Ha pasado tres días desde que Ágata perdió a su madre y hermana y claro al hombre del cual ama tanto y la traiciono, porque dejar de amar a alguien por más que te haya hecho daño no se olvida tan fácilmente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ha pasado tres días desde que Ágata perdió a su madre y hermana y claro al hombre del cual ama tanto y la traiciono, porque dejar de amar a alguien por más que te haya hecho daño no se olvida tan fácilmente. 

Pero a pesar de todo a tomado suficiente valor para seguir adelante y ha sacado fuerzas para que su hermana Jade este bien.

La vida continúa y para Ágata así debe de ser con o sin los seres queridos que perdió.

―No tengo ganas de ir a la escuela hoy.― Menciona Jade, ya preparada para ir al colegio.

―Sé que no quieres pero tienes que ir.― Ágata se sienta al lado de la pequeña.― Sé que esto ha sido difícil para ambas pero quiero que sepas que yo voy estar contigo siempre ¿Si? Vamos a salir de esto y también mejoraremos nuestra vida en cuanto consiga un buen trabajo.

Se abrazan y a ambas se les escurren unas cuantas lágrimas.

Ágata lleva a su hermana al colegio y después se dirige a la universidad para ver si ya están sus papeles que había tramitado.

En cuanto ella pregunta y le dicen que regrese la próxima semana y que ya estarán listos, firmados y sellados, se empieza a dirigir a la salida para ir por la masa y hacer tortillas para vender pero la vida se empeña en seguirla tratando mal.

Se topa con Alexia y su novio Carter Lewis el tipo más guapo de la carrera, para Ágata no era más que un tipo fresa e hijo de papi y mami.

―Vaya, vaya pero mira quién anda aquí ¿Cómo está tu vestido después de lo que le paso? Supongo que mal porque bueno es el único vestido más o menos que te has puesto en tu vida y el único que te pondrás en toda tu pobre vida.― Alexia le echa una mirada rápida.― ¿Sabes? Te veo más... más...

―Pandrosa.- Concluye Carter.

―Exacto. Más pandrosa que de costumbre.― En eso hace una pausa para después acordarse de algo que le contaron.― Bueno es lógico que andes así como murió tu madre pobretona y tu hermana becada es obvio que no ibas andar muy arreglada, bueno nunca has andado arreglada siempre andas tan... tú.― Se empieza a reír junto con su novio.

―¿Me dan permiso?― Ágata no tiene ganas de discutir con aquellas personas aunque si quisiera saber como es que supo de la tragedia que le sucedió.

―No, no te vayas mira que apenas me estoy divirtiendo andaba muy aburrida pero molestarte a ti es muy entretenido, mira que también perder al hombre por el cual estabas enamorada, claro que ese hombre da un poco de asco... igual que tu, por eso eran tal para cual.― Le comenta entre risas. Carter solo se limita a reír con ella.

A Ágata se le hace muy extraño que sepa todo aquello.

―¿Cómo sabes todo eso? ¿A caso me estas espiando?― Le pregunta algo enojada..

―¿Espiarte? ¿Yo? ¿A ti? ¡Jamás!, ni que tu vida fuera muy interesante, es divertida porque me das risa pero nunca interesante. Es normal que se hayan muerto tus familiares, así pasa con la gente de tu clase no tienen para las medicinas, para el hospital, o sea para nada. Mírate como vistes das asco y pena y como que apestas. Como ex estudiante de esta universidad me avergüenzo de que haya personas estudiando aquí como tú. Debiste haber estudiado en otro lado o no estudiar, deberías quedarte donde perteneces o sea en el basurero, pordiosera.― Nuevamente se empieza a reír.

Toda la furia, tristeza, decepción que ha estado acumulando Ágata las libera.

Le da una cachetada bastante fuerte a Alexia, tanto es así que está casi cae al piso pero Carter logra detenerla. A Ágata le arde la mano después de eso y a Alexia le ha de estar ardiendo la mejilla.

―¡¿Qué te pasa estúpida?!― Ella se repone para regresársela pero cuando está lo iba hacer Ágata actúa rápido y la detiene.

Ágata aprieta tanto la muñeca de Alexia que en cuanto la suelta esta se le queda la marca de su  agarre.

―¡En tu vida, escúchame bien, en tu vida me vuelvas a ofender! ¡Estoy harta de ti y tus estupideces!― Hace una pausa para controlar su respiración.― Puede que tengan todo el dinero del mundo pero les hace falta algo que a mí me sobra y es inteligencia con la cual llegare muy lejos incluso más lejos que ustedes dos. Y te juro Alexia que cuando eso pase me reiré de ti como tú lo has hecho conmigo. Recuerda que la vida da muchas vueltas.

―Lo más lejos que puedes llegar es a la tortillería para comprar tu masa y hacer tus asquerosas tortillas y escucha bien esto idiota tu jamás vas hacer como yo. Jamás tendrás lo que yo tengo, tu eres y serás por siempre una maldita pobretona ¿Escuchaste bien? Una maldita pordiosera.― Alexia está muy enojada pues su rostro se torna de color rojo. Por otro lado Carter la está sosteniendo para que no cometa una locura y se sobaje.

―¿Sabes una cosa Alexia? Puede que seas de la clase acomodada pero en estos momentos te mueres por sacar tu lado corriente y cachetearme como una de... mi clase pero no lo harás porque tu novio te detiene, al menos alguno de los dos piensa un poco. 

Ágata se empieza alejar y deja atrás a ese par.

―¡Estúpida! eso eres ¡Una estúpida!― Alexia empieza a gritarle.― Mientras tu dabas tu tonto discurso tu querido Aarón se estaba besuqueando en el baño con otra mucho mejor que tu, por cierto.

Ágata no le hace caso, ella sigue caminando sin voltear cuando se encuentra muy lejos de ahí toma un respiro y se recarga de un árbol cercano. Le empiezan a caer lágrimas, ella jamás se había comportado de esa manera, Carolin jamás la educo así pero Alexia llego a su límite.

Mientras llora piensa en lo último que le dijo, tal vez sea una de sus mentiras pero después de lo que Aarón le hizo con su vecina ahora lo puede creer y más porque es cierto que tardo mucho cuando este fue al baño.

Ágata retoma su camino y se dirige hacia su casa en eso se da cuenta de que afuera de la vecindad está un coche color negro muy elegante. No le toma importancia así que ella sigue su camino hasta su casa.

Cuando está a punto de llegar se da cuenta de que afuera de su casa está una mujer vestida muy elegante y una chica de la edad de Esmeralda. Ella se empieza acercar.

―Buenos días.― Las saluda Ágata.― ¿Se les ofrece algo?

―Buen día, soy Meryl Winston y ella es mi hija Pauline.― La chica saluda sonriente a Ágata.

―¿Un gusto?― Contesta dudosa sin entender el motivo de su visita.― ¿Les puedo ayudar en algo?

―Sí, necesitamos hablar contigo respecto a tu hermana Esmeralda. Sé que la estas pasado muy mal así que quiero ofrecerte también mi ayuda.― Comenta  Meryl con una sonrisa de oreja a oreja.

Ágata no entiendo a qué se debe aquello, pero si quieren hablar de Esmeralda tal vez sea algo importante lo que más le desconcierta es lo último que le dijo.

¿Qué tipo de ayuda se refiere?

¿Estará a punto de cambiar su vida?

Ágata, la venganza tiene nombre - [𝑬𝑵 𝑪𝑶𝑹𝑹𝑬𝑪𝑪𝑰𝑶́𝑵]Where stories live. Discover now