágata saca la basura que acumulo en esos días cuando ella regresa se topa con Tifany. Ella no quiere ni verla en pintura, después de lo que paso no le ha dirigido la palabra y con mucha razón.

―Ágata, tenemos que hablar respecto a lo que viste el otro día.― Le dice Tifany antes de que está se vaya.

―Yo no tengo nada que hablar contigo, creo que lo que vi es más que obvio o acaso me dirás ¿Que no es lo que parece?― Las mejillas de Ágata se empiezan a tornar de color escarlata.

―No, yo no te voy a decir esa mentira que nadie se la tragaría yo te diré la verdad únicamente y es mejor que la sepas para que ya te desenamores por fin de Aarón.― Ágata no quiere escuchar nada así que empieza a retomar su camino pero Tifany la detiene.― Me escucharas quieras o no. Aarón y yo sostenemos relaciones sexuales desde hace tres años, todo sucedió cuando lo dejaste muy temperamental y no quisiste darle lo que buscaba y lo encontró conmigo de ahí empezó todo y no sabes que bien lo hace, como se mueve, es tan delicioso que se me esta...

A Ágata le empieza a hervir la sangre, los ojos los tiene rojos y sus mejillas están muy rojas así que no resiste más y le da un cachetada.

―¡Estupida!― Tifany se la regresa y entonces Ágata se le va encima y empiezan agarrarse del cabello.

Los vecinos tratan de separarlas pero es imposible, ambas sacan mucha fuerza.

En eso llega Aarón para detenerlas y lo logra.

―Qué pasa?― Pregunta él.

―Esta gata se me fue a los golpes solo porque le conté de lo nuestro.― Replica Tifany.

Aarón voltea a ver a Tifany y por lo visto no está nada contento con lo que acaba de decir aquella mujer.

―¿Lo nuestro? Entre tu yo no hay nada Tifany. Lo nuestro es algo...― Voltea a ver a Ágata que está hecha un desastre, más de lo que ya ha estado.― pasajero que ya termino.― Tifany abre la boca sorprendida y pone los ojos como platos.

―¿Estas imbécil? ¿Cuándo tomaste esa decisión? Porque te recuerdo que ayer estabas muy cómodo entre mis brazos ¿O lo negaras?― Aarón no responde lo único que hace es ver a Ágata a lo cual Tifany llega a la conclusión de que este lo negara.― Maldito cobarde.― Lo empuja y se va a su casa.

Ágata por otro lado empieza a retomar su camino.

Aarón la empieza a seguir pero ella lo ignora. Él la alcanza y la detiene.

―Tenemos que hablar Ágata, no podemos seguir así. Perdóname, en verdad lo siento.

―¿Hablar? ¿Y se puede saber de qué? Creo que todo está más que claro. Aléjate de mí, ya te lo he dicho y si quieres mi perdón pues ahí lo tienes: te perdono.― Lo esquiva pero él la vuelve a  detener pero esta vez la besa. Ágata trata de quitárselo de encima pero es tanta la fuerza de este que le es imposible quitárselo.

Ella se deja llevar y recuerda lo bien que eran sus besos, ese calor que siente le sienta tan bien que no quisiera despegarse de él. Pero recuerda lo que paso y le empieza a dar una rabia horrible.

Se lo quita de encima y al parecer las cosas no se arreglaran tan fácil.

―Aarón, yo sé que no te di lo que estabas buscando hasta que nos casáramos pero lo siento así me educo mi madre y si no pudiste soportar aquello y te fuiste con la primera que se te cruzo en el camino, lo que significa que tu jamás me amaste lo suficiente.― Aarón no dice nada y ella continua de forma tranquila, ya no quiere pelear más.― Ya aléjate de mí, no intentes regresar conmigo porque yo no cederé.― Se da la vuelta pero antes concluye.― Y si me vuelves a besar te juro que en verdad me conocerás y no te gustara verme en esa faceta.

Y sin más ella se va y él se queda ahí sin saber qué hacer. 

Son las nueve de la noche y Ágata ya se encuentra en batón y a punto de dormir junto con su hermana Jade pero en eso tocan la puerta.

Ella duda en abrir pues piensa que puede ser otra vez Aarón cuando abre la puerta se lleva la sorpresa de que no es así.

―Hola Ágata ¿Puedo pasar?― Pregunta una mujer con fachada de ser una médium.

―¿No le parece que ya es un poco tarde?

―Hay por favor Ágata, son apenas las nueve a esta hora hasta tu abuela, si viviera, estaría despierta.― Sin otorgarle el permiso ella entra.

―Jade, regresa a la cama.― La pequeña asiente y se va.― ¿Qué se le ofrece Magdalena?

―Dime madame Magda, es mi nombre artístico y soy una de las mejore médiums del país.― Replica.

―Como sea "Madame Magda" ¿En que puedo ayudarla?― Le pregunta sin ganas.

Magdalena empieza a buscar algo en su bolsa y con ella saca un juego de cartas en eso Ágata abre los ojos.

―No, eso sí que no. Usted sabe que yo no creo en esas cosas, además no tengo dinero para pagarle.

―No me vas a pagar nada, los dioses celestiales me dicen que tengo que hacerlo para que abras los ojos y lleves a cabo el propósito de tu vida y sobre todo el nuevo rumbo que tomara.

Para Ágata esas cosas son charlatanerías.

―Magdalena, no quiero eso así que tome sus cosas y váyase.

―Está bien me voy a ir, pero cuando sientas la necesidad de hacerlo búscame.― Toma sus cosas y se va.

Por fin se fue la bruja, como muchos suelen llamarla, y Ágata regresa a su recamara para poder dormir y así fue se sume en un sueño profundo que días atrás no podía conciliar.

Pero se duerme con la duda que le dejo la médium: "¿Cuál será ahora el rumbo de mi vida?" 

Muchas veces en lo que no creemos resulta ser más real de lo que parece.