Agust D

2.1K 294 120
                                    

—Jimin, tú me abrazaste cuando llegué a tu casa...
—Tranquilo, no hice nada. No tengo pensado meterte en todo esto.
—Pero, ahora que lo sé... ¿También corro peligro, no?
—Eso no lo sé, pero confía en que estaré ahí para protegerte.
—¿Estás seguro?
—Claro, no dejaría que algo te pasara. Eres creo mi único amigo.
—Jimin, te propongo algo.
—Dime, Tae.
—Mañana tengo clases, pero no iré, quiero que tú y yo vayamos a visitar a Namjoon y a Hoseok.
—Pero, no los veo hace años.
—¿Y eso qué? Yo tampoco, estarán feliz de vernos. Y además, tal vez nos puedan ayudar a descifrar todo esto.
—Pero, es muy peligroso, no quiero meterlos en todo esto.
—Tienes razón, Jimin.
—Vayamos a comer y luego discutimos esto.
—Me parece bien, vamos.

Más tarde
Jennie

Creo que por aquí era, espero ver el cuerpo de Suga para asegurarme de que nada ha pasado.

—Jungkook, por aquí.
—¿Aquí es?
—Sí, aquí es.

El lugar era bastante aterrador, aunque solo es una fachada. Era como una casa demasiado alta, de madera, muy desgastada y por todos los alrededores se dejaban ver árboles secos. Tenía toda la pinta de una casa embrujada.

—Jennie, yo ni loco entro ahí.
—¿Te da miedo?
—¿Y a ti no? Es de película de terror.
—Me sorprende que le temas a estas cosas cuando un espíritu o un fantasma es lo más normal que nos podemos topar en este lugar.
—Paso, no entraré.
—Está bien, espérame acá.
—No tardes demasiado.
—Vigila la entrada, Jungkook. Ya vengo.

Es un miedoso, si supiera que eso solo es la parte de fuera.

Entré y vi que a medida que me adentraba en la casa, todo se empezaba a poner más... ¿Cómo decirlo? nuevo, tal vez. Llegué a una zona que parecía un congelador, las paredes eran color gris con una inmensa puerta blanca. Sin duda era aquí.

Había muchísimo silencio, pero creí oír algo desde adentro, así que abrí la puerta y lo vi ahí, tirado en el suelo, a Jin desangrado con toda su cara deformada de las puñaladas y su abdomen rajado, parecía ser la obra de un animal salvaje, no de una persona.

—¿Qué pasó aquí?
—Llegas tarde.

Sentí una voz desde atrás de mi cuerpo, al voltearme lo vi a él, estaba sentado encima de una mesa mirándome fijamente, sus ojos tenían un color rojo sangre.

—¿Suga?
—Tardaste en encontrar este lugar.
—¿Tú le hiciste esto a Jin?
—¿Eso? Ah, no es nada. Ya ni recuerdo, pero creo que sí, fui yo.
—Pero, ¿cómo te lo puedes tomar tan a la ligera?
—No lo sé.
—Pareces tan desinteresado, has cambiado un montón. No te reconozco.
—Jennie, ya puedes parar con tu sermón. No me interesa lo que pienses o lo que vayas a hacer, solo te digo que de aquí nos vas a salir.
—Pero, ¿qué dices?
—Nadie vendrá en tu ayuda, sabes perfectamente que esta zona no deja percibir la energía desde fuera.
—Sí, pero Jungkook está fuera, si tardo 5 minutos más él vendrá por mí.
—¿Y eso qué? Compartirán el mismo destino.
—No puedes hacer eso, sabes lo joven que es.
—Si él acude en tu ayuda, si él se entromete en mis asuntos, no me quedará más remedio.
—Has cambiado, Suga. Creo que te has dado cuenta de todo.
—Sí, me di cuenta. Todo el cuento de los universos paralelos y toda esa tontería solo eran para distraernos, no dejarnos sacar nuestro máximo potencial. Que a pesar de tener la habilidad de movernos donde queramos, también poseemos otras habilidades y cada persona posee una diferente o la misma si eres alguien bastante normal, en este caso, moverte entre universos paralelos.
—¿Cómo lo descubriste?
—Digamos que tengo un nuevo amigo.
—¿Un nuevo amigo? Suga, ¿Quién es?
—Ni idea, solo sé su nombre, no su aspecto.
—¿Cómo se llama?
—Azzen'Ka.
—Eso es imposible, estás mintiendo. ¿Quién te contó sobre él?
—No estoy mintiendo, de todas formas no tengo necesidad de que me creas. Si lo haces, bien. Si no, me da igual.
—Suga, este no eres tú.
—Creo que el Suga que conociste, creo que ese no era yo. Lo que soy ahora, es lo que siempre he querido. Por fin me siento alguien importante, alguien impotente y capaz de hacer lo que quiera, y nadie me va a quitar esto.
—¿Qué vas a hacer? ¿Te quieres convertir en el cuarto Dios?
—No quiero ser el cuarto Dios.
—¿Entonces?
—Quiero ser el único Dios.
—Eso es imposible, la Triple A no te permitiría ni que te acercaras a ellos.
—¿Eso crees? Pues Azzen'Ka no piensa lo mismo.
—Deja de nombrarlo, es un ser muy peligroso que lleva muchísimo tiempo dormido, si algo te está hablando en tu subconsciente debes ser tú mismo queriendo sentirte como un Rey...
—Jennie.
—... Como un Dios...
—Detente.
—... Como alguien que nunca podrás ser...
—Ya basta.
—... Porque yo te saqué de tu miseria...
—BASTA.

En ese momento, Suga se apareció a mi lado en un abrir y cerrar de ojos, es rapidísimo. Tenía la daga de Azzen'Ka que probablemente le robó a Jin, y me la puso en la garganta.

—¿Vas a seguir, Jennie?
—¿Qué haces? Aleja eso de mí.
—Te lo advertí.
—¿Me vas a matar?
—A eso he venido.
—¿En esto te has convertido, Suga?
—Deja de llamarme así.
—¿Cómo quieres que te llame entonces?
—Agust D... El Dios Agust D.

Suga, ¿estás vivo? - [YoonMin]Where stories live. Discover now