POR SIEMPRE TÚ♡| Saga: FAMOUS #1| #PremiosHood2020

Capítulo Cuarenta y Uno.

Capítulo Cuarenta y Uno.

Decido conducirme al jardín del patio trasero. Al llegar ahí me siento sobre las escaleras y sólo dejo vagar mis pensamientos mientras no dejo de observar el bello paisaje frente a mis ojos. ¿Cómo estará Jack?, ¿Me extrañará, quizá?

Espero regrese pronto pero no puedo ser tan egoísta, su padre le necesita mucho más que yo. Además, es mi culpa no haber aprovechado todo ese cariño que él tenía para darme. Miro la hora en mi móvil y apenas han pasado cinco minutos desde que estoy aquí.

No veo la hora en que ya sea mañana y mi tía por fin esté conmigo, la extraño mucho, además con ella aquí tendré más vivo el recuerdo de mi padre.

POV Matt.

—Mamá ya para de hablar así de Marha—rezongo una vez más pero ella parece no escucharme y sigue hablando en voz alta.

—Como si no fuera suficiente con que toda la prensa esté sobre ti, mi amor, todavía la defiendes. Encima, esa chiquita no ha llamado ni siquiera para agradecer el tremendo espectáculo que montaste sólo para ella.       

 —Yo no monté ningún espectáculo. Sólo dije la verdad—ella me mira de una forma que hasta miedo me da, luego sigue hablando.

—Como digas, después no me andes pidiendo ayuda para revivir tu carrera artística.

 —Mamá, si tan sólo me apoyaras en una sola decisión— Mamá me interrumpe.

 —Pero si siempre te he apoyado en todo—se hace la ofendida y me mira con indignación.

 —Claro, pero sólo en las que propone mi representante pero lo que quiero yo siempre lo hacen a un lado—alzo la voz, y mamá sólo se queda perpleja mirando.

Siento cómo mi celular vibra desde mi bolsillo, lo reviso, y es un mensaje de Astrid, acaba de despertar, al parecer a causa de los gritos porque me está preguntando qué es lo que ocurre acá abajo.

 —Esto queda pendiente. —Advierto antes de echar a andar hasta la habitación dónde se encuentra Astrid.

Al llegar ahí me detengo  y de la nada siento unas enormes punzadas en la cabeza, lo cual me mareó un poco pero rápidamente contuve la compostura, me acordé de (Tn__), me entraron inmensas ganas de marcar su número y preguntarle cómo está. Giro la perilla de la puerta, apenas estoy por abrir la puerta.

 —¡Matt, te buscan, hijo!—Mamá grita desde la planta baja.

 —¡Bajo enseguida!—Vuelvo a cerrar la puerta, y me conduzco a dónde está mamá, al mirar quien la acompaña me dan ganas de salir huyendo.

 —¿Qué haces aquí?—Pregunto asombrado.

 —Vi que cancelaste todos los próximos shows del mes, ¿por qué?—Se acerca para tomarme de la mano pero rápidamente lo esquivo.

 —No me he sentido bien últimamente —Finjo un poco aunque con todo lo que ha pasado con Marha y el accidente de Astrid es más que obvio que tengo otras cosas en qué ocupar mi cabeza.

 —Sabes que puedes contar conmigo incondicionalmente—ahora toca mi hombro. Hago un movimiento de incomodidad.

 —Muchas gracias, pero tengo cosas importantes que hacer. Nos vemos luego.

Trato de esquivarla, y nota mi indiferencia y frialdad.

 —Puedes quedarte a cenar, hija—mamá propone  le miro de una manera despreciable y disgustado me doy la vuelta para hacer de mi mano un puño, saco la hoja de papel arrugada de mi bolsillo y me quedo observándola, y por más que trato no puedo olvidar esa sonrisa, esa mirada llena de amor que siempre encontraba la manera de cruzarse con la mía. Marha te extraño, y extraño que estés aquí conmigo.

 —Sería un placer, sólo si Matt acepta—escucho a mis espaldas. Giro y ambas están mirándome.

 —Madre, haz lo que quieras. De todas formas no estaré y a fin de cuentas tú la invitaste.

Dabbie se queda boquiabierta y enseguida vuelvo a subir a la habitación donde se encuentra Astrid. Al entrar me percato que se ha quedado dormida, doy silenciosas zancadas y llego hasta su cama, me siento por la orilla y la miro mientras divago mi mente, pensando realmente si es necesario tanto despecho en mi corazón, tanta tristeza en mi vida, y tanta pena en mi alma.

Quiero a Marha, la amo. Pero no puedo permitir que eso estanque mi vida, ni mucho menos que acabara con la felicidad que había en mí, esas ganas de salir adelante.

En eso, Astrid abre los ojos de apoco, al principio no me di cuenta pero en cuanto sentí su mirada de inmediato salí de mis cavilaciones;

 —¿Te pasa algo?—Pregunta con preocupación.

—No una, sino muchas cosas. Pero hay una en especial que no me permite salir de mi percance.

—Marha —ambos dijimos al mismo tiempo.

—Búscala, ve en busca del amor—, sugiere enseguida.

—Ojalá fuera así de fácil.

—¿Qué no dijiste que habías cancelado los shows de todo el mes?—Me mira interrogante con la ceja arqueada, y sé que no aflojara hasta que le diga algo sensato.

—Sí, pero...—Traté de zafar pero no se me ocurrió nada —tengo miedo. Miedo de que me rechace, y ahora sí deje en claro que todo terminó.