POR SIEMPRE TÚ♡| Saga: FAMOUS #1| #PremiosHood2020

Capítulo Treinta y Ocho.

POV Marha.

Pensando en la reacción de Matt a mi carta, desbago la mente esperando con ansias que el avión levante el vuelo. Denise no ha parado de textearse con Louis, su gran amor, mientras yo finjo mirar por la ventanilla cuando en realidad le observo por el rabillo del ojo.

Si no hubiera escrito esa carta. Si no le hubiera visto besarse con aquella chica. Si no hubiera recibido la llamada de mi tía... Pero, el "hubiera" no existe, no cuando lo que hiciste fue para bienestar, simplemente no hay tiempo de arrepentimientos. Cuando debería de haber paz pero sólo hay guerra en mi interior, una lucha en la que siempre sale venciendo el rechazo. Debo rechazar esas corazonadas que me hacen querer regresar a Nueva York y decirle a Matt que es el amor de mi eternidad, y comenzar de nuevo.

La voz femenina a través del micrófono avisa que es hora de tomar nuestras valijas y bajar del avión. Tengo que sacudir un poco a Denise ya que se ha quedado dormida en el transcurso, mientras abre los ojos pestañeando constantemente retira los auriculares a la vez. Por su bien espero que no hayan estado encendidos desde tanto tiempo hasta este momento.

—Estás interrumpiendo mi dulce siesta, Marha— sentencia sutilmente, y vuelve a tumbar el rostro contra el respaldo del asiento.

Silencio.

—Despierta.

Le sacudo con fuerza, y ella al fin reacciona abriendo los ojos por completo. Se alarma al ver que formamos parte del pequeño grupo de personas que aún no bajan del avión, poniéndose de pie. Le sigo muy de cerca.

Al bajar del avión nos conducimos a recoger nuestro equipaje. Y al girarnos lo primero con lo que nuestras miradas se topan es con un Louis sosteniendo un gran cartel que dice: "Mi hermosa novia y su gruñona mejor amiga". Y no puedo evitar soltar una pequeña carcajada.

A paso rápido nos acercamos a donde está el simplón novio de mi mejor amiga Denise, quien nos recibe con una gran sonrisa, a mi con con un abrazo de palmada en la espalda y a ella con un dulce y apasionado beso, de esos que te hacen girar el rostro porque te lastima la vista mirar tanta miel derramada. Desbordan tanta felicidad que por un momento cruza por mi mente la idea de cómo se sentiría que Matt estuviera aquí para recibirme con los brazos abiertos. La viva imagen se presenta ante mis ojos y me deja cegada por unos segundos, siento como la sonrisa en mi rostro se comienza a extender y la respiración me comienza a faltar mientras más siento mi pecho presionado. Y a pesar de cómo me siento resisto las ganas de llorar, las lágrimas se mantienen reprimidas en mis ojos y solo siento un leve ardor en ellos.

 —¡Sabía que nuestros saludos eran muy emotivos, pero no como para hacerte llorar, Marha!—Denise fanfarronea y me hace reír para mis adentros. Suelto un respiro con pesadez y parpadeo varias veces para volver mis ojos a la normalidad.

  —¡No seas tonta!—Le digo mientras golpeo levemente su hombro —, mejor llévame a casa.

Después de eso nos conducimos hasta el auto de Louis. Amablemente me ayudó a subir mis maletas. Durante el largo recorrido tuve tiempo de reflexionar sobre tantas cosas, y me doy cuenta que los errores sirven para hacernos madurar, hacernos pensar y sobre todo para hacernos creer que cada que lo volvamos intentar podemos hacerlo mejor sin importar lo que sea a lo que te refieras. Solo paremos a pensar en qué pasaría si no conociéramos personas que nos hagan  ver nuestros errores; a las cuales muchas veces nos referimos a ellas como arrogantes, groseras, porque nos lastima lo que dicen de nosotros pero en el fondo sabemos que es verdad, sabemos que están en lo correcto. Como perder a seres queridos, pensamos que es el fin de nuestras vidas, que ese dolor no nos permitirá seguir adelante pero estamos equivocados porque cuando esa herida sane seremos más fuertes, seguirá doliendo pero por lo menos lo demás será pequeñeces que solo dolerán como pequeñas espinas que nos desgarran por encima pero no nos hieren. O cuando conoces el primer amor, claro que es importante que te rompan el corazón o  cometer errores en una relación porque así abres más tus ojos y te das cuenta que a lo que prestabas más importancia con el tiempo desaparece, además quién dijo que el primer amor es para siempre a veces es necesario perder a ese primero para dar paso a que llegue el verdadero.

Me doy un segundo para mirar a los dos adolescentes que tengo a mi lado y doy por hecho que es bueno tenerlos en mi vida, y que se tienen uno al otro, porque se complementan y se acoplan a lo del otro. 

  —El paseo gratis termina aquí su majestad—Suelta burlesca mientras de golpe Louis estaciona la camioneta frente a mi dulce hogar. —¿Segura que estarás bien?—Sólo asiento con la cabeza y doy vuelta para bajar, y ella me detiene un poco más, la miro y me está mirando fijamente—te quiero, mensa.

  —Lo sé. —Le contesto mientras toco la punta de su respingada nariz con mi dedo índice y ambas soltamos una risita.

Cuando estoy por llegar a la puerta detengo el paso y sujeto con fuerza el collar que mi amado y difunto padre me regaló cuando cumplí quince, me dijo que cada que sintiera miedo lo tomara con fuerza entre mis manos y sólo pensara en él, y llegaría lo más pronto hasta donde estaría, pero se que eso no pasará en este momento, porque él ya no está aquí conmigo, él ya no vendrá cada que sienta miedo, cuando me sienta sola ya no va a estar para consolarme con un cálido abrazo. No resisto más y dejo caer mi cuerpo sobre mis rodillas hasta el suelo y las lágrimas que tanto me estaba guardando suelto con tanto desconsuelo que me es imposible hacer que mis sollozos sean silenciosos.

Siento como unos delgados y cálidos brazos me rodean desde atrás y tratan de ponerme en pie, flaqueo y lo vuelve intentar, me doy media vuelta y me sujeto a ella con fuerza.

  —Soy un desastre—Suelto entre sollozos.

  —No, no. Tú no eres culpable de nada. Eres maravillosa.

  —Yo... terminé con Matt.

Su rostro se llenó de sorpresa.

  —¿Quieres hablar sobre eso?—Asiento y ella solo mira a Louis y le indica que la espere un poco más. 

***

Mil disculpas por hacerlas esperar tanto pero al fin aquí un capítulo más de esta interesante y enredosa historia de amor.